TSAV

LEVÍTICO VI:1-VIII:36

LA HERENCIA DEL KOHÉN

El tema central de estos capítulos es la figura del Kohén, el sacerdote que oficiará en el ofrecimiento de los sacrificios. En etapas posteriores, después de la conquista de la Tierra Prometida durante el período del Beit HaMikdash, la casta de los Kohanim condujo el culto que se centró en el recinto de esta Casa Sagrada. Mientras que el título de Rav, “maestro”, depende del estudio sostenido de las Sagradas Escrituras –y en especial de la Torá Oral representada por el Talmud–, la Kehuná, la condición de Kohén, tiene un origen genético. Los descendientes de Aharón, el hermano de Moshé, acceden al derecho a la Kehuná por razón de nacimiento. 

Más aún, el Kohén no puede renunciar a su naturaleza sacerdotal, condición que es sólo afectada por ciertos defectos biológicos o por el matrimonio prohibido contraído por su progenitor. La Torá prohíbe que el Kohén se case, por ejemplo, con una mujer divorciada. En el caso del Kohén Gadol, jefe de los Kohanim, esta prohibición incluye a la viuda. Quien desciende de tal unión vedada recibe la designación de JalalKohén inhabilitado para oficiar. Asimismo, serán calificados los descendientes de este Jalal.

Tal como señala Rachel Lifshitz, el Kohén tenía privilegios y obligaciones. Especialmente durante la existencia del Beit HaMikdash, el Kohén tenía una posición de privilegio que incluía la obtención gratuita de algunas partes del animal ofrendado y recibía la contribución denominada Terumá, que incluso los otros miembros de la tribu de Leví tenían que ofrecer. Aunque la Torá no estipula el monto del aporte, el Talmud sugiere una cantidad no menor de una cincuentava parte de la renta anual. 

La Mishná enseña que el Kohén Gadol era retenido en el ámbito del Beit HaMikdash durante los 7 días previos a Yom HaKipurim (Día del Perdón) con el propósito de que pudiera repasar el orden del servicio de ofrendas del Día del Perdón. La obtención del perdón divino dependía de las labores del Kohén Gadol, quien no podía desviarse del orden que los Jajamimhabían establecido de acuerdo con su interpretación del texto sagrado. Esto era necesario, porque se habían dado situaciones de Kohanim que no eran doctos en la tradición. Más aún, los Jajamim querían asegurar que el Kohén siguiera la opinión de los Perushim y no la de los Tsedukim en los casos en que había divergencia de opinión. 

El Kohén Gadol se introducía en el Kódesh HaKodashim (lugar más sagrado del Templo de Jerusalem) solamente en Yom HaKipurim para pedir el perdón divino por sus pecados personales, los errores de sus familiares y de todo el pueblo. En la actualidad después de la destrucción del Beit HaMikdash, este día sagrado es celebrado principalmente por medio de rezos y oraciones y la abstención de comida y bebida. 

Durante el período de la existencia física del Beit HaMikdash, el culto se centraba en las ofrendas que realizaba el Kohén Gadol, el sorteo de los animales para seleccionar al “chivo expiatorio” que cargaría, simbólicamente sobre sí, los pecados del pueblo judío. El momento crucial, sin embargo, era cuando el Kohén Gadol ingresaba en el interior del KódeshHaKodashim. El pueblo aguardaba con ansiedad para observar si el Kohén Gadol salía con vida de ese recinto, señal de que sus peticiones por el perdón habían sido aceptadas.

Después de la destrucción del Beit HaMikdash, el Kohén ha quedado limitado a ciertos privilegios tales como oficiar en el Pidyón Habén, la redención del primogénito; ser llamado a la primera sección de la lectura de la Torá, y recitar la “triple bendición” durante la repetición de la Amidá.

