TETSAVÉ

ÉXODO XXVII:20-XXX:10

LA DEPENDENCIA DEL COLECTIVO

Existe una imprecisión en los capítulos anteriores acerca de quién tenía que hacer qué en la construcción del Mishkán ysus diferentes elementos del culto. En muchas ocasiones, la Torá afirma Veasitá, “Y harás”, instruyendo a Moshé para que se encargara directamente de la elaboración de un objeto, como en el caso de los listones de madera que atravesaban las argollas del Arón para trasladarlo. Incluso la elaboración del Kapóret, la tapa maciza de oro que reposaba sobre el Arón y en cuyos extremos se encontraban los Keruvim, recayó sobre Moshé.

La primera frase de nuestra sección bíblica empieza con el instructivo: Veatá tetsavé, “Y tú (Moshé) instruirás” a los hijos de Israel a fin de que le traigan aceite puro de olivo para que alumbre la luz eterna, ubicada al otro lado del Parójet, la cortina que separaba al Kódesh HaKodashim, el lugar más sagrado del Mishkán. Mucho se ha dicho y escrito acerca de la ausencia del nombre de Moshé en nuestros capítulos, que se puede atribuir al hecho de que es la figura central en la construcción y elaboración del Mishkán, haciendo innecesario nombrarlo. Además, su nombre no aparece debido a la división de las parshiyot que se leen semanalmente, la cual no está contemplada explícitamente en el texto de la Torá.

Hay una tradición que afirma que, dado que Moshe dijo en una oportunidad Mejeni na misiferjá asher katavta,“bórrame del Libro que has escrito”, cuando frente a la posibilidad de la destrucción del pueblo hebreo, debido a esas palabras, su nombre no aparece en esta sección.

En efecto, de acuerdo con otra tradición igualmente antigua, la Torá se leía en un ciclo de 3 años que era totalmente diferente a la división en 54 secciones semanales utilizada en el presente. De acuerdo con los Jajamim, Dios tuvo que mostrar un ejemplar celestial de la Menorá, porque Moshé tenía dificultades con su elaboración. En el caso del lavabo de cobre que utilizaron los Kohanim, está claro que Moshé se ocupó de su fabricación. 

Cabe destacar que el pueblo participó en la casi totalidad de la construcción del Mishkán y sus enseres. Y por ello, tal vez, no aparece el nombre de Moshé, para no identificar su persona con el trabajo de manera exclusiva. El Mishkán fue el producto del esfuerzo de Benei Israel, el colectivo que salió de Egipto y que ahora encontraba su destino espiritual, afirmaba la existencia de un solo Dios, cuya presencia terrenal estaba simbolizada por el Mishkán.

Más aún, los Jajamim, cuidadosos ante posibles interpretaciones erróneas, manifestaron que Dios no habitaba en el recinto del Mishkán sino en el seno del pueblo. Así interpretaron el versículo Veasú Li Mishkán veshajantí betojam, “Me harán un Tabernáculo y residiré entre ellos”. Sale a relucir un principio fundamental. Mientras que en Egipto el culto estaba en manos exclusivas del sacerdocio, que celosamente guardaba el secreto de cómo preservar el cuerpo de un difunto, en el judaísmo se exhiben todos los detalles de los sacrificios que realizarán los Kohanim. En el caso de la construcción del recinto sagrado y sus pertenencias, el pueblo entero, los hombres y las mujeres tienen una participación directa en su elaboración. 

Lo antedicho es una demostración adicional de una característica del judaísmo que impone el cumplimiento de la Ley a todos sus integrantes. Aunque durante la existencia del Mishkán y del posterior Beit HaMikdash la tribu de Leví tenía obligaciones particulares, en la actualidad no existe obligación alguna diferente para un líder religioso. El pueblo entero, sin distingo, tiene que vivir de acuerdo con la letra y el espíritu de la Ley.

El judaísmo nunca dependió de la suerte de su liderazgo. Cada persona puede dirigir el rezo y leer públicamente la Torá, después de la indispensable preparación para hacerlo. No se requiere de título o personalidad jurídica o religiosa para conducir el culto. Por ello, no obstante, las persecuciones y matanzas perpetradas durante siglos, el judaísmo pudo recuperar su rumbo y destino, que son una función de su fe en Dios y la posibilidad de profundizar en las enseñanzas de la Torá.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 4 MITSVOT POSITIVAS Y 3 PROHIBICIONES

98.  Éxodo 27:20 Preparar las luminarias de la Menorá(candelabro)

99. Éxodo 27:41 Los Kohanim (sacerdotes) deben prendas especiales

100. Éxodo 28:28 No debe separarse el pectoral (Joshen) del delantal (Efod

101. Éxodo 28:32 No desgarrar el delantal (Efod)

102. Éxodo 29:33 Comer la carne de la ofrenda de expiación (Jatat) y de la ofrenda de culpa (Asham)

103. Éxodo 30:7 Quemar el incienso

104. Éxodo 30:9 No quemar incienso o ofrendar sacrificios en el Altar de Oro (Mizbéaj Hazahav)

TETSAVE

EXODUS XXVII:20-XXX:10

THE DEPENDENCY OF THE COLLECTIVE

There is an inaccuracy in the previous chapters about who had to do what in the construction of the Mishkan (Tabernacleand its different elements of the cult. On many occasions, the Torah states Veasita“And thou shalt do,” instructing Moshe (Moses) to take direct charge of crafting an object, as in the case of the wooden slats that pierced the rings of the Aron (ark) to move it. Even the making of the Kaporet, the solid golden lid that rested on the Aron and at the ends of which were the Keruvim, fell to Moses.

The first sentence of our biblical section begins with the instruction: Veata tetsave, “And you (Moshe) shall instruct” the children of Israel to bring him pure olive oil to illuminate the eternal light, located on the other side of the Parochet, the curtain that separated theKodesh HaKodashim, the holiest place in the Mishkan. Much has been said and written about the absence of Moshe’s name in our chapters, which can be attributed to the fact that he is the central figure in the construction and elaboration of the Mishkan, making it unnecessary to name him. In addition, his name does not appear because of the division of the Parshiyot(Torah chapters) that are read weekly, which is not explicitly contemplated in the text of the Torah.

There is a tradition that states that since Moshe at one time said to God Mecheni na misifrecha asher katavta, “erase me from the Book You have written”, when confronted with the possibility of the destruction of the Jewish people, because of those words uttered at that time, his name does not appear in this section.

Indeed, according to another, equally ancient tradition, the Torah was read in a 3-year cycle that was totally different from the 54-section weekly division used today. According to the Chachamim, God had to show a heavenly copy of the Menorah (Candelabrum) because Moshe had difficulty making it. In the case of the copper basin used by the Kohanim, it is clear that Moshe took care of its manufacture. 

It should be noted that the people participated in almost all the construction of the Mishkan and its furnishings. And for this reason, perhaps, Moshe’s name does not appear, so as not to identify his person with the work exclusively. The Mishkan was the product of the effortsof Benei Israel, the collective that came out of Egypt and now found its spiritual destiny, affirmed the existence of only one God, whose earthly presence was symbolized by the Mishkan.

Moreover, the Chachamim, wary of possible misinterpretations, declared that God did not dwell in the compound of the Mishkan but amid the people. This is how they interpreted the verse Veasú Li Mishkaveshachanti betocham, “They will make me a Tabernacle and I will reside among them.” A fundamental principle comes to the fore. Whereas in Egypt the cult was in the exclusive hands of the priesthood, which jealously guarded the secret of how to preserve the body of a deceased person, in Judaism all the details of the sacrifices to be performed by the Kohanim are exhibited. In the case of the construction of the sacred precinct and its belongings, the entire people, men and women, had a direct participation in its elaboration. 

The foregoing is a further demonstration of a characteristic of Judaism that imposes the observance of the Law on all its members. Although during the existence of the Mishkan and the later Beit HaMikdashthe tribe of Levi had particular obligations, today there is no different obligation for a religious leader. The whole people, without distinction, must live according to the letter and spirit of the Law.

Judaism never depended on the fate of its leadership. Each person may lead the prayer and read  the Torahpublicly, after the indispensable preparation to do so. No title or legal or religious personality is required to conduct worship. That is why, despite the persecutions and massacres perpetrated for centuries, Judaism was able to regain its course and destiny, which are a function of its faith in God and the possibility of deepening the teachings of the Torah.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 4 POSITIVE MITSVOT AND 3 PROHIBITIONS

98. Exodus 27:20 Preparing the Menorah Lampstands.  

99. Exodus 27:41 The Kohanim (priests) owe special garments.

100. Exodus 28:28 The breastplate (Joshenmust not be separated from the apron (Ephod).

101. Exodus 28:32 Do not tear the apron (Ephod).

102. Exodus 29:33 Eating the meat of the atonement offering (chatath) and the guilt offering (Asham)

103. Exodus 30:7 Burning the Incense

104. Exodus 30:9 Do not burn incense or offer sacrifices on the Golden Altar (Mizbaach Hazahav)

TERUMÁ

ÉXODO XXV:1-XXVII:19

EL ENCADENAMIENTO CON EL MONTE SINAÍ

Como es sabido, el episodio del otorgamiento de los Diez Mandamientos, mejor dicho, las Diez Palabras, término utilizado por el texto bíblico, es seguido por la elaboración de un Éguel Hazahav, el becerro de oro que fue identificado como el Dios del pueblo hebreo o, tal vez, como el sustituto de Moshé, quien no había retornado del monte Sinaí y de quien se asumió que había desaparecido o muerto.

La epifanía que ocurrió en el monte Sinaí está envuelta en el misterio. La revelación divina, la comunicación directa de Dios con el pueblo, es un evento que no permite el análisis usual porque reta los cánones de la experiencia. El evento no tiene fecha ni es motivo de una celebración especial en la Torá. En una época posterior, el Talmud asociará esta revelación con la celebración de Shavuot, festividad que tiene un significado agrícola, al igual que las otras 2 festividades que juntos componen los Shalosh RegalimPésaj y Sucot.

En efecto, en el Talmud hay una discusión acerca de la fecha exacta de Shavuot y no todos están de acuerdo con la aceptada, que es el 6 de Siván. Incluso, la respuesta de los hebreos, “Naasé venishmá”, su disposición de “cumplir aun antes de escuchar”, implica que era un evento singular. De acuerdo con el Midrash, Dios elevó la montaña por encima del pueblo hebreo y les advirtió que dejaría caer el Sinaí sobre sus cabezas si no se comprometían con el cumplimiento de lo que está escrito en la Torá.

Por muchas razones adicionales, la revelación en el monte Sinaí es el evento que calificará y definirá la naturaleza de los hebreos por todos los tiempos. No obstante, se debe tomar conciencia de que la revelación fue temporal, se realizó en cierta fecha del calendario y seguramente fue seguida por un período de desánimo, porque el éxtasis no puede ser sostenido en el tiempo con la misma intensidad.

El monte Sinaí exigía una secuela, una evolución del culto, porque se tenía que responder a cómo se podía mantener viva la comunicación con el Creador. La respuesta es la construcción del Mishkán, el Tabernáculo que fue erigido en el desierto y que acompañó al pueblo hebreo durante su larga travesía, y que luego sirvió de modelo para el Beit HaMikdash construido por el rey Shelomó.

No se debe ignorar el argumento de que el Mishkán fue una respuesta al Éguel Hazahav. O sea, el pueblo necesitaba un elemento concreto para su culto. La noción de un Ser Supremo invisible a los ojos, incomprensible para el intelecto del hombre, que en numerosas ocasiones no comprendía la Justicia Divina, produjo el mandato de la construcción del Mishkán, de tal manera de que el Mishkán viene a ser una concesión para el hombre que no puede conceptuar un Ser Supremo irrepresentable en el mundo físico.

Sin negar la validez de este argumento que ofrece una explicación puntual del Mishkán, nos inclinamos más bien por el sentido de la primera conjetura, que ofrece una razón de fondo y esencia. El evento en el Sinaí, que era irrepetible y exigía un encadenamiento, era una vía para una continua y fluída comunicación con Dios, el culto diario y constante que ofrecerá un canal para la expresión de la relación del hombre con su Dios. La ofrenda del sacrificio que se hará en el Beit HaMikdash será el vehículo que forjará un puente con Dios, elemento que después de la destrucción del Beit HaMikdash se manifiesta por medio de la oración, la Tefilá diaria y constante.

¿Debería reconstruirse el Beit HaMikdash? Este deseo forma parte de las oraciones diarias en las cuales lo solicitamos. Sin embargo, el hombre contemporáneo no puede asimilar fácilmente la noción de un culto a Dios que se expresa por medio del sacrificio animal. Cuando esta interrogante fue planteada ante el Rav HaRashí Kook de Israel, él opinó que la reconstrucción del Beit HaMikdash necesitaba una intervención Divina directa. Existían tantos obstáculos invencibles que sin la ayuda de Dios no se podría erigir un nuevo Beit HaMikdash en el único sitio apropiado para ello, que ahora es ocupado por una mezquita. 

De acuerdo con Kook, el mismo Dios que facilitará el tercer Beit HaMikdash, simultáneamente nos iluminará de tal manera que nuestra mente contemporánea podrá entender el significado de los sacrificios, los Korbanot para nuestra generación y las del futuro.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 1 PROHIBICIÓN

95. Éxodo 25:8 Construir el Beit HaMikdash (Templo Sagrado)

96. Éxodo 25:15 No quitar las varas del Arca

97. Éxodo 25:30 Arreglar el pan de la proposición (léjemhapanim) y el incienso

TERUMÁ

ÉXODO XXV:1-XXVII:19

EL ENCADENAMIENTO CON EL MONTE SINAÍ

Como es sabido, el episodio del otorgamiento de los Diez Mandamientos, mejor dicho, las Diez Palabras, término utilizado por el texto bíblico, es seguido por la elaboración de un Éguel Hazahav, el becerro de oro que fue identificado como el Dios del pueblo hebreo o, tal vez, como el sustituto de Moshé, quien no había retornado del monte Sinaí y de quien se asumió que había desaparecido o muerto.

La epifanía que ocurrió en el monte Sinaí está envuelta en el misterio. La revelación divina, la comunicación directa de Dios con el pueblo, es un evento que no permite el análisis usual porque reta los cánones de la experiencia. El evento no tiene fecha ni es motivo de una celebración especial en la Torá. En una época posterior, el Talmud asociará esta revelación con la celebración de Shavuot, festividad que tiene un significado agrícola, al igual que las otras 2 festividades que juntos componen los Shalosh RegalimPésaj y Sucot.

En efecto, en el Talmud hay una discusión acerca de la fecha exacta de Shavuot y no todos están de acuerdo con la aceptada, que es el 6 de Siván. Incluso, la respuesta de los hebreos, “Naasé venishmá”, su disposición de “cumplir aun antes de escuchar”, implica que era un evento singular. De acuerdo con el Midrash, Dios elevó la montaña por encima del pueblo hebreo y les advirtió que dejaría caer el Sinaí sobre sus cabezas si no se comprometían con el cumplimiento de lo que está escrito en la Torá.

Por muchas razones adicionales, la revelación en el monte Sinaí es el evento que calificará y definirá la naturaleza de los hebreos por todos los tiempos. No obstante, se debe tomar conciencia de que la revelación fue temporal, se realizó en cierta fecha del calendario y seguramente fue seguida por un período de desánimo, porque el éxtasis no puede ser sostenido en el tiempo con la misma intensidad.

El monte Sinaí exigía una secuela, una evolución del culto, porque se tenía que responder a cómo se podía mantener viva la comunicación con el Creador. La respuesta es la construcción del Mishkán, el Tabernáculo que fue erigido en el desierto y que acompañó al pueblo hebreo durante su larga travesía, y que luego sirvió de modelo para el Beit HaMikdash construido por el rey Shelomó.

No se debe ignorar el argumento de que el Mishkán fue una respuesta al Éguel Hazahav. O sea, el pueblo necesitaba un elemento concreto para su culto. La noción de un Ser Supremo invisible a los ojos, incomprensible para el intelecto del hombre, que en numerosas ocasiones no comprendía la Justicia Divina, produjo el mandato de la construcción del Mishkán, de tal manera de que el Mishkán viene a ser una concesión para el hombre que no puede conceptuar un Ser Supremo irrepresentable en el mundo físico.

Sin negar la validez de este argumento que ofrece una explicación puntual del Mishkán, nos inclinamos más bien por el sentido de la primera conjetura, que ofrece una razón de fondo y esencia. El evento en el Sinaí, que era irrepetible y exigía un encadenamiento, era una vía para una continua y fluída comunicación con Dios, el culto diario y constante que ofrecerá un canal para la expresión de la relación del hombre con su Dios. La ofrenda del sacrificio que se hará en el Beit HaMikdash será el vehículo que forjará un puente con Dios, elemento que después de la destrucción del Beit HaMikdash se manifiesta por medio de la oración, la Tefilá diaria y constante.

¿Debería reconstruirse el Beit HaMikdash? Este deseo forma parte de las oraciones diarias en las cuales lo solicitamos. Sin embargo, el hombre contemporáneo no puede asimilar fácilmente la noción de un culto a Dios que se expresa por medio del sacrificio animal. Cuando esta interrogante fue planteada ante el Rav HaRashí Kook de Israel, él opinó que la reconstrucción del Beit HaMikdash necesitaba una intervención Divina directa. Existían tantos obstáculos invencibles que sin la ayuda de Dios no se podría erigir un nuevo Beit HaMikdash en el único sitio apropiado para ello, que ahora es ocupado por una mezquita. 

De acuerdo con Kook, el mismo Dios que facilitará el tercer Beit HaMikdash, simultáneamente nos iluminará de tal manera que nuestra mente contemporánea podrá entender el significado de los sacrificios, los Korbanot para nuestra generación y las del futuro.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 1 PROHIBICIÓN

95. Éxodo 25:8 Construir el Beit HaMikdash (Templo Sagrado)

96. Éxodo 25:15 No quitar las varas del Arca

97. Éxodo 25:30 Arreglar el pan de la proposición (léjemhapanim) y el incienso

TERUMA

EXODUS XXV:1-XXVII:19

LINKING UP WITH MOUNT SINAI

As is well known, the episode of the bestowal of the AseretHaDibrot (Ten Commandments), or rather, the Ten Words, a term used in the biblical text, is followed by the elaboration of an Egel Hazahav, the golden calf that was identified as the God of the Hebrew people or, perhaps, as the substitute for Moshe(Moses), who had not returned from Mount Sinai and who was assumed to have disappeared or died.

The epiphany that occurred at Mount Sinai is shrouded in mystery. Divine revelation, God’s direct communication with the people, is an event that does not allow for the usual analysis because it defies the canons of experience. The event does not have a date nor is it the occasion for a special celebration in the Torah. On a later date, the Talmud will associate this revelation with the celebration of Shavuot, a holiday that has an agricultural significance, just like the other 2 holidays that together make up the Shalosh RegalimPesach (Passover) and Sukkot (Tabernacles).

In fact, in the Talmud there is a discussion about the exact date of Shavuot and not everyone agrees with the accepted one, which is the 6th day of Sivan. Even the Hebrews’ response, “Naaseh venishma,” their willingness to “fulfill even before listening,” implies that it was a singular event. According to the Midrash (compendium of oral traditions), God raised the mountain above the Hebrew people and warned them that He would drop Sinai on their heads if they did not commit to the fulfillment of what is written in the Torah.

For many additional reasons, the revelation at Mount Sinai is the event that will qualify and define the nature of the Hebrews for all time. However, it must be realized that the revelation was temporary, it took place on a certain date of the calendar and was surely followed by a period of discouragement, because ecstasy cannot be sustained over time with the same intensity.

Mount Sinai demanded a sequel, an evolution of worship, because it had to answer how communication with the Creator could be kept alive. The answer was the construction of theMishkan, the Tabernacle that was erected in the desert and accompanied the Hebrew people during their long journey, and which later served as a model for the Beit HaMikdash built by King Salomon.

The argument that the Mishkan was a response to the EgelHazahav should not be ignored. In other words, the people needed a specific element for their worship. The notion of a Supreme Being invisible to the eye, incomprehensible to the intellect of man, who on many occasions did not comprehend Divine Justice, produced the mandate for the construction of the Mishkanin such a way that the Mishkan becomes a concession to the man who cannot conceive of a Supreme Being unrepresentable in the physical world.

Without denying the validity of this argument that offers a specific explanation of the Mishkan, we are rather inclined to a different understanding of its meaning. The event at Sinai, which was unrepeatable, was an avenue for a continuous and fluid communication with God, converted the Mishkan with its the daily and constant worship a channel for the expression of man’s relationship with his God. The offering of the sacrifice that will be made in the Beit HaMikdash will be the vehicle that will forge a bridge with God, an element that after the destruction of the Beit HaMikdash is manifested through prayer, the daily and constant Tefillah (prayer).

Should the Beit HaMikdash be rebuilt? This wish is part of the daily prayers in which we ask for it. However, contemporary man cannot easily assimilate the notion of worship of God that expresses itself through animal sacrifice. When this question was posed to Rav HaRashi Kook of Israel, he opined that the rebuilding of the Beit HaMikdash needed direct Divine intervention. There were so many insurmountable obstacles that without God’s help a new Beit HaMikdash could not be erected on the only suitable site for it, which is now occupied by a mosque. 

According to Kook, the same God who will facilitate the third Beit HaMikdash will simultaneously enlighten us in such a way that our contemporary mind will be able to understand the meaning of the sacrifices, the Korbanot for our generation and those of the future.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 2 POSITIVE MITSVOT AND 1 PROHIBITION

95. Exodus 25:8 Building the Beit HaMikdash (Holy Temple).

96. Exodus 25:15 Do not remove the rods from the Ark.

97. Exodus 25:30 Fixing the showbread (lechem hapanim) and incense.

MISHPATIM

ÉXODO XXI:1-XXIV:18

LA MITSVÁ COMO FACTOR IMPRESCINDIBLE EN EL JUDAÍSMO

Estos capítulos trazan el comportamiento “civil” necesario para poder convivir en un ambiente comunitario. De esta manera la Torá no diferencia entre las leyes “religiosas” y las leyes “civiles”. Ambas tienen la misma procedencia: la Divina Providencia. Rashí enfatiza que estas leyes tienen igual validez que los Diez Mandamientos porque también provienen del Sinaí. Por ello, el Gaón de Vilna objetaba que los feligreses se pongan de pie en la sinagoga durante la lectura de los Diez Mandamientos, porque no se debe diferenciar entre las Mitsvot: todas tienen igual validez.

El Midrash relaciona nuestro texto con un versículo de Tehilim que se recita en el Shajarit de Shabat: “pronuncia Sus palabras a Yaacov, Sus ordenanzas a Yaacov”. El Midrash identifica el término “palabras” con los Diez Mandamientos que se denominan “Aséret Hadiberot”, las “Diez Palabras”. El término “ordenanzas” corresponde al término hebreo “jukim” que según los exégetas se refiere a las ordenanzas que no tienen explicación lógica, son solamente la revelación de la Voluntad de Dios.

Cabe destacar que el versículo de Tehilim se refiere a “Sus palabras” y a “Sus ordenanzas”, o sea que estas leyes son las mismas leyes que Dios cumple. Dios ordena al ser humano que se conduzca de acuerdo con las normas que Él mismo cumple. En realidad, leemos en Bereshit que Dios creó el universo en 6 días y luego descansó el séptimo, que se denomina Shabat. Por ello, porque Dios descansó en el séptimo día, la Torá exige que nosotros también descansemos. O sea que Dios también cumple con el descanso del día Shabat. De alguna manera, entonces, la esencia de Dios incluye el concepto de la Mitsvá.

El éxodo de Egipto que condujo al Har Sinai incluyó varios pasos simbolizados por las expresiones “Vehotsetí”, “Vehitsaltí”, “Vegaaltí” y “Velakajtí”. Cada uno de estos vocablos describe una etapa diferente en un proceso que culminó en el Sinaí. Primero era necesario ponerle fin al yugo físico representado por el vocablo “Vehotsetí”: el pueblo hebreo tenía que ser extraído de Egipto porque el ambiente idólatra no permitía continuar por el sendero trazado por los patriarcas. 

Una etapa posterior está representada por “Vehitsaltí”, que significa la purificación espiritual necesaria para desechar el culto de la muerte que regía en Egipto. “Vegaaltí” representa la etapa de salvación y redención: la búsqueda de un propósito, un telos para el pueblo. La última etapa es “Velakajtí”, la expresión con la cual Dios adopta a los hebreos como Su pueblo, mientras Él se erige como el Dios de ese pueblo. Esa relación recíproca, ese Brit, es la base fundamental del judaísmo.

¿Cómo se puede materializar este “Velakajtí”? ¿Cómo puede el judío acercarse cada vez más a Dios para simbolizar esta dependencia mutua: nosotros somos Su pueblo y Él es nuestro Dios? La respuesta está en nuestros capítulos: Mishpatim. La esencia de Dios incluye la Mitsvá, o sea que a través del cumplimiento de las Mitsvot podemos apreciar la Presencia de Dios.

El Talmud especula que Dios se coloca Tefilín, hecho que se integra con nuestro planteamiento de que Dios cumple con las Mitsvot. Nuestros Tefilín contienen cuatro párrafos: Shemá Israel, la afirmación inequívoca acerca de la existencia de un solo Dios, a quien tenemos que amar con todo nuestro ser; la noción de la recompensa y el castigo por el cumplimiento o la desobediencia de las Mitsvot; la consagración de los primogénitos al servicio de Dios y, por último, la promesa Divina de conducir al pueblo hebreo a la Tierra Prometida.

¿Qué está escrito sobre los pergaminos de los Tefilín de Dios? Esta vez, el énfasis es sobre el pueblo hebreo, porque está escrito: “¿Quién como tu pueblo Israel, pueblo único en la tierra?” Es insuficiente señalar que el monoteísmo es la base del judaísmo. Su característica fundamental es la acción, la Mitsvá, cuyo cumplimiento facilita el acercamiento a Dios, el propósito básico de “Velakajtí”.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 24 MITSVOT POSITIVAS Y 29 PROHIBICIONES

42.     ​Éxodo 21:2 Leyes referentes a un esclavo hebreo

43.     ​Éxodo 21:8 Estatus conyugal de una esclava hebrea

44.     ​Éxodo 21:8 Redención de una esclava hebrea

45.     ​Éxodo 21:8 Quien compra una esclava hebrea de su padre, no podrá venderla

46.     ​Éxodo 21:10 No disminuir o negar a la esposa: comida, vestimenta, derechos conyugales

47.     ​Éxodo 21:12 La corte debe ejecutar por estrangulación al que merece esta forma de muerte

48.     ​Éxodo 21:15 No golpear al padre o a la madre al que merece esta forma de muerte

49.     ​Éxodo 21:18 Leyes de castigos

50.     ​Éxodo 21:10 La corte debe ejecutar por espada al que merece esta forma de muerte

51.     ​Éxodo 21:18 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por anímales domésticos

52.     ​Éxodo 21:28 No comer del buey sentenciado a ser lapidado

53.     ​Éxodo 21:33 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por un pozo

54.     ​Éxodo 21:37 Corte obligada a imponer pago al ladrón

55.     ​Éxodo 22:4 Corte obligada a imponer daños causados por un animal doméstico por pastear o pisotear

56.     ​Éxodo 22:5 Corte obligada a adjudicar daños por causa de fuego

57.     ​Éxodo 22:6 Corte obligada a adjudicar el pago a un custodio

58.     ​Éxodo 22:8 Corte obligada a adjudicar a ambos litigantes

59.     ​Éxodo 22:9 Corte obligada a custodia que recibe pago u otro tipo de custodia

60.     ​Éxodo 22:13 Corte obligada a adjudicar caso de quien pide prestado un objeto para uso 

61.     ​Éxodo 22:15 Corte obligada a adjudicar caso de un seductor

62.     ​Éxodo 22:17 No permitirle vida a la hechicera

63.     ​Éxodo 22:20 No oprimir verbalmente a aquel que se convierte al judaísmo

64.     ​Éxodo 22:20 No engañar a aquel que se convierte al judaísmo en casos de propiedad

65.     ​Éxodo 22:21 No maltratar a un huérfano o a una viuda

66.     ​Éxodo 22:24 Prestar al pobre

67.     ​Éxodo 22:24 No insistir el pago de deuda al pobre quien no tiene recursos para pagar

68.     ​Éxodo 22:24 No ayudar al prestamista ni al acreedor ejecutar un préstamo con intereses

69.     ​Éxodo 22:27 No maldecir al juez

70.     ​Éxodo 22:27 No maldecir el Nombre de Dios

71.     ​Éxodo 22:27 No maldecir al gobernante

72.     ​Éxodo 22:28 No apartar el diezmo en un orden equivocado

73.     ​Éxodo 22:30 No comer de un animal calificado treifá

74.     ​Éxodo 23:1 No escuchar un alegato en la corte si la parte opuesta no está presente

75.     ​Éxodo 23:1 El pecador no debe dar testimonio

76.     ​Éxodo 23:2 No se debe condenar un caso de pena capital por la mayoría de un solo juez

77.     ​Éxodo 23:2 El juez que argumenta inocencia en caso de pena capital no debe luego argumentar por culpa

78.     ​Éxodo 23:2 Seguir la mayoría en decisiones legales

79.     ​Éxodo 23:3 No se debe mostrar piedad por el pobre durante el juicio

80.     ​Éxodo 23:5 Quitar carga pesada del animal del prójimo

81.     ​Éxodo 23:6 No pervertir la justicia en el caso de un pecador

82.     ​Éxodo 23:7 No decidir un caso de pena capital a través de probabilidades

83.     ​Éxodo 23:8 El juez no debe recibir soborno

84.     ​Éxodo 23:11 La obligación de Shemitá, dejar sin dueño el producto de la tierra en el año Sabático (séptimo año)

85.     ​Éxodo 23:12 Descansar en Shabat

86.     ​Éxodo 23:13 No jurar invocando un ídolo

87.     ​Éxodo 23:13 No conducir al pueblo judío a la idolatría

88.     ​Éxodo 23:14 Traer ofrendas al Templo Sagrado en las festividades

89.     ​Éxodo 23:18 No hacer la ofrenda de Pésajmientras se posee aún jaméts

90.     ​Éxodo 23:18 No permitir que partes de la ofrenda de Pésaj trasnochen

91.     ​Éxodo 23:19 Traer los Bikurim (primeros frutos) al Templo 

92.     ​Éxodo 23:19 No cocinar carne en leche

93.     ​Éxodo 23:32 No hacer tratados con las siete naciones que debían ser erradicadas de la Tierra de Israel, ni con idólatras

94.     ​Éxodo 23:33 No permitir que se asienten idólatras en la Tierra de Israel

MISHPATIM

EXODUS XXI:1-XXIV:18

THE MITZVAH AS AN INDISPENSABLE FACTOR IN JUDAISM

These chapters outline the “civil” behavior necessary to be able to live together in a community environment. Thus, the Torah does not differentiate between “religious” and “civil” Laws. Both have the same origin: Divine Providence. Rashi, the Torah commentator, emphasizes that these Laws have the same validity as the Ten Commandments because they also come from Sinai. For this reasonthe Vilna Gaonobjected to the parishioners standing in the synagogue during the reading of the Ten Commandments, because there is no distinction to be made between Mitsvot: they all have equal validity.

The Midrash relates our text to a verse from Tehillim(Psalms) that is recited in the morning prayers of Shacharit of Shabbat: “He speaks His words to YaakovHis ordinances to Yaakov.” The Midrash identifies the term “words” with the Ten Commandments which are called “Aseret Hadibrot“, the “Ten Words”. The term “ordinances” corresponds to the Hebrew term “Chukim” which, according to exegetes, refers to ordinances that have no logical explanation, seen only as the revelation of God’s Will.

Notably, the Tehillim verse refers to “His words” and “His ordinances,” meaning that these laws are the same laws that God keeps. God commands man to behave according to the standards that He Himself fulfills. Weread in Bereshit that God created the universe in 6 days and then rested on the seventh, which is called Shabbat. Therefore, because God rested on the seventh day, the Torah requires that we also rest. In other words, God also fulfills the Sabbath rest. In a way, then, the essence of God includes the concept of the Mitzvah.

The exodus from Egypt leading up to Har Sinaiincluded several passages symbolized by the expressions “Vehotseti,” “Vehitsali,” “Vegaalti,” andVelakachti.” Each of these words describes a different stage in a process that culminated at Sinai. First it was necessary to put an end to the physical yoke represented by the word “Vehotseti“: the Hebrew people had to be removed from Egypt because the idolatrous environment did not allow them to continuethe path traced by the patriarchs. 

A later stage is represented by “Vehitsalti,” which signifies the spiritual purification necessary to cast off the cult of death that ruled Egypt.Vegaaltí” represents the stage of salvation and redemption: the search for a purpose, a telos for the people. The last stage is “Velakachti,” the expression by which God adopts the Hebrews as His people, while He sets Himself up as the God of that people. That reciprocal relationship, this Brit, is the fundamental basis of Judaism.

How can this “Velakajtí” materialize? How can the Jew draw ever closer to God to symbolize this mutual dependence: we are His people, and He is our God? The answer is in our chapters: Mishpatim. The essence of God includes the Mitzvah, meaning that through the fulfillment  of the Mitsvot we can appreciate the Presence of God.

The Talmud speculates that God puts on Tefillin, a fact that integrates with our view that God fulfills the Mitsvot. Our Tefillin contain four paragraphs: Shema Yisrael, the unequivocal affirmation of the existence of one God, whom we must love with all our being; the notion of reward and punishment for the fulfillment or disobedience of the Mitsvot; the consecration of the firstborn to the service of God; and, finally, the consecration of the firstborn to the service of God;  the Divine promise to lead the Hebrew people to the Promised Land.

What is written on the scrolls of God’s Tefillin? This time, the emphasis is on the Hebrew people, for it is written, “Who is like your people Israel, the only people in the land?” It is insufficient to point out that monotheism is the basis of Judaism. Its fundamental characteristic is action, the Mitzvah, the fulfillment of which facilitates the approach to God, the basic purpose of “Velakachti“.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 24 POSITIVE MITSVOT AND 29 PROHIBITIONS

42. ​Exodus 21:2 Laws Concerning a Hebrew Slave.

43. ​Exodus 21:8 Marital Status of a Hebrew Slave.

44. ​Exodus 21:8 Redemption of a Hebrew Slave Girl.

45. ​Exodus 21:8 Whosoever buys a Hebrew handmaid from her father, may not sell her.

46. ​Exodus 21:10 Do not diminish or deny the wife: food, clothing, conjugal rights.

47. ​Exodus 21:12 The court must execute by strangulation the one who deserves this form of death.

48. ​Exodus 21:15 Do not strike the father or mother who deserves this form of death.

49. ​Exodus 21:18 Laws of punishment.

50. ​Exodus 21:10 The court must execute by the sword the one who deserves this form of death.

51. ​Exodus 21:18 Obligation of the Court to award damages caused by domestic animals.

52. ​Exodus 21:28 Do not eat of the ox sentenced to be stoned.

53. ​Exodus 21:33 Obligation of the court to award damages caused by a pit.

54. ​Exodus 21:37 Court forced to impose payment on thief.

55. ​Exodus 22:4 Court forced to impose damage caused by a domestic animal by grazing or trampling.

56. ​Exodus 22:5 Court forced to award fire damages.

57. ​Exodus 22:6 Court forced to award payment to a custodian.

58. ​Exodus 22:8 Court forced to adjudicate both litigants.

59. ​Exodus 22:9 Court obligated to receive custody payment or other custody.

60. ​Exodus 22:13 Court forced to adjudicate case of one who borrows an object for use.

61. ​Exodus 22:15 Court forced to adjudicate case of a seducer.

62. ​Exodus 22:17 Do not allow the sorceress to live.

63. ​Exodus 22:20 Do not verbally oppress one who converts to Judaism.

64. ​Exodus 22:20 Do not deceive one who converts to Judaism in cases of property.

65. ​Exodus 22:21 Do not mistreat an orphan or a widow.

66. ​Exodus 22:24 Lending to the poor.

67. ​Exodus 22:24 Do not insist on the payment of debt to the poor who have no means to pay.

68. ​Exodus 22:24 Do not help the lender or creditor foreclose on an interest-bearing loan.

69. ​Exodus 22:27 Do not curse the judge.

70. ​Exodus 22:27 Do Not Curse the Name of God.

71. ​Exodus 22:27 Do not curse the ruler.

72. ​Exodus 22:28 Do not set aside tithing in the wrong order.

73. ​Exodus 22:30 Do not eat from a qualifying animal Treifa.

74. ​Exodus 23:1 Do not hear pleadings in court if the opposing party is not present.

75. ​Exodus 23:1 A sinner is not to bear witness.

76. ​Exodus 23:2 A capital case should not be condemned by a majority of a single judge.

77. ​Exodus 23:2 The judge who argues innocence in the case of capital punishment must not then plead guilty.

78. ​Exodus 23:2 Following the majority in legal decisions.

79. ​Exodus 23:3 No mercy should be shown for the poor during judgment.

80. ​Exodus 23:5 Removing a heavy burden from a neighbor’s animal.

81. ​Exodus 23:6 Do not pervert righteousness in the case of a sinner.

82. ​Exodus 23:7 Don’t decide a capital punishment case by way of probabilities.

83. ​Exodus 23:8 The judge must not take a bribe.

84. ​Exodus 23:11 The obligation to Shemitah, to leave for everyone the produce of the land without an owner in the Sabbatical Year (seventh year).

85. ​Exodus 23:12 Rest in Shabbat.

86. ​Exodus 23:13 Do not swear by calling on an idol.

87. ​Exodus 23:13 Do not lead the Jewish people into idolatry.

88. ​Exodus 23:14 Bringing Offerings to the Holy Temple on Holidays.

89. ​Exodus 23:18 Do not make the offering of Passover while still possessing Jamets (leavened foods).

90. ​Exodus 23:18 Do not allow parts of the Passover offering for the latter part of the night.

91. ​Exodus 23:19 Bring the Bikurim (first fruits) to the Temple.

92. ​Exodus 23:19 Do not cook meat in milk.

93. ​Exodus 23:32 Do not make treaties with the Seven Nations that were to be eradicated from the Land of Israel, nor with idolaters.

94. ​Exodus 23:33 Do not allow idolaters to settle in the Land of Israel.

YITRO

EXODUS XVIII:1-XX:23

CREATION CONTINUES

Several years ago, the United States managed to land a robot on the surface of Mars, which, after a few days, began to glide on the surface of the planet. The mission of the rover sent by NASA was to search for traces of life on the red planet. Meanwhile, the full-color photographs are dazzling and testify to the development of today’s technology, which allows data to be transmitted millions of miles away. The success of this feat probably spurred President George W. Bush’s announcement of future U.S. plans to send a human mission to the Moon again, and to Mars a few years later.

When we look up at the heavens, the planets don’t seem so distant because now we can get closer to them, and even step on their surface. However, we must not forget that the universe is in a state of constant explosion. In fact, the galaxy to which our solar system belongs is so large that new terms had to be created to describe the distances between the stars that make it up: the term is “light years”, which is based on the speed of 300,000 kilometers per second with which light travels. ́

Who created this vast universe? Science offers several hypotheses, but none is entirely satisfactory. Certainty seems to be an impossibility to explain the birth or eternal existence of the universe. Even the word “eternal,” which is related to the notion of time, turns out to be a problem for physicists, who assume that time is an integral part of the universe and that it makes no sense to talk about “before” the universe had emerged.

For the man of faith, the answer is clear: God created the universe and everything in it, and that is the fundamental theme of the first book of the TorahBereshit. The act of creation is depicted in all majesty and a detailed description of the elements that were created on each of the 6 days of creation. 

The second book of the Torah, Shemot, is so named because it is the first word significantly different from the first verse of the text, following the rabbinic tradition that states that the letter “vav” of the first word “veele” implies that there is a relationship between our text and the earlier text, with which the book of Bereshiends which recounts the death of the patriarch Yaakov. Perhaps we should think of this “vav,” which is a conjunction, as the link that binds the two books:  Shemotand Bereshit, so that Shemot is a continuation of Bereshit, whose basic theme is creation. While Bereshit first refers to the cosmic creation and then continues with the history of the human species, focusing on the origins of the Hebrew people through the lives of the patriarchs, Shemot concentrates on the making of the Hebrew people as a nation and their selection to convey God’s message according to the instruction they received at Mount Sinai.

In reviewing the description of creation in Bereshit, we notice that man constitutes the last element of creation, a kind of last-minute appendage, or perhaps, because he is the last element, the human being constitutes the basic purpose of all creation. According to an ancient tradition, there is an alternate way of designating the five books of the Torah, and in it, Shemot is called the “Second Book,” while the other books retain their proper names. According to this nomenclature, Shemot is an extension of the first book Bereshit

For the physicist, the universe consists of particles and energy that are related through a mathematical formulation that Einstein described. Every advance in mathematics and refinement of telescopes allows for the discovery of more elementary particles and theories that defy the imagination: gravity and antigravity, matter and antimatter, space and “black holes.”

For the man of faith, the act of creation must be seen through a moral axis and an ethical lens. This is why, perhaps, we read that when God appears through a burning bush, He answers Moshe’s (Moses) question about His identity: Ehyeh asherEhyeh“I will be who I will be,” which implies that God is “being,” He is the source of all existence: He is the God who created all that exists, and without Him nothing has existence. 

But then God goes on to say that He is the God of the patriarchs of Avraham (Abraham)Yitschak (Isaac) and Yaakov (Jacob). On the one hand, the cosmos owes its existence to God, but, on the other hand, this God of the universe cares about man, even about the destiny of everyone. Perhaps the culmination of the process of creation is the episode of the revelation on Mount Sinai, which is the theme of our biblical chapters, and the erection of the Mishkan (Tabernacle) as a symbol of God’s continuing presence in the heart of the Hebrew people and, therefore, in the history of humanity.

It is the “Law” with its moral content, “thou shalt not kill” and “thou shalt not steal”, “thou shalt not commit adultery” and “thou shalt not bear false witness”, “honor Shabbat” (seventh day of the week) and “honor thy parents”, among others, are the elements that facilitate human coexistence and point to the purpose of creation. One reason for the creation of the universe: the implementation of the Brit, the covenant between God and man that allows the moral evolution of the human being to come closer and closer to the essence of the Divine.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 3 POSITIVE MITSVOT AND 14 PROHIBITIONS

25. Exodus 20:2 Believing in the Existence of God.

26. Exodus 20:3 Do not believe in any god other than God.

27. Exodus 20:4 Do not make graven images or images (of gods).

28. Exodus 20:5 Do not bow down or serve these images.

29. Exodus 20:5 Do not worship an idol according to the way it is customary to worship it (or worship it in any other way).

30. Exodus 20:7 Do not swear in vain (pronouncing the Name of the Lord).

31. Exodus 20:8 Verbally keep Shabbat holy.

32. Exodus 20:10 Do no work on Shabbat.

33. Exodus 20:12 Honoring Father and Mother.

34. Exodus 20:13 Do not murder an innocent person.

35. Exodus 20:14 Do not commit adultery.

36. Exodus 20:15 Do not kidnap a Jew.

37. Exodus 20:16 Do not bear false witness.

38. Exodus 20:17 Do not covet what belongs to another.

39. Exodus 20:23 Do not make sculptures in human form, even as ornament.

40. Exodus 20:25 Do not build an altar with hewn stones.

41. Exodus 20:26 Do not go up to the altar by steps (but by a ramp).

YITRÓ

ÉXODO XVIII:1-XX:23

LA CREACIÓN CONTINÚA

Unos años atrás, Estados Unidos logró que un robot se posara sobre la superficie de Marte, el cual, después de unos días, empezó a deslizarse sobre la superficie del planeta. La misión del robot que envió la nasa fue buscar vestigios de vida en el planeta rojo. Mientras tanto, las fotografías, a todo color son deslumbrantes y testimonian el desarrollo de la tecnología actual, que permite que se transmita data amillones de kilómetros de distancia. El éxito de esta hazaña probablemente estimuló el anuncio del presidente George W. Bush acerca de los futuros planes norteamericanos para enviar nuevamente una misión humana a la Luna, y a Marte unos años más tarde.

Al levantar nuestra vista a los cielos, los planetas no lucen tan distantes porque ahora podemos acercarnos a ellos, e incluso, pisar su superficie. Sin embargo, no debemos olvidar que el universo está en un estado de constante explosión. Incluso, la galaxia a la cual pertenece nuestro sistema solar es tan extensa que hubo que crear nuevos términos para describir las distancias entre las estrellas que la integran: el término es “años luz”, que se basa en la velocidad de 300.000 kilómetros por segundo con la cual se desplaza la luz.

¿Quién creó este vasto universo? La ciencia ofrece varias hipótesis, pero ninguna es enteramente satisfactoria. La certeza luce como una imposibilidad para explicar el nacimiento o la eterna existencia del universo. Incluso la palabra “eterna”, que está relacionada con la noción del tiempo, resulta ser un problema para los físicos, quienes asumen que el tiempo es una parte integral del universo y que carece de sentido hablar de “antes” de que hubiera emergido el universo.

Para el hombre de fe, la respuesta es clara: Dios creó el universo y todo lo que contiene y ese es el tema fundamental del primer libro de la Torá, Bereshit. El acto de la creación está representado con toda majestad y una detallada descripción de los elementos que fueron creados en cada uno de los 6 días de creación. 

El segundo libro de la ToráShemot, recibe este nombre porque es la primera palabra significativamente diferente del primer versículo del texto, siguiendo la tradición rabínica que afirma que la letra “vav” de la primera palabra “veele” implica que hay una relación entre nuestro texto y el texto anterior, con el cual termina el libro Bereshit, que relata la muerte del patriarca Yaacov. Tal vez deberíamos pensaren esta “vav”, que es una conjunción, como el eslabón que une a los dos libros: Shemot y Bereshit, de tal manera que Shemot es una continuación de Bereshit, cuyo tema básico es la creación. Mientras que Bereshit se refiere en un comienzo a la creación cósmica y luego continúa con la historia de la especie humana, para centrarse en los orígenes del pueblo hebreo por intermedio de la vida de los patriarcas, Shemot se concentra en la conformación del pueblo hebreo como una nación y su selección para transmitir el mensaje de Dios de acuerdo con el instructivo que recibió en el monte Sinaí.

Al revisar la descripción de la creación en Bereshit notamos que el hombre constituye el último elemento de la creación, una especie de apéndice de último momento, o tal vez, por ser el último elemento, el ser humano constituye el propósito básico de toda la creación. De acuerdo con una antigua tradición, existe una manera alterna de designar los cinco libros de la Toráy, en ella, Shemot recibe el nombre de “Segundo Libro”, mientras que los otros libros retienen sus nombres propios. De acuerdo con esta nomenclatura, está claro que Shemot es una extensión del primer libro Bereshit

Para el físico, el universo consiste en partículas y energía que se relacionan a través de una formulación matemática que describió Einstein. Cada avance de las matemáticas y refinamiento de los telescopios permite el descubrimiento de partículas más elementales y teorías que retan la imaginación: gravedad y antigravedad, materia y antimateria, espacio y “huecos negros”.

Para el hombre de fe, el acto de la creación tiene que ser visto a través de un eje moral y una óptica ética. Por ello, tal vez, leemos que cuando Dios aparece a través de una zarza ardiente, responde a Moshé a la interrogante acerca de Su identidad: Ehyé asher Ehyé, “Seré quien Seré”, que implica que Dios es “ser”, es la fuente de toda existencia: es el Dios que creó todo lo que existe y, sin Él, nada tiene existencia. 

Pero seguidamente Dios continúa y manifiesta que es el Dios de los patriarcas de AvrahamYitsjak y Yaacov. Por un lado, el cosmos debe su existencia a Dios, pero, por otro lado, este Dios del universo se preocupa por el hombre, incluso por el destino de cada individuo. Tal vez la culminación del proceso de la creación sea el episodio de la revelación en el monte Sinaí, que es el tema de nuestros capítulos bíblicos, y la erección del Mishkán como un símbolo de la continua presencia de Dios en el seno del pueblo hebreo y, por ende, en la historia de la Humanidad.

Es la “ley” con su contenido moral, el “no matarás” y “no robarás”, “no cometerás adulterio” y “no darás falso testimonio”, “honra el Shabat” y “honra a tus padres”, entre otros, son los elementos que facilitan la convivencia humana y que señalan el propósito de la creación. Una razón para la creación del universo: la implementación del Brit, el pacto entre Dios y el hombre que permite la evolución moral del ser humano para que se aproxime cada vez más a la esencia de la Divinidad.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 3 MITSVOT POSITIVAS Y 14 PROHIBICIONES

25. Éxodo 20:2 Creer en la existencia de Dios.

26. Éxodo 20:3 No creer en ningún otro dios diferente a Dios.

27. Éxodo 20:4 No hacer ni esculturas ni imágenes (de dioses).

28. Éxodo 20:5 No postrarse ni servir estas imágenes.

29. Éxodo 20:5 No adorar un ídolo de acuerdo con la forma en que se acostumbra a adorarlo (ni adorarlo de ninguna otra forma).

30. Éxodo 20:7 No jurar en vano (pronunciando el Nombre del Eterno).

31. Éxodo 20:8 Verbalmente santificar el Shabat.

32. Éxodo 20:10 No hacer ningún trabajo en Shabat.

33. Éxodo 20:12 Honrar a padre y madre.

34. Éxodo 20:13 No asesinar una persona inocente.

35. Éxodo 20:14 No cometer adulterio.

36. Éxodo 20:15 No secuestrar un judío.

37. Éxodo 20:16 No dar testimonio falso.

38. Éxodo 20:17 No codiciar lo que pertenece a otro.

39. Éxodo 20:23 No hacer esculturas con forma humana, incluso como ornamento.

40. Éxodo 20:25 No construir un altar con piedras labradas.

41. Éxodo 20:26 No subir al altar por gradas (sino por una rampa).

BESHALACH

EXODUS XIII:17-XVII:16

CONCERN FOR MORTAL REMAINS

Before he passed away, the patriarch Yaakov (Jacob) expressed to his sons his desire to be buried in the Promised Land: Israel. The Torah relates that Yosef (Joseph) commissioned Egyptian doctors who were experts in this field, to embalm the patriarch, a task that lasted 40 days. Then, all of Egypt mourned the passing for a period of 70 days. At the end of this period of weepingYosef went to Pharaoh’s court to intercede with the monarch and request permission to bury the patriarch in the Promised Land, as Yosef had sworn to do. 

Pharaoh approved the request, and a large delegation of Egyptian notables, along with the patriarch’s sons, set out for Israel. Once they crossed the Yarden (Jordan) River and arrived at a place called Goren Haatad, they completed 7 days of mourning. The most honorable Egyptian delegation did not go unnoticed by the inhabitants of the region, who concluded that the deceased was a very important personage in Egypt. 

It should be noted that Yosef, who held a position subordinate only to the Pharaoh, had to ask the monarch for permission to bury his father. Yosef’s decision-making power was quite limited if he needed Pharaoh’s consent to be absent from the country. Perhaps the request for the leave was due to the reason for the trip. 

By expressing that he wished his mortal remains to rest in Israel, Yaakov was stating that he did not consider himself an Egyptian. This is highlighted by his refusal to assimilate into local customs and traditions, preferring to be faithful to the teachings of his ancestors. Considering that the Egyptian cult of the dead emphasized that the afterlife was the permanent residence of the person, Yaakov‘s will clearly manifested where his loyalty lay and what his cultural and spiritual north was.

My late father, who was born in Poland, where he served as rabbi for 7 years and then as Chief Rabbi of Peru for 3 decades, during his lifetime never visited the State of Israel. He died in New York City in early 1968. However, he had acquired two graves in a cemetery in Jerusalem, where he was buried. The second grave would be filled years later by my late mother. Although my father never set foot in the land of Israel, he knew its geography and history. He knew the name of every place where the Hebrews had camped during the years of their wilderness journey after the exodus from Egypt. Where they had found water and where they had to use weapons to defend themselves.

Theodore Herzl, founder of political Zionism, buried in the city of Vienna, had included in his will the request that his remains be transferred to the land of Israel after the creation of an independent Jewish state. Centuries earlier, many rabbis had expressed their desire to be buried in Israel. According to an ancient tradition, in the messianic era all corpses would be transported to the Promised Land and these scholars wanted to prevent their bodies from having to make a long and painful journey. Seeing life as fleeting and death as long-lasting, many people longed to rest in the land of their ancestors—their true home.

We note that Yosef did not have excessive power in Egypt and that he never lost his Hebrew identity. It is possible that, for some time, the idea of integration into Egyptian culture popped through his mind, especially during the years of difficulty that were followed by success at the Pharaoh’s court. But the presence of the brothers who came to Egypt to look for food brought about a return to the roots: he could not deny who he really was.

Just as the patriarch Yaakov had done, Yosef also insisted that he wanted to be buried in Israel. He swore an oath that his remains would accompany the people during the exodus from Egypt. While the Hebrews received loans of all kinds of goods from the Egyptians before the exodus (a kind of compensation for the free forced labor they had provided), Moshe (Moses) took care to collect the “bones” of Yosef to accompany the people during their journey through the desert.

The Hebrew people traveled through the desert with two arks: one of them contained the Two Tablets of the Law and the second the mortal remains of Yosef. When asked what the relation between the Tablets of the Law was, which contained the rules for a constructive life in this world, while the second ark contained the remains of a dead man, the people answered: he who rests in this ark, referring to Yosef, fulfilled the instructions represented by the Tablets of the Law, the second ark. In this way, Yosef participated in the exodus from Egypt together with his people, an exodus that is the central theme of these chapters of the Bible and that is remembered in the fundamental celebrations of Jewish tradition.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 1 PROHIBITION

24. Exodus 16:29 Do not go beyond the limit allowed on Shabbat