YAACOV LUCHA CONTRA UN ÁNGEL
Parashá VAYISHLAJ
El patriarca se había ausentado del hogar de sus padres porque temía la justificada ira de su hermano Esav. ¿Acaso no había obtenido ilícitamente la bendición patriarcal en detrimento de su hermano? Sus padres le advirtieron de la posible venganza fraternal y Yaacov encontró refugio en el hogar de su tío Laván, donde contrajo matrimonio con sus dos hijas. Incluyendo las concubinas que le fueron adjudicadas, Yaacov se convirtió en el progenitor de doce hijos quienes, a su vez, engendraron las doce tribus de Israel.
Después de veinte años de ausencia del hogar paterno, llegó el momento del retorno. En los últimos días, Yaacov había concluido que la influencia de Laván lo había contagiado y que había llegado la hora de enfrentar la realidad: la ira de su hermano. Pero esta vez venía acompañado por doce varones, una multitud de sirvientes y miles de cabezas de animales que conformaban su rebaño. Los exploradores que envió informaron que Esav venía al encuentro con cuatrocientos hombres, número que auguraba una confrontación bélica. Yaacov tenía que prepararse.
La noche antes del encuentro salió solo, posiblemente para meditar acerca del posible desenlace del próximo día.
Topó con un ish, un enigmático ser humano o ángel contra quien tuvo que luchar hasta el amanecer. ¿Quién era esa figura emblemática? Era un hombre, un ser diabólico o un ángel. Si era efectivamente un ángel, ¿cuál había sido su misión? Hay quienes opinan que se trató del ángel protector de Esav que venía a herir a Yaacov para debilitarlo antes del encuentro del día siguiente entre los hermanos. Otros opinan que era el ángel protector de Yaacov, cuya misión era entrenarlo y enseñarle cómo sobreponerse a Esav.
Rambam opina que este episodio ocurrió en el cerebro de Yaacov. Se trató de un sueño. Tal como el burro de Bileam que, años más tarde, hablaría solamente en la mente del profeta. Una especie de fantasía que tenía una característica profética. De acuerdo con Rambam, el texto bíblico se refiere, tal vez, a la lucha que Yaacov tuvo que hacer contra sí mismo. El sueño había tenido una fuerza real porque le había producido una herida en el muslo.
Rabí Yosef Karo considera que las experiencias de los patriarcas son un augurio para el futuro de la nación hebrea.
El viaje de Abraham a Egipto en respuesta a la hambruna de Canaán vaticina el exilio de su descendencia en la esclavitud egipcia. Los acontecimientos que acompañaron la vida de Yitsjak corresponden al exilio en Babilonia y Yaacov ejemplifica el exilio milenario del pueblo hebreo. Ahora, Esav exige la devolución de la bendición paterna y los derechos del primogénito que Yaacov arrebató. Esav sabe que no tiene méritos para ello y envía a su ángel protector para que luche contra Yaacov. Yaacov sale vencedor del encuentro y el ángel lo bendice y de esa manera confirma a quien pertenece la bendición que el anciano Yitsjak había dispensado.
El caso de la primogenitura es diferente: Karo opina que la herida que Yaacov recibe en el muslo es una señal que este asunto no ha sido resuelto. Con los regalos que Yaacov ofrece a Esav en este anticipado encuentro, se cumple el pago completo por la primogenitura, ya que Esav sabe que no posee la integridad moral para asumir la conducción religiosa de la familia, función primordial de la primogenitura.
La cojera de Yaacov se cura después de que Esav acepta los regalos de su hermano.
Shaul Regev cita a Rabí Eliécer Ashkenazi, quien opina que la primogenitura fue adquirida legalmente por Yaacov.
Incluso recibió un documento firmado por Esav que, tal como era la costumbre, ató a su cintura y por ello el ángel lo atacó allí. La idea es que Yaacov no adquirió ese derecho a través de una estratagema, conducta que se deriva de la etimología de su nombre, Yaacov. Por ello, el ángel le cambió el nombre de Esav por Israel, cuyo significado es serará, autoridad.
Abarbanel, que se apunta a la interpretación de Rambam que todo había sucedido en el transcurso de un estupor profético, diferencia entre “sueño” y “visión”. En el caso de una “visión profética”, los hechos adquieren una realidad tangible, como en el caso de los tres personajes que se presentaron ante el convaleciente Abraham después de la cir cuncisión.
Para Abarbanel, no era solamente una persona que deseaba eliminar a Yaacov; el ángel representó a una nación y, por ello, la lucha contra Israel no terminó con ese episodio. El pueblo judío no será derrotado, pero será herido.
Mientras Israel resida en el territorio de Esav, mientras se encuentre en el exilio, tendrá que sufrir heridas. Pero cuando llegue la redención final, los otros pueblos tendrán que ofrecerle una bendición y, de esta manera, confirmarán la autenticidad y legitimidad de la bendición original que Yaacov recibió del anciano Yitsjak.
ANTISEMITISM FOREVER
There is a limitless number of theories and essays about antisemitism. Why? It seems that, while if not the oldest form of social, racial and political hate, it surely is the one that has defied time as did the Egyptian pyramids, whose people were one of the originators of this malady.
Notwithstanding the fact that no one theory seems to be totally satisfactory, we keep writing and thinking it. Why? We feel that if we would really understand this phenomena we could confront it, fight it, and overcome it.
Of all the theories that have been forthcoming, I personally am inclined to the one that claims that it is a matter of scapegoating. It fulfills the need to blame someone else for personal or national shortcomings and failures. Of course, scapegoating can be associated with envy, jealousy, with the otherness of the Jew and many other factors. However, I tend to think that the seed that is mainly responsible for the constant presence of antisemitism is scapegoating.
This idea has a basis in the biblical narrative of the first couple who practice it after disobeying God`s command. Adam argues that Eve gave him the prohibited fruit and Eve, in turn, blames the snake. Why?
Maybe it is part of human nature. Evade responsibility by blaming others. Every type of society or national entity at one time or another, has to explain a fiasco or give reasons for not responding to the essential needs of its constituents. While it is not always possible to respond to all wants, there is the need to justify the naked and difficult present and hence the very useful presence of a scapegoat.
In the course of the holiest day, Yom Kippur, the Bible introduces the idea of a scapegoat, in fact two of them, for the purpose of sin cleansing, that is to justify failure, or error, or sin in the language of religion.
It appears that the idea of a scapegoat is part of human DNA, a natural reaction to justify shortcomings, similar to a fast heartbeat when facing danger.
What I am basically saying is that antisemitism cannot be explained with rational categories. Whatever its origin, it is an unfortunate reality that will continue to accompany us for the foreseeable future.
We spend energy and thought in investigating the reasons for phenomena because we presume that were we to understand reality better, we could probably direct its course in a different direction that contributes to our wellbeing.
The supposition is that if we would really comprehend better an illness such as cancer, or cancers, we would be able to fight it more efficiently, conquer it, even cure it. At least we have done this with other illnesses.
On the other hand, we study “black holes” and cosmological events in order to “learn” about the universe and advance the understanding of our own planet. It is part of our intellectual curiosity, but no one has put forth the idea that we can change the course of the sun, or impede the demise of some star in our galaxy. We mainly want to understand, comprehend what are the basic forces that rule in space, without of course thinking for a moment that we can interfere with a limitless universe.
Comparisons have limited use, but can be, nevertheless didactic. For the time being, I think we can assume that the basic drives of a human being cannot be altered. Almost as impossible as to change the course of the earth’s orbit around the sun. Culture and civilization touch the surface of human behavior, but many traits such as hate and love, envy and generosity, survival and dreams are facts that make us what we are, and cannot be altered or eliminated. For the predictable future, at least.
To go back to our initial interest in antisemitism that is rooted in scapegoating, it is here to stay. That does not mean we should not confront it and try to modify its effects. We certainly should do so, but at the same time remember that our victories can only be fleeting, or as someone sentenced: “antisemitism is a light sleeper”.
Why did scapegoating morph into antisemitism? Maybe because the Jews refused to disappear into the rest of the fabric of humanity after the destruction of the Jewish State some two thousand years ago.
Jews were obstinate and spread out in different lands, and against all rules of History, decided to retain their identity. They were not assimilated by other civilizations and cultures, and continued to stand out as an undigested entity in different latitudes. And because they no longer had their own soil under their feet, and because they could not build an armed force to defend themselves, they became an easy target for scapegoating.
Of course, one could include into the mix the hate spread by the different Christian Churches, a fact that made scapegoating easier because it sanctified, gave a religious aura, to what was in essence of criminal nature. For some, antisemitism turned into a “Goyishe Mitsvá”, a gentile religious duty.
As an illustration I cite one of the forerunners of the modern Zionist movement who was a physician and who understood that the roots of antisemitism could be found in an anomaly, a sickness. The Jewish people was ill and in order to return to a healthy state it needed its own land, its own country. Many thought along those lines and believed that the realization of the Zionist dream was going to cure antisemitism. But that idea has been proven wrong. Antisemitism is alive, well and increasing, notwithstanding the seventy years that passed since the establishment of the State of Israel.
Others thought that the origin of antisemitism is to be found in ignorance, and, therefore, its cure lay in education. It was considered to be a consequence of ignorance. Yet, the opposite seems to be the case, education apparently only provides the anti-Semitic machinery with greater efficiency at the time of killing Jews. The German people were surely one of the most educated in the most educated of continents and yet produced the what they called “the final solution”, physically eliminate the Jew.
Antisemitism has only become more menacing and industrialized as the Holocaust demonstrated. Because not so long ago, in my lifetime, my people were systematically murdered for no valid reason at all. The mass annihilation of a third of the Jewish people was carried out by Germany, with the consent of many others in the world and the indifference of all.
There are no new facts to lead to think that this scapegoating has stopped, or whatever other base human need is in play, because anti-Semitism is impervious to time and cultural change, development of science and accumulation of knowledge.
But there is also a new sheriff in town! The concert of nations has a new member. There is a different reality: the independent State of Israel. It is being treated by the other nations as the “Jew of nations” that can serve as a scapegoat for the other member of the United Nations. Suffice it to analyze the number of UN resolutions against this State to come to the conclusion that there is a fundamental abnormality in the way Israel is treated by almost everyone else.
Notwithstanding that the State of Israel won the approval of the General Assembly of the UN and was established with its blessings, it, nevertheless, continues to fill the need for a scapegoat, the essential need to be able to blame someone else for one’s own failings or catastrophes.
However, this new reality, the State of Israel, has astonishing armed forces, and is able to defend itself. And, notwithstanding the ever present antisemitism, or “anti-Israelism”, it continues to grow and flourish and becomes relentlessly an economic, scientific and technological power to be reckoned with.
The resurgence of antisemitism in Europe, energized by the ever more numerous Muslim presence, has directed many of its Jews to emigrate. And the State of Israel becomes a sure refuge for them.
In the USA where the latest massacre in The Tree of Life synagogue in the Squirrel Hill area of Pittsburgh is clear evidence of dormant antisemitism that is awakened. It should serve as a whistle call that all is not well. Can one imagine the national outrage if the same murderer had gone into a Church of Black people and yelled out the “n” word and other slurs before killing indiscriminately those in prayer? There would have been a national march of millions around the Washington monument to sound the alarm of horror and indignation. There would have been sit ins and stand ins, boycotts and who knows what else.
Yet in the case of the Pittsburgh massacre many a media commentator interpreted the ghastly event in political terms, thereby, minimizing the cruelty and hatefulness of the crime. Because of political correctness, the assassin can only be referred to as the “alleged shooter”. He has not been given the rightful trial to which he is entitled in a democracy that he denies.
Before the advent of Hitler, German Jews felt integrated into society, occupying important posts in different sectors: economic, scientific, cultural. Yet, Hitler came and did what he did with most of its society either approving or making believe they did not see what was happening to Jews. In the words of Goldhagen, they were all only: “Hitler’s willing executioners”.
The USA is different. At least, I would like to think so, because it is a country that was founded by immigrants and has solid democratic institutions. But then again, even bullet-proof vests are sometimes perforated.
Let me repeat this mantra: I thank God every day for the existence of the State of Israel, because as someone recently defined home: “it is the place where they cannot refuse you entry”. And the State of Israel is the home of the Jewish people.
ANTISEMITISMO PARA SIEMPRE
La teoría del Chivo Expiatorio
Existe un sin número de teorías y ensayos sobre el antisemitismo. ¿Por qué? Parece ser, que aunque no sea la expresión social, racial y política de odio más antigua, seguramente es la que más ha desafiado el tiempo tal como lo han hecho las pirámides egipcias, cuyo pueblo fue uno de los originadores de este mal.
No obstante que no existe una teoría que sea totalmente satisfactoria, continuamos escribiendo y pensando sobre este tema. ¿Por qué? Porque sostenemos que si realmente entendiéramos este fenómeno lo podríamos enfrentar, luchar contra él, e incluso vencerlo.
Entre todas las teorías que se han ofrecido, personalmente me inclino hacia la que alega que se trata de la búsqueda de un chivo expiatorio. Parece llenar la necesidad de culpar a alguien por las fallas y defectos personales o nacionales. Está claro que la noción de un chivo expiatorio también puede estar asociada con la envidia, los celos, con la característica de ser el “otro” del Judío, y cuántos otros factores adicionales. Sin embargo, me inclino a pensar que la idea de un chivo expiatorio es la mayoritariamente responsable por la constancia de la presencia del antisemitismo.
Esta idea tiene una base en la narrativa bíblica del comportamiento de la primera pareja humana después de desobedecer el instructivo de Dios. Adán argumenta que Eva le dio de comer el fruto del árbol prohibido, y Eva a su vez, culpa a la serpiente. ¿Por qué?
Puede ser que se trata de una característica fundamental de la naturaleza humana. Culpar a otros para evadir responsabilidad. Toda sociedad o entidad nacional tiene que, en algún momento, explicar la razón de un desastre y dar razones por qué no responde a las necesidades básicas de sus miembros. Aunque no se pueda cumplir siempre con todas las necesidades de la sociedad, existe siempre la inclinación de justificar una difícil y triste realidad y por ello resulta muy útil la identificación de un chivo expiatorio.
En el transcurso del día más sagrado del calendario Judío, Yom Kipur, la Biblia introduce la noción de un chivo expiatorio, en realidad dos de ellos, con el propósito de limpiar la falta, mejor dicho justificar el yerro, el error, o el pecado en el lenguaje religioso.
Pareciera ser que la idea del chivo expiatorio forma parte del ADN humano: es la manera natural de justificar equivocaciones, tal como el rápido latido del corazón frente al peligro.
Básicamente, lo que quiero decir es que el antisemitismo no puede ser explicado con categorías racionales. Cualquiera sea su origen, es una realidad desafortunada que continuará acompañándonos en el futuro predecible.
Gastamos energía y pensamiento para investigar los orígenes de fenómenos porque asumimos que si los comprendiéramos mejor, podríamos cambiar su curso, modificar su impacto para que resulten en un mayor bienestar.
La suposición es que si realmente entendiéramos mejor una enfermedad tal como el cáncer, o cánceres, podríamos luchar contra ella de manera más eficiente, y tal vez curarla. Al menos lo hemos hecho con otras enfermedades.
Por otro lado, estudiamos los “agujeros negros” y eventos dentro del cosmos para “entender” mejor el universo y como consecuencia avanzar en la comprensión de la naturaleza de nuestro propio planeta. Forma parte de nuestra curiosidad intelectual, pero nadie ha pensado de que podremos cambiar la órbita del sol, por ejemplo, o impedir la implosión de alguna estrella en nuestra galaxia. Lo que hacemos es investigar para entender mejor el funcionamiento, identificar las reglas o leyes que rigen. Pero nunca, ni por un instante, contemplamos la posibilidad de interferir en el curso de un universo ilimitado.
Aunque las comparaciones tienen uso limitado, pueden ser didácticas. Por el momento, creo que podemos asumir que las pasiones y motores que impulsan al ser humano no pueden ser modificados. Casi tan imposible como cambiar la elíptica órbita de la tierra alrededor del sol. Porque cultura y civilización acarician apenas la corteza del comportamiento humano. Amor y odio, envidia y generosidad, sobrevivencia y sueños son parte necesaria e integral de lo que realmente somos y no pueden alterarse. Permanecerán allí, al menos en un futuro predecible.
Regresemos a nuestro interés inicial, al antisemitismo sustentado por la idea del chivo expiatorio, que sugerimos tiene larga permanencia. Eso no quiere decir que no se debe enfrentar y tratar de modificar sus efectos nocivos. Claro que debemos hacerlo, pero al mismo tiempo recordar, que las victorias serán pasajeras, tal como alguien sentenció: “el antisemitismo no tiene sueño profundo, despierta con frecuencia”.
¿Por qué se transformó la idea del chivo expiatorio en antisemitismo? Tal vez porque los Judíos rehusaron desaparecer dentro del conjunto de las otras naciones de la humanidad después de la destrucción del Estado Judío unos dos mil años atrás.
Los Judíos se negaron a obedecer las leyes y normas de la Historia y Toynbee los calificó como “fósiles de la Historia”. Se regaron por diferentes latitudes y, al mismo tiempo, se negaron a ser asimilados por otras civilizaciones. Le produjeron una especie de “indigestión cultural” a sus anfitriones. Y dado que ya no poseían su propia tierra bajo sus pies, y porque no podían conformar sus propias fuerzas armadas para defenderse, se convirtieron el chivo expiatorio. Eran un blanco fácil e indefenso.
Está claro que se puede incluir en este recetario el odio que las diferentes iglesias Cristianas impulsaron con soporte teológico, que a su vez, convirtió al Judío como el chivo expiatorio. Concepto que ahora quedó consagrado por orden celestial. Una especie de “Góyishe Mitsvá”, una orden religiosa para gentiles.
Como un ilustración, cito a uno de los precursores del Sionismo moderno que era un médico y quien entendió que las raíces del antisemitismo yacían en una anomalía, una enfermedad. El Pueblo Judío estaba enfermo y para sanar tenía que obtener su tierra propia, su nación propia. Muchos pensaron así también, y opinaron que la concretización del ideal Sionista traería la cura para el antisemitismo. Pero esa suposición ha sido comprobada como errónea. El antisemitismo goza de salud e incrementa, crece, no obstante los setenta años transcurridos desde el establecimiento del Estado de Israel.
Otros pensaron que las raíces del antisemitismo se encuentran en la ignorancia y por lo tanto, la cura está en la educación. Pero parece que lo opuesto es lo que ocurre. Una buena educación solo produce mecanismos más eficientes para matar judíos. El pueblo alemán seguramente era uno de los mejores educados en el continente mejor educado, y, sin embargo, ideó “la solución final”: arribar a la meta del antisemitismo con la eliminación física de los judíos.
El antisemitismo se convirtió en más amenazante e industrializado tal como lo demostró el Holocausto. Porque no hace tanto tiempo, en el transcurso de mi vida personal, mi pueblo fue asesinado sistemáticamente sin razón alguna. El asesinato en masa de una tercera parte del pueblo judío por Alemania tuvo el consentimiento de muchos en el mundo y la indiferencia de todos.
No existen acontecimientos o hechos diferentes que conduzcan a pensar que la búsqueda de un chivo expiatorio ha cesado, o que existe alguna otra necesidad humana que esté en juego. Porque el antisemitismo demuestra que desafía al desgaste que el tiempo impone, y no responde a ningún cambio o avance en el desarrollo de la ciencia y el incremento en el cúmulo del conocimiento.
Pero hay un nuevo alguacil en a ciudad! El concierto de naciones tiene un nuevo miembro. Hay una realidad nueva: el independiente Estado de Israel. Aunque es tratado como el “Judío entre las Naciones” que puede servir de chivo expiatorio para los otros pueblos de la Naciones Unidas. Es suficiente analizar numéricamente las resoluciones en contra de este Estado para concluir que hay un estado de anormalidad en la manera cómo se trata a Israel y cómo se trata a las otras naciones.
No obstante que el Estado de Israel obtuvo la aprobación de la Asamblea General de la ONU y fue establecido con su bendición, continúa cumpliendo la necesidad de tener un chivo expiatorio para que otras naciones puedan justificar su ineficiencia y error.
Pero, esta nueva realidad, el Estado de Israel, tiene fuerzas armadas excepcionales, puede y sabe defenderse. Y no obstante, el antisemitismo que se niega a desaparecer, o el “anti-Israelismo”, Israel continua floreciendo y marcha indeteniblemente hacia delante en los diferentes campos de la economía y la ciencia, para convertirse cada vez más en una potencia que debe ser tomada en cuenta internacionalmente.
El resurgimiento del antisemitismo Europeo, impulsado con mayor energía por la numerosa presencia musulmana, conduce a que muchos Judíos emigren. Y el Estado de Israel se ha convertido en un refugio seguro para ellos.
En los Estados Unidos, donde la reciente masacre en The Tree of Life Syangogue en el área Squirrel Hll de Pittsburgh, evidencia con toda claridad que un antisemitismo, considerado erróneamente sonámbulo, ha despertado. Debe servir como una alarma, un pitazo que todo no está bien para el judío. Uno puedo imaginar la indignante reacción nacional de haber ocurrido esta tragedia en una Iglesia de Negros con el asesino exclamando “muerte a los negros”. Se habría iniciado inmediatamente una marcha de millones ante el monumento de Washington en la capital. Huelgas y amenazas serían el orden del día, porque el asesino se había atrevido a interrumpir un servicio religioso y asesinado a inocentes.
Sin embargo, en el caso de la masacre de Pittsburgh, algunos comentaristas de la media dieron una interpretación política a lo ocurrido, y de tal manera dejaron de enfocar la brutalidad del crimen. Por razones de ser “correctos de un punto de vista político” se califica al asesino como la “persona que disparó” porque todavía no ha sido juzgado. No se debe olvidar que quien destrozó y mató tiene derechos que toda democracia debe proteger.
Antes del ascenso de Hitler, los judíos alemanes sentían que estaban integrados a la sociedad, ocupaban puestos importantes en el comercio, en las universidades y aportaban al entorno cultural del país. Sin embargo, vino Hitler, hizo lo que hizo, con la sociedad dándole la aprobación o haciéndose la vista gorda, no veían lo que estaba pasando. En las palabras de Godhagen, en realidad eran: ·Hitler’s willing executioners”.
Los Estados Unidos es un país diferente. Al menos, así quisiera pensarlo, porque fue creado por inmigrantes y tiene instituciones democráticas sólidas. Pero, no se debe olvidar que incluso chalecos anti-balas pueden ser perforados.
Repito mi mantra: Agradezco y ruego a Dios a diario por la continua existencia del Estado de Israel, porque recientemente leí la definición de qué es un hogar: “es el lugar donde no pueden negarte la entrada”. Y el Estado de Israel es el hogar del Pueblo Judío.
LAS ORACIONES DE LOS PATRIARCAS
Parashá VAYETSÉ
La tradición judía considera que la idea de orar formó parte del judaísmo que predicaron los patriarcas y que la tefilá se formalizó de acuerdo con las usanzas del Beit HaMikdash.
El Talmud enseña que las diferentes plegarias corresponden a los sacrificios ofrecidos en el Templo, pero la idea de la oración es muy antigua. Avraham instituyó Shajarit, la plegaria matutina. Yitsjak estableció Minjá, la oración de la tarde y Yaacov concibió Arvit, el rezo de la noche. Esto nos enseña que desde sus comienzos, el judaísmo enseñó que la relación entre hombre y Dios se puede producir también a través de la tefilá. La práctica de la oración se manifiesta especialmente en la preocupación patriarcal por su descendencia.
La estirpe de Avraham, indispensable para la continuidad de su revolución espiritual, no fue el resultado del proceso natural de la procreación, consecuencia inevitable de la unión entre los sexos. La primera matriarca, Sara, tuvo dificultades en concebir y finalmente lo logró a la edad de noventa años, gracias a una intervención Divina anunciada por uno de los emisarios que visitó al convaleciente Avraham.
Diferente es la situación de Keturá, concubina que Avraham tomó después de la muerte de Sará. En un solo versículo se informa, con excesiva naturalidad, acerca del nacimiento de seis varones de esta unión, hecho que es muy diferente en el caso de Yitsjak, que será el auténtico heredero espiritual del patriarca.
Rivká, la madre de Yaacov, tuvo que pedirle a su esposo Yitsjak que implorara a Dios para que pudiese concebir. El embarazo que se produjo fue sui generis, porque la rivalidad entre los mellizos engendrados empezó en las entrañas de la madre. Estas dificultades para la concepción también están presentes en el caso de Rajel, esposa de Yaacov. Tiene obstáculos para concebir. La obvia lección es que la continuidad del ideal original de Avraham no tendrá una linaje casual.
Cada uno de los portavoces futuros será escogido y educado específicamente para asegurar que el ideal monoteísta tenga persistencia para su difusión en el seno de la Humanidad.
El Talmud cuestiona la necesidad de una intercesión ante Dios para que las esposas de los patriarcas puedan tener hijos. ¿Acaso la primera Mitsvá en la Torá no es la procreación? Tal como instruyó el Creador en un principio, “perú urevú umileú et haáreta”. La naturaleza no debería interferir directamente con la voluntad Divina sino al contrario, estimular que se produzca la descendencia.
El Talmud sugiere que Dios está deseoso de las plegarias de Israel; por ello ocurrieron las dificultades en el embarazo, para que las matriarcas y los patriarcas le ofrecieran oraciones.
Está claro que el propósito fundamental era inculcar la noción de que el nacimiento de un ser humano no es automático, incluso después de la unión sexual. Apremia la intervención Divina.
Debido a su dificultad para concebir, Rajel le pidió a su esposo Yaacov que interviniera ante Dios. La respuesta de Yaacov fue extraña: destacó que se trataba de una decisión Divina y que él, Yaacov, no podía sustituir a Dios ni interferir con su voluntad. De acuerdo con Rambam, Yaacov desea destacar que el afectado es quien debe orar. Rajel tenía que pedirle directamente a Dios porque la petición del afectado siempre es más efectiva.
Ophir Cohen destaca la diferencia entre la actitud de los patriarcas en el caso de la oración. Avraham invoca el Nombre de Dios en la mañana con el rezo de Shajarit. Pero cuando las sombras aparecen con el atardecer y la claridad del día desaparece, Yitsjak “conversa” con Dios, recita la plegaria Minjá, porque la salvación aún no es completa. Vayifgá ba-Makom, Yaacov “toca” a Dios con el anochecer. En la oscuridad, en los momentos de mayor dificultad cuando la salvación se advierte lejana, Yaacov recita Arvit.
La historia del pueblo judío contiene los tres elementos: día, tarde y noche. El Estado de Israel representa, Vayashkem Avraham babóker, el amanecer contemporáneo. En el transcurso de la historia, el amanecer se hizo presente en los días del Beit HaMikdash, en la época de los Jashmonaim. Gracias a la presencia de los sabios del Talmud, Rashí y los Tosafistas, Rambam y Rabí Yosef Karo, Rabenu Gershom y Rabenu Tam, y muchísimos otros jajamim, Shajarit –la estrella del amanecer– estuvo presente en diversos momentos de la historia del pueblo judío, hecho que permitió que el judaísmo se afianzara, incluso en el exilio.
Las cruzadas y la Inquisición, Chmielnicki y las demás persecuciones, simbolizaron el “atardecer” que exigió la plegaria Minjá, el indeseado pero frecuente retiro de la Shejiná, la Presencia Divina que se ausentó y no cubrió al pueblo con su manto protector.
La “noche” que incentivó la formulación del Arvit está representada principalmente por la destrucción del Beit HaMikdash en el año 70 y por el Holocausto que los nazis perpetraron en nuestros días.
Retomando nuestro tema patriarcal, Rajel da a luz porque Dios responde a la plegaria. Sin embargo, la oración determinante aparentemente no fue enunciada por Yaacov.
Esta vez la Torá testimonia: “Y Dios se acordó de Rajel y la escuchó y abrió su matriz”. La oración de Rajel fue decisiva para que pudiera procrear descendencia.
Luz para la Humanidad
LA AFINIDAD INCONTESTABLE DE LA HERMANDAD
Parashá TOLEDOT
Cuando Rivká sintió que se estaba desarrollando una lucha, una especie de rivalidad entre los mellizos que llevaba en sus entrañas, Dios le informó que sería la progenitora de dos naciones, dos reinos que no compartirían el poder. El ascenso de uno implicaría el retroceso del otro. El pronóstico se refería a la futura incompatibilidad de sus hijos: Yaacov y Esav. La tradición judía identificó a Esav con Roma y, luego, con el Cristianismo.
Kayin y Hével representan la rivalidad primordial que solo cesó con el asesinato de Hével. La competencia continuó con Yitsjak y Yishmael, aunque en este caso eran hermanos solamente por parte del padre, hecho que podría explicar parcialmente la marcada diferencia de sus respectivos caracteres y comportamiento. En el caso de Yaacov y Esav, en cambio, no solamente eran hijos del mismo padre y madre; también eran mellizos, aunque obviamente, no idénticos.
La discrepancia de personalidad exhibida por los hermanos se origina en la placenta de la madre, hecho que apunta a una decisión Divina: Rivká engendrará dos tipologías que estarán en constante conflicto. De tal manera que la confrontación y la guerra forman parte del plan de Dios para la Humanidad. Son inevitables, porque estas actitudes forman parte integral del código genético de la Humanidad, que se presentan con mayor intensidad en el caso de los patriarcas.
En este sentido, el profeta Malají testimonia: “Después de todo, dice el Señor, Esav es el hermano de Yaacov, he aceptado a Yaacov mientras he rechazado a Esav”. La inclinación al mal, de tanto Esav como Yishmael ha sido determinada de antemano con una resultante adversidad para el pueblo judío.
No obstante lo antedicho, el Gaón de Vilna hace referencia a un antiguo Midrash que afirma que la cabeza de Esav está enterrada en Mearat Hamajpelá, las tierras adquiridas por Avraham para enterrar a Sará y que luego servirán de reposo eterno para los patriarcas. De acuerdo al Midrash, Esav no simboliza únicamente la fuerza irracional y la agresividad.
Existen elementos positivos y valiosos en su personalidad que ameritan que su cabeza reposara en la tierra que serviría de sepultura a los fundadores del monoteísmo.
El Midrash establece una dicotomía entre el cuerpo guerrero de Esav y su cabeza que se había nutrido de la santidad de Yitsjak. Sería por ello que Yitsjak se sentía atraído por Esav. Mientras que Rivká forma juicio acerca de la personalidad de Esav por sus acciones violentas, Yitsjak tiene visión hacia el futuro y minimiza la importancia de la conducta varonil extrema del joven que desea afirmar su personalidad en el campo a través de la caza. La ceguera de Yitsjak no le permitía evaluar de cerca el comportamiento de su primogénito en el quehacer diario, porque su visión futura penetrante le indicó que el destino de la Humanidad tenía que incluir la reconciliación de los hermanos en el fin de los días.
Solamente el cuerpo de Esav era rebelde, mientras que la cabeza permanecía leal a las enseñanzas del patriarca. Judah Zoldan enfatiza que de acuerdo al prisma bíblico, el pueblo judío no dominará a los otros pueblos. Ese no es su destino. La tarea del pueblo judío es ser un faro que señale a las otras naciones cuál es la ruta de la justicia y la solidaridad con el prójimo. Esav no representa el mal insalvable.
Tal vez no exista la perversidad absoluta dentro del seno de la Humanidad, aunque la época nazi reta de manera formidable esta hipótesis.
La Torá testimonia la reconciliación temporal de los hermanos: Yitsjak y Yishmael, Yaacov y Esav se ocupan y participan juntos en el entierro de sus respectivos padres.
Episodios que apuntan al “fin de la Historia”, a la posibilidad de que los antagonismos y los enfrentamientos den paso a la fraternidad y al acercamiento que debe producirse en una era mesiánica. He allí entonces que el advenimiento de una era de tranquilidad y paz para la Humanidad depende de los hombres y las mujeres, de su comportamiento fraternal y solidario con el prójimo. La condición inicial de Kayin y Hével, Yitsjak y Yishmael, Yaacov y Esav es la hermandad que por razones equívocas da paso a la divergencia y a un reñido conflicto. El retorno a las raíces obliga a destacar el origen común, como en las citadas palabras de Malají: “Después de todo, dice el Señor, Esav es el hermano de Yaacov…”.
Caer es importante
Reflexiones luego de Yom Kipur
INFLUENCIA DESPUÉS DE LA MUERTE
Parashá JAYEI SARÁ
La muerte de Sará es el tema de los primeros versículos del texto bíblico. Su desaparición conmovió los cimientos de la familia porque no había sido una mujer pasiva. Ayudó a propagar el ideal que predicó su esposo Avraham. Durante la estadía de la familia en Jarán, rumbo a la Tierra Prometida, Sará demostró iniciativa propia al enseñar a las mujeres acerca de la existencia del Dios único. El enterarse de su muerte, Avraham estalló en un llanto incontenible porque Sará había sido una compañera leal que había dado a luz a Yitsjak, su auténtico heredero espiritual, que tendría que llevar adelante el mensaje del monoteísmo para la Humanidad.
El hecho de que el nombre de la Parashá haga referencia a la vida de Sará, sugiere que su influencia no cesó con su muerte. Avraham reconoce que el vacío creado por la muerte de Sará deberá ser compensado, tal vez a través de la introducción de otra mujer en el hogar, la futura esposa de Yitsjak. Encomienda a su fiel siervo Eliézer la búsqueda de una novia apropiada, doncella que deberá provenir del seno de la familia que permaneció en Jarán. Eliézer invoca la ayuda de Dios para el cumplimiento de su misión y, en lo profundo de su espíritu, probablemente desea encontrar una mujer con las mismas características de Sará.
Rivká es la bella joven escogida por Eliézer y cuando retorna a la casa de su amo, Yitsjak la introduce a la carpa que solía habitar su difunta madre. La Torá sentencia: “Y la amó”. Es la primera vez que la Torá habla del amor entre hombre y mujer, marido y esposa. El vocablo amor no aparece en el caso de Adam y Javá, Nóaj y su esposa que ni siquiera es mencionada por nombre en la Torá.
Citando la interpretación de una de sus alumnas, Lewis Warshauer sugiere que el amor que profesó Yitsjak por Rivká fue una manifestación de la admiración y el respeto, pero no era la expresión de una sensación de intimidad y afecto por el sexo opuesto. Es posible que Yitsjak considerara el carácter y personalidad de Rivká como sustituta de su madre Sará. Tal vez no existió una comunicación fluida entre la pareja y, por ello, no se dio el acercamiento emocional deseable, hecho que condujo a una preferencia diferente por sus hijos Esav y Yaacov. Mientras Yitsjak admiró el arrojo y la proeza física de Esav, el hombre del campo, Rivká se inclinó por la sensibilidad expresada en la personalidad de Yaacov.
Una idea similar aparece en el comentario de Rambán, quien sugiere que de acuerdo con la Torá, Yitsjak estaba sumamente triste por la muerte de su madre y sólo encontró consuelo con Rivká. Así entiende Rambán el paradigma de amor que Yitsjak profesó por Rivká. La amó porque tenía la semblanza espiritual de su querida madre Sará.
No obstante las diferencias entre las tres matriarcas, Sará, Rivká y Rajel –porque cada persona suele ser un universo por sí sola–, hay un hilo común que las une. Sará fue la fiel esposa que acompañó la labor pionera de su esposo Avraham, el iconoclasta que transformó el mapa espiritual de la Humanidad. Rivká, en cambio, reconoce que Yitsjak había sufrido una metamorfosis debido a la Akedá, por haber estado atado sobre un altar para ser sacrificado, se había convertido en un ser totalmente espiritual, alejado de lo mundano, inatento a las posibles intrigas y celos que suelen surgir entre hermanos. Rajel, en cambio, tuvo que competir con su hermana Leá y sus respectivas concubinas por las atenciones de Yaacov.
No obstante, existe un denominador común para las matriarcas: su preocupación por la continuidad del ideal monoteísta, preocupación que se traduce en una actuación positiva que asegure la transmisión de los principios de la fe.
Por ello, la vida de Sará sirvió de ejemplo para las siguientes matriarcas y aunque nuestro texto empieza con su fallecimiento, su influencia perduró más allá de su vida terrenal.
GUSTAVO ARNSTEIN z’l
IN MEMORIAM
Gustavo fue mi amigo de décadas. Admiré a su difunto padre el doctor Stephan Arnstein z’l, de vasta cultura general con especialización en matemáticas. Lo admiré sobre todo por su integridad personal. Fue un gran activista en la Bnei Brit y en la comunidad en general. De tal manera que Gustavo tuvo un extraordinario ejemplo a seguir, y así fue.
Gustavo era profesor de Química en la Universidad Central de Venezuela y se distinguió por ello, pero muchos lo recuerdan como Director de Cultura quien organizó numerosos eventos de gran vuelo intelectual en esa, la universidad madre de todas las universidades en Venezuela. Porque aunque Gustavo era un científico con altas credenciales en el mundo de los átomos, reactivos, reducción y reacciones de precipitación, términos y conceptos de la química que estudiaba y enseñaba, el corazón de Gustavo latía primero con otros seres humanos, con la literatura y la escritura, con el pensamiento y la reflexión. La atención de Gustavo nunca quedó paralizada en el mundo de la tabla periódica de Mendeleiev de los elementos básicos de la naturaleza, su visión era universal y sobre todo humana. También tenía impreso en su corazón otra tabla, la tabla de la Ley que Moisés trajo de Sinaí.
Fue un Venezolano orgulloso, amante de la patria, conocedor de los actores de ese mundo político y sobre todo del ámbito de las letras.
Fue Secretario General del CONAC, puesto que ejerció con dignidad y al mismo tiempo produjo un flujo de actividades para el beneficio de la sociedad.
Al verlo, se podía inmediatamente concluir cuáles eran las prioridades para Gustavo. No eran el vestir elegante, porque había una lucha constante entre su cuerpo y la corbata que a veces tenía que portar y el saco que se rebelaba y no quería permanecer en el lugar asignado. Tenía sobrepeso durante muchos años y sin embargo ligero con los pies. Tenía personalidad y sonrisa encantadora. A Gustavo le gustaba la gente. Era un gran y leal amigo.
El finado Juan Nuño, Atanasio Alegre y Gustavo eran un trío, una especie de TRES MOSQUETEROS de la cultura. Su pluma utilizó muchísima tinta, porque abundó con muchos y bien pensados y leídos ensayos en EL NACIONAL y el resto de la prensa venezolana.
El desorden que aparentaba su ropa escondía precisión y ordenamiento de su mente donde amparaba una memoria prodigiosa. Guardó celosamente todos los ensayos que publicó y podía hacer referencia inmediata a ellos, porque uno recuerda lo que le interesa. Y a Gustavo le interesaba la gente y el pensamiento, la actividad intelectual.
Sus dos grandes órganos fisiológicos fueron el corazón y la mente y el uno apoyaba al otro en perfecta sintonía.
Unos años atrás, Gustavo asumió las riendas del NUEVO MUNDO ISRAELITA y, bajo su dirección, convirtió al semanario de una pequeña comunidad judía en un órgano respetado por la sociedad venezolana. Lo que había sido un instrumento informativo de los quehaceres cotidianos de la comunidad judía se convirtió en un papel de opinión a través del BAT KOL, editorial que escribía semanalmente y en el cual no solo la comunidad judía era el blanco de su interés sino el quehacer de toda la nación e incluso del acontecer internacional cuando lo consideró necesario.
Juntos, dimos a luz a CONCIENCIA ACTIVA, fundación que dejó huella en Venezuela y en América Latina especialmente gracias a “CONCIENCIA ACTIVA 21”, publicación intelectual y social que dirigió Atanasio Alegre y que tenía como contribuyente y miembro del directorio a Gustavo, publicación que desbordó los límites del país, porque fue leída en muchísimos países en los cuales la recuerdan con cariño y admiración hasta el día de hoy .
Creo que la primera boda que oficié en Venezuela en 1967 fue la de Zaida y Gustavo. Zaida siempre fue un punto de apoyo que continuó incentivando, cuidando y estimulando a Gustavo hasta los últimos días. La ceremonia se realizó en la sinagoga de la Unión Israelita en los días anteriores a que el genio artístico de Harry Abend la convirtiera en un recinto sagrado admirado también por el significado y belleza del extraordinario y original arte escultural que la adornan. Y que Harry creó.
Roberto, su hermano, tiene credenciales importantes propias y la hermana Elena, junto con Gustavo conformaron un grupo familiar sano y cercano, de sostén y apoyo mutuo.
Su hija Daniela era muy especial para Gustavo, porque también lo convirtió en abuelo.
Se fue mi gran amigo Gustavo solo en su manifestación física que en los últimos años se había convertido en sombra de lo que había sido, pero su vuelo intelectual, su preocupación por otros seres humanos, su afecto y amor por Venezuela y especialmente por su noble gente, su lealtad a Israel y al pueblo judío perduran y lo sobreviven. Fue un honor poder contarme entre sus amigos.
Nishmató tserurá bitsror hajayim, su alma de pureza prístina está ahora ligada por siempre en las alturas celestiales, y el ejemplo de su vida es inspiración para nuevas generaciones que deben aportar a la reconstrucción moral e intelectual de nuestra golpeada sociedad.
Zijró baruj, su memoria es una bendición.
Pynchas Brener