Tal vez por encima de la figura del Kohén, el Rav, el Talmid Jajam, maestro, tiene especial relevancia en el presente. En ausencia del Beit HaMikdash, el estudio de la Torá y del Talmud han adquirido supremacía y el estudio se ha convertido en el vehículo preferido para asegurar la continuidad y desarrollo espiritual del judaísmo.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 9 MITSVOT POSITIVAS Y 9 PROHIBICIONES

131. Levítico 6:3 Levantar las cenizas (del Altar)

132. Levítico 6:6 A diario prender el fuego sobre el Altar

133. Levítico 6:6 No apagar el fuego del Altar

134. Levítico 6:9 Comer el restante de la ofrenda Minjá 

135. Levítico 6:10 No leudar el restante de la ofrenda Minjá

136. Levítico 6:13 La ofrenda Minjá diaria del Kohén Gadol(Sumo Sacerdote)

137. Levítico 6:16 La ofrenda Minjá de un Kohén no es consumida

138. Levítico 6:18 El procedimiento con la ofrenda Jatat (por pecado)

139. Levítico 6:23 No comer la carne de la ofrenda Jatat cuya sangre es salpicada dentro (del Santuario

140. Levítico 7:1 El procedimiento con la ofrenda Asham (por culpa)

141. Levítico 7:11 El procedimiento con la ofrenda Shelamim(por la paz)

142. Levítico 7:15 No dejar ninguna carne de la ofrenda Todá(agradecimiento) pasado el tiempo asignado para su consumo 

143. Levítico 7:17 La obligación de quemar los remanentes de las ofrendas sagradas

144. Levítico 7:18 No comer de la ofrenda Pigul, ofrenda con intenciones incorrectas

145. Levítico 7:19 No comer la carne de ofrendas sagradas convertidas impuras

146. Levítico 7:19 La obligación de quemar carne sagrada convertida impura

147. Levítico 7:23 No comer Jélev (grasa prohibida de la ofrenda)

148. Levítico 7:26 No ingerir la sangre de cualquier animal o ave

TSAV

LEVITICUS VI:1-VIII:36

THE KOHEN’S HERITAGE

The central theme of these chapters is the figure of the Kohen, the priest who will officiate at the offering of the sacrifices. In later stages, after the conquest of the Promised Land during the period of the Beit HaMikdash, the Kohanim caste  conducted the cult that centered on the precincts of this Holy House. While the title of Rav, “teacher,” depends on the sustained study of the Holy Scriptures—and especially the Oral Torah represented by the TalmudKehuna, the condition of Kohen, has a genetic origin. The descendants of Aharon (Aaron), the brother of Moshe (Moses), have the right to the Kehuna by birth. 

Moreover, the Kohen cannot renounce his priestly nature, a condition which is affected only by certain biological defects or by the forbidden marriage contracted by his parent. The Torahforbids the Kohen to marry, for example, a divorced woman. In the case of the Kohen Gadol, chief of the Kohanim, this prohibition includes the widow. Whoever descends from such a forbidden union receives the designation of Kohen Chalal, disqualified from officiating. Likewise, the descendants of this Chalal will be qualified.

As Rachel Lifshitz points out, the Kohen had privileges and obligations. Especially during the existence of the Beit HaMikdash, the Kohen had a privileged position that included obtaining some parts of the animal offered free of charge and receiving the contribution called Terumah, which even the other members of the tribe of Levi had to offer. Although the Torahdoes not stipulate the amount of the contribution, the Talmudsuggests an amount of not less than one-fiftieth of the annual income. 

The Mishnah teaches that the Kohen Gadol was held in the BeitHaMikdash during the 7 days prior to Yom HaKippurim (Day of Atonement) so that he could review the order of the sacrifices or that day. Obtaining divine forgiveness depended on the activities of the Kohen Gadol, who could not deviate from the order that the Chachamim had established according to their interpretation of the sacred text. This was necessary, because there had been situations of Kohanim who were not learned in the tradition. Moreover, the Chachamim wanted to ensure that the Kohen would follow the opinion of the Perushim(Pharisees) and not that of the Tsedukim (Sadducees) in cases where there was divergence of opinion. 

The Kohen Gadol entered the Kodesh HaKodashim (Holy of Holies) only on Yom HaKippurim to ask for divine forgiveness for his personal sins, the mistakes of his relatives and the entirenation. Today, after the destruction of the Beit HaMikdash, this holy day is celebrated primarily through prayers and abstention from food and drink. 

During the period of the Beit HaMikdash‘s physical existence, worship centered on the offerings made by the Kohen Gadol, the drawing of lots for animals to select the “scapegoat” who would symbolically bear the sins of the Jewish people. The crucial moment, however, was when the Kohen Gadol entered the interior of the Kodesh HaKodashim. The people waited anxiously to see if the Kohen Gadol would  come out of the compound alive, a sign that their requests for forgiveness had been accepted.

After the destruction of the Beit HaMikdash, the Kohen has been limited to certain privileges such as officiating at the Pidyon Haben, the redemption of the firstborn, being called to the first section of the Torah reading and reciting the “threefold blessing” during the repetition of the Amidah.

Perhaps above the figure of the Kohen, the Rav, the Talmid Chacham, the teacher, has special relevance in the present. In the absence of the Beit HaMikdash, the study of the Torah and the Talmud has gained supremacy, and the study has become the preferred vehicle for ensuring the continuity and spiritual development of Judaism.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 9  POSITIVE MITSVOT AND 9 PROHIBITIONS

131. Leviticus 6:3 Lifting up the ashes (from the Altar).

132. Leviticus 6:6 Daily light the fire on the altar.

133. Leviticus 6:6 Do not quench the fire of the altar.

134. Leviticus 6:9 Eat the remainder of the Mincha offering.

135. Leviticus 6:10 Do not leaven the remainder of the Mincha offering.

136. Leviticus 6:13 The Daily Mincha offering  of the Kohen Gadol (High Priest).

137. Leviticus 6:16 A Kohen’s Mincha offering Is not consumed.

138. Leviticus 6:18 The procedure with the Chatat (sin) offering.

139. Leviticus 6:23 Do not eat the meat of the Chatat offering whose blood is sprinkled within (the sanctuary).

140. Leviticus 7:1 The procedure with the Asham offering (Guilt).

141. Leviticus 7:11 The procedure with the Shelamim (peace) offering.

142. Leviticus 7:15 Do not leave any meat of the Toda(thanksgiving) offering after the time allotted for consumption.

143. Leviticus 7:17 The obligation to burn the remnants of the sacred offerings.

144. Leviticus 7:18 Do not eat from the Pigul offering, an offering for wrong intentions.

145. Leviticus 7:19 Do not eat the flesh of sacred offerings that are declared unclean.

146. Leviticus 7:19 The obligation to burn sacred flesh made unclean.

147. Leviticus 7:23 Do not eat Chelev (forbidden fat from the offering).

148. Leviticus 7:26 Do not ingest the blood of any animal or bird.

VAYIKRÁ

LEVÍTICO I-V

ACERCA DE LOS KORBANOT

El tercer libro de la ToráVayikrá, también es conocido como Torat Kohanim, Levítico, en español, porque detalla las leyes referentes a la tribu de Leví. En particular, encontramos los instructivos pertinentes a los Kohanim y a los Korbanot, los sacrificios que serán ofrendados en el Beit HaMikdash. Es importante destacar que la palabra “sacrificio” no representa adecuadamente la idea contenida en el vocablo bíblico Korbánque proviene de la raíz hebrea “krv” que quiere decir “cerca”, y encierra el deseo del ser humano por un “acercamiento” a Dios, según el cual, el Korbán se convierte en el instrumento para esta proximidad. 

La Torá concibe varios tipos de Korbán. En primer orden debemos destacar el Korbán Tamid, la ofrenda diaria en representación del colectivo del pueblo judío. En efecto, el rezo de Shajarit es un eco de este Korbán y la oración se recita durante el lapso correspondiente a esta ofrenda en el Beit HaMikdash. Durante los días festivos se ofrendaban Korbanotadicionales, hecho que se refleja en el rezo Musaf que se incorpora durante las festividades. 

Algunos sacrificios, como la Olá, ascenso, eran consumidos totalmente por el fuego en el Mizbéaj, el altar, con la excepción de la piel. En cambio, en el caso de Minjá, los Kohanimcompartían los restos del animal que quedaban sobre el altar. El Korbán Shelamim, ofrecido como una ofrenda por la paz, o tal vez como una expresión de agradecimiento por estar “shalem”, completo y satisfecho, con la salvedad de unas partes internas y grasas, la gran parte del animal podía ser consumido por el Kohén y la familia que hacía la ofrenda.

Tal como las 2 anteriores, es una ofrenda voluntaria de la persona. Estos sacrificios son una expresión de gratitud del ser humano en reconocimiento de la providencia de Dios. Para expiar un error se ofrendaba el Korbán Jatat. Se debe destacar que solamente faltas cometidas por descuido, sin intención, exigían este sacrificio que tenía estar acompañado por la Teshuvá, el arrepentimiento sincero por el pecado.

Las transgresiones intencionales recibían el castigo prescrito por la Torá y no había la opción del Korbán en estos casos. O sea, no se puede cometer un error con toda intención de hacerlo, y luego pedir perdón por el hecho. Se concebían cuatro tipos de Korbán Jatat, dependiendo de quien había cometido el error por descuido. El primero corresponde al Kohén Gadol y el segundo cuando el colectivo cometía un error. 

El tercer tipo se refería a quien ejercía la jefatura de la nación, incluyendo al rey. El cuarto se refería a cualquier individuo. La tradición considera que los primeros dos tipos son más comprometedores porque incluyen el liderazgo religioso y a toda la nación. Un Korbán diferente, denominado Asham, se refiere al uso indebido, sin intención de hacerlo, de alguna propiedad perteneciente al Santuario. 

Además de la ofrenda, la persona debe hacer la debida devolución más una multa equivalente a una quinta parte del objeto en cuestión. Es pertinente recordar la posición que Rambam asume en Moré Nevujim, tratado en el cual discute las razones que motivaron que ciertas normas fuesen legisladas. Argumenta que en Canaán solían cocinar el cordero en la leche de su madre, como parte de un culto idólatra. Al mismo tiempo utilizaban vestimentas confeccionadas de una mezcla de lana y lino. Por ello, la Torá prohibió estas prácticas para diferenciar a los hebreos de los rituales paganos.

De manera similar, considera que Dios impuso las leyes de los Korbanot como una etapa intermedia, cuyo propósito era su abolición total. Dado que la naturaleza del ser humano no permite una transición brusca, cuando se toma en cuenta que la práctica de los sacrificios era anteriormente universal e incluso había pueblos que estilaban el sacrificio humano. Por lo tanto, la Torá reglamento los sacrificios. Tenían que ser generalmente ofrendados por el Kohén y tan sólo en el Beit HaMikdash. Esta interpretación de la tradición judía presenta dificultades porque implica que el orden de los sacrificios del Beit HaMikdash no tiene valor intrínseco, son una especie de concesión y probablemente no serán una realidad en la era mesiánica.

RambánNajmánides de Gerona, no está de acuerdo con la interpretación de Rambam. Argumenta que, si eso fuera así, ¿por qué ofrendó Nóaj sacrificios al salir del Arca? En aquel momento no había ni egipcios ni canaanitas con sus cultos idólatras. Ibn Ezrá, por ejemplo, explica los Korbanot de manera diferente cuando destaca que el hombre se manifiesta a través del pensamiento, la palabra y la acción. 

Al ofrendar el Korbán, la persona tiene que colocar sus manos sobre el animal como referencia a una falta que cometió a través de la acción. Debe confesar su error y de esta manera expía por la falta que cometió a través del indebido uso de la palabra. El consumo de las partes interiores del animal por el fuego se prefiere al asiento de los malos sentimientos, que según el lenguaje de la Torá se encuentra en los riñones de la persona.

En conclusión, para RambánIbn Ezra y otros exegetas, no se puede concebir que las leyes de la Torá sean pasajeras, porque la voluntad de Dios tiene que ser válida para todo lugar geográfico y cualquier época.

Concluimos con un pensamiento de Harav Kook que toma en cuenta las dificultades del hombre moderno para entender el sentido del sacrificio animal. Oramos porque Dios reconstruya el Beit HaMikdash, hecho que sólo puede consumarse de manera milagrosa. Como parte integral de ese evento milagroso, dice Harav Kook, el Creador revelará un entendimiento novedoso del alcance espiritual del Korbán que será satisfactorio, incluso para la mente sofisticada del hombre contemporáneo.

VAYIKRA

LEVITICUS I-V

ABOUT KORBANOT

The third book of the Torah (Pentateuch), Vayikra, is also known as Torat Kohanim, Leviticus, in English, because it details the laws concerning the tribe of Levi. We find the instructions pertinent to the Kohanim (Priests) and the Korbanot, the sacrifices that will be offered in the Beit HaMikdash. It is important to note that the word “sacrifice” does not adequately represent the idea contained in the biblical word Korban which comes from the Hebrew root “krv” which means “near” and encapsulates the desire of the human being for a “closeness” to God, according to which the Korbanbecomes the instrument for this closeness. 

The Torah conceives of several types of Korban. First, we must highlight the Korban Tamid, the daily offering on behalf of the Jewish people. Indeed, the Shacharit (Morning) prayer is an echo of this Korban and the prayer is recited during the period corresponding to this offering on the Beit HaMikdash (Temple of Jerusalem). Additional Korbanot were offered during the Holy Days, a fact that is reflected in the Musaf prayer that is incorporated during these festivities. 

Some sacrifices, such as the Olah, ascent, were totally consumed by fire on the Mizbeach, the altar, except for the skin. In the case of Minchah, on the other hand, the Kohanim shared the remains of the animal that were left on the altar. The Korban Shelamim, offered as a peace offering, or perhaps as an expression of gratitude for being “Shalem,” complete and satisfied, except for a few internal parts and fats, the greater part of the animal could be consumed by the Kohen and the family making the offering. Like the previous two, it is a freewill offering from the person. 

These sacrifices are an expression of gratitude from man in recognition of God’s providence. To atone for a mistake, the Korban Chatat was offered. It should be noted that only faults committed carelessly, unintentionally, required this sacrifice, which had to be accompanied by Teshuvah, sincere repentance for sin.

Intentional transgressions received the punishment prescribed by the Torah, and there was no option of a Korban in such cases. In other words, you can’t make a mistake with every intention of doing so, and then apologize for it. Four types of Korban Chatat were described, depending on who had made the mistake by carelessness. The first corresponds to the Kohen Gadol (High Priest) and the second when the collective made a mistake. 

The third type referred to the head of the nation, including the king. The fourth referred to any individual. Tradition considers the first two types to be more compromising because they include religious leadership and the entire nation. A different Korban, called Asham, refers to the unintentional misuse of property belonging to the Sacred. 

In addition to the offering, the person must make the due devoluton plus a fine equivalent to one-fifth of the object in question. It is pertinent to recall the position that Rambamassumes in More Nevuchim, a treatise in which he discusses the reasons that motivated certain norms to be legislated. He argues that in Canaan they used to cook lamb in their mother’s milk, as part of an idolatrous cult. At the same time, they wore clothes made from a mixture of wool and linen. Therefore, the Torahforbade these practices to differentiate the Hebrews from pagan rituals.

Similarly, he considers that God imposed the laws of the Korbanot as an intermediate stage, with the goal of their eventual total abolition. Since the nature of the human being does not allow for an abrupt transition, when one considers that the practice of sacrifices was previously universal and there were even peoples who practised human sacrifice. Therefore, the Torah regulates sacrifices. They usually had to be offered by the Kohen and only in the Beit HaMikdash. This interpretation of Jewish tradition presents difficulties because it implies that the order of the sacrifices of the Beit HaMikdash has no intrinsic value, is a kind of concession, and is unlikely to be a reality in the Messianic era.

RambanNachmanides of Gerona, does not agree with Rambam‘s interpretation. He argues that if that were so, why did Noah offer sacrifices when he left the Ark? At that time there were neither Egyptians nor Canaanites with their idolatrous cults. Ibn Ezra, for example, explains the Korbanot differently  when he emphasizes that man manifests himself through thought, word, and action. 

When offering the Korban, the person must place his hands on the animal as a reference to a fault he committed through the action. He must confess his mistake and, in this way, atone for the fault he committed. The consumption of the inner parts of the animal by fire is preferred, which according to the language of the Torah are found in the kidneys of the person.

In conclusion, for RambanIbn Ezra, and other exegetes, it is inconceivable that the Laws of the Torah are transient, because God’s will has to be valid for every geographical place and every time.

We conclude with a thought by Harav Kook that considers the difficulties of modern man in understanding the meaning of animal sacrifice. We pray that God will rebuild the Beit HaMikdash, an event that can only be accomplished miraculously. As an integral part of that miraculous event, says Harav Kook, the Creator will reveal a novel understanding of the spiritual scope of the Korban that will be satisfying, even to the sophisticated mind of contemporary man.

PEKUDEI

ÉXODO XXXVIII:21-XL:38

LA SANTIDAD DEL TIEMPO Y DEL LUGAR

Los últimos capítulos de Shemot concluyen con los instructivos referentes a la construcción del Mishkán en el desierto. Muchos exégetas coinciden en señalar que el Mishkán es una respuesta al pecado del Éguel Hazahav; por un lado, está el reconocimiento que el pueblo necesitaba de un algún elemento tangible para simbolizar su relación con Dios. Por otro lado, el Mishkán servía como un constante recordatorio del Dios que había sido responsable de su liberación de la esclavitud egipcia.

La Torá insiste en recordar que, incluso para una tarea sagrada como la construcción del Mishkán, no se puede violarlas leyes del Shabat. El fin no justifica los medios. Cabe indagar entonces, si acaso el Shabat es más sagrado que el Mishkán. Por ejemplo, no se debe ayunar en Shabat, por lo tanto, si Purimcoincide con un domingo, el ayuno de Ester se celebra el jueves anterior y no el día Shabat que precede a la festividad. En cambio, si Yom Kipur coincide con Shabat, sí se ayuna ese día.

En el Beit HaMikdash, el Korbán Tamid se ofrendaba a diario, incluso en el Shabat, día en el cual había sacrificios adicionales. Tal vez, la razón de la insistencia de no hacer trabajos de construcción del Mishkán en Shabat se debe al hecho de que la estructura fue consagrada solamente cuando fue terminada. Durante el período de construcción carecía de santidad. 

Mientras el Mishkán y luego el Beit HaMikdash representaron la santidad del lugar, el Shabat simboliza la santidad del tiempo. De acuerdo con lo antedicho, no se puede establecer una jerarquía, no obstante, la percepción de que el “tiempo” es más abstracto y, por lo tanto, debería poseer mayor espiritualidad. 

Abraham Joshua Heschel había argumentado que el relato de Bereshit corona la santidad del Shabat como la culminación del proceso de la creación de los primeros 6 días. Será recién en la época del rey David que la ciudad de Jerusalén es consagrada, mientras que la Torá no menciona ella. Al contrario, el texto bíblico reza “En cualquier lugar donde haga mencionar Mi Nombre, llegaré a ti y te bendeciré. 

En cambio, Menahem Ben-Yashar argumenta que Einsteinmostró que el universo tiene cuatro dimensiones: las 3 dimensiones espaciales más la dimensión del tiempo, y el judaísmo no jerarquiza entre ellas. La santidad debe invadir todas las dimensiones. Los Jajamim sostienen que la santidad de Jerusalén se remonta realmente al momento de la creación, al señalar que el universo se originó de la Piedra Fundamental del Beit HaMikdash

Además, sostienen que Adam ofrendó sobre el altar de Jerusalén. Al mismo tiempo se puede argumentar que, aunque la santidad del Shabat fue ordenada como la culminación del proceso de la Creación, su instrumentación recién ocurrió en el desierto con la ordenanza que. prohibió la recolección del maná en ese día.

Ben-Yashar continúa y señala que la primera Mitsvá que recibiera Avraham: “Vete de tu tierra…”, es una referencia a un lugar, “a la tierra que te mostraré”, y no a una coordenada de tiempo. La Biblia es un texto de historia y geografía, tiempo y lugar, festividades y tierra sagradas. Se obtiene, tal vez, el mayor grado de santidad cuando el Kohén Gadol ingresa al lugar más sagrado, el Kódesh HaKodashim del Beit HaMikdash, en el día más sagrado: Yom Kipur. De cierta manera es una visita renovada al monte Sinaí, tal como Moshéno comió ni bebió; de igual manera, el Kohén Gadol y el pueblo se abstienen de ingerir alimentos en ese día.

Una diferencia estructural entre los conceptos “tiempo” y “lugar” hace que la balanza se incline a favor del tiempo. El largo exilio del pueblo judío impidió que Jerusalén continuara siendo el centro del culto. Sin embargo, la noción del tiempo, las festividades y el horario de las plegarias, siempre los acompañó. Mientras que el lugar es fijo, por naturaleza, el tiempo es transportable. 

Mientras que el Beit HaMikdash tiene una ubicación única, la sinagoga se erige automáticamente en cualquier lugar donde se hace presente el Minyán. La nostalgia por la tierra ancestral durante el largo exilio fue una expresión adicional del sentimiento de estar “incompleto”, por la ausencia del concepto de “lugar” en la tradición judía durante los últimos dos milenios. El Estado de Israel ha devuelto la noción de Shalom, “estar entero”, no tan sólo desde un punto de vista político y nacional, sino desde el prisma espiritual que siempre fue una parte indivisible de la esencia del judaísmo.

PEKUDEI

EXODUS XXXVIII:21-XL:38

THE SANCTITY OF TIME AND PLACE

The last chapters of Shemot conclude with instructions concerning the construction of the Mishkan (Tabernacle) in the desert. Many exegetes agree that the Mishkan is a response to the sin of the Egel Hazahav (Golden Calf), an admission that the people needed some tangible element to symbolize their relationship with God. On the other hand, the Mishkan served as a constant reminder of the God who had been responsible for their deliverance from Egyptian bondage.

The Torah (Pentateuch) insists on remembering that, even for a sacred task such as the construction of the Mishkan, one cannot violate the laws of Shabbat. The end does not justify the means. It is worth inquiring, then, whether Shabbat is holier than Mishkan. For example, one should not fast on Shabbat, so if Purim falls on a Sunday, Esther‘s fast is celebrated on the Thursday before and not on the Shabbat that precedes the holiday. On the other hand, if Yom Kippur coincides with Shabbat, the fast is held on that day.

In the Beit HaMikdash (Temple of Jerusalem),the Korban Tamid (daily sacrifice) was offered even on Shabbat, when there were additional sacrifices. Perhaps, the reason for the insistence on not doing construction work on the Mishkan on Shabbat is because the structure was consecrated only when it was completed. During the period of construction, it lacked sanctity. 

While the Mishkan and then the Beit HaMikdash represented the sanctity of the place, Shabbat symbolizes the sanctity of the time. In accordance with the above, a hierarchy cannot be established, however, the perception that “time” is more abstract and, therefore, should possess greater spirituality. 

Abraham Joshua Heschel had argued that the Bereshit account  crowns the sanctity of Shabbat as the culmination of the creation process of the first 6 days. It was only in the time of King David that the city of Jerusalem was consecrated, while the Torah does not mention it. On the contrary, the biblical text reads, “Wherever I make My Name mentioned, I will come to you and bless you. 

Instead, Menahem Ben-Yashar argues that Einstein showed that the universe has four dimensions: the 3 spatial dimensions plus the time dimension, and Judaism does not hierarchize between them. Holiness must pervade all dimensions. The Chachamimargue that the sanctity of Jerusalem goes back to the time of Creation, noting that the universe originated from the Foundation Stone of the Beit HaMikdash

Further, they maintain that Adam offered a sacrifice on an altar in Jerusalem. At the same time, it can be argued that, although the sanctity of Shabbat was ordained as the culmination of the process of Creation, its implementation only occurred in the wilderness with the ordinance that forbade the gathering of Man(manna) on that day.

Ben-Yashar goes on to point out that the first Mitzvah (religious instruction) that Avraham (Abraham) received, “Leave your land…”, is a reference to a place, “to the land that I will show you”, and not to a time coordinate. The Bible is a text of history and geography, time and place, sacred holidays and land. Perhaps the highest degree of holiness is attained when the Kohen Gadol (High Priest) enters the holiest site, the Kodesh HaKodashim of the Beit HaMikdash, on the holiest day: Yom Kippur. In a way, it is a renewed visit to Mount Sinai, just as Moshe (Moses) did not eat or drink; likewise, the Kohen Gadoland the people abstain from food on that day.

A structural difference between the concepts of “time” and “place” tipped the scales in favor of time. The long exile of the Jewish people prevented Jerusalem from continuing to be the center of worship. However, the notion of time, festivities, and the timing of prayers always accompanied them. While place is fixed, by nature, time is transportable.

While the Beit HaMikdash has a unique location, the synagogue automatically stands anywhere the Minyan (the necessary 10 males) is present. Nostalgia for the Ancestral Land during the long exile was a further expression of the feeling of being “incomplete,” for the absence of the concept of “place” in Jewish tradition over the past two millennia. The State of Israel has restored the notion of Shalem, “wholeness,” not only from a political and national point of view, but from the spiritual prism that has always been an indivisible part of the essence of Judaism.

VAYAKHEL

ÉXODO XXXV:1-XXXVIII:20

LA PRESENCIA DE DIOS

Los detalles de la construcción del Mishkán, el Tabernáculo que acompañó al pueblo hebreo durante su larga travesía por el desierto, están contenidos en muchos capítulos de la Torá, y también son el tema de esta sección. Empezando con la Parashá Terumá, donde se lee: “Y me harán un Santuario para que pueda residir entre ellos”, se ha creado el debate acerca del significado de la expresión “residencia” de Dios en un santuario. Avigdor Hurovitz hace un recuento de las diferentes interpretaciones de los exégetas. 

De acuerdo con Saadiá Gaón, el versículo puede ser leído como: “Y me harán un santuario y haré que ‘Mi Gloria’ esté entre ellos”. Abarbanel ofrece una explicación detallada: “Y me harán un Santuario… de tal manera que ‘Mi Presencia’ será sentida entre ellos, tal como aparecí ante sus ojos en el monte Sinaí como la Gloria del Señor, un fuego que consume y una nube que envuelve”.

Rashí lo interpreta así: “Para la Gloria de Mi Nombre, hagan un lugar de santidad”. De acuerdo con Ibn Ezra: “Se llamó un santuario porque era el lugar de residencia del Nombre Sagrado”. Efectivamente, leemos en un capítulo posterior: “Y cubrió la nube la ‘Tienda del Encuentro’ (Óhel Moed) y la gloria del Eterno colmó el Mishkán. Y Moisés no pudo entraren la ‘Tienda del Encuentro’ al posarse sobre ella la nube, pues la gloria del Eterno llenaba el Mishkán”. De acuerdo con estos versículos, la Presencia de Dios invadió totalmente el recinto sagrado, de tal manera que impidió el acceso de Moshé

Lo mismo ocurrió siglos más tarde con el Beit HaMikdash, el Templo del rey Shelomó. Se puede deducir de lo antedicho que la “Presencia” o la “Gloria” de Dios no son vocablos alusivos o abstractos; se trata tal vez de una especie de “energía espiritual” que tiene consecuencias en el ámbito material, porque ocupa “espacio” y no permite que otra cosa se introduzca en el mismo.

Al tener un encuentro con Dios, Moshé sale del Óhel Moed con una cara “radiante” (karán or panav), hecho que Miguel Ángel, en su famosa estatua de Moisés, tradujo en los “cuernos” que colocó sobre su cabeza. Resultado de una equivocada interpretación de la raíz hebrea “krn” que quiere decir un “rayo de luz”, pero que también puede ser traducida como “cuerno”. 

De todas maneras, por haber estado en la “Presencia” de Dios, Moshé adquiere el reflejo de la “radiación” que emana de la Deidad. En otras palabras, un “encuentro” con Dios produce no sólo una transformación espiritual, sino que tiene una secuela física visible. Incluso después de la revelación en el monte Sinaí, Moshé se dirige al pueblo y exclama: “El Señor, nuestro Dios, acaba de mostrarles su Presencia majestuosa (kevodó vegodló) y escuchamos Su voz desde el fuego”, tal como si se pudiera percibir física o visualmente a la Divinidad. 

El Salmista exclama: “Los cielos, son los cielos del Señor y ha cedido la tierra a los hijos del hombre”, con una clara alusión que Dios reside en el cielo, en la infinitud del espacio. Por otro lado, cuando el rey Shelomó inauguró el Beit HaMikdash, en un principio exclamó: “He construido para Ti una Casa majestuosa, un lugar donde puedes residir por siempre”. Pero después de la introducción del Arca en el Templo, Shelomóafirmó: “¿Acaso Dios residirá en la tierra? Si los confines de los cielos no pueden contenerlo, menos aún la Casa que he construido”. Continúa luego con la plegaria porque Dios mire desde su “residencia” en el cielo hacia el Templo, revelando así que Dios realmente no se encuentra en el Beit HaMikdash

Encontramos en la Torá que Moshé escuchó la voz de Dios que provenía desde los kerubim que adornaban la tapa de oro macizo del Arca. Rashí explica que la voz de Dios realmente venía desde las alturas y que ‘reverberaba’ en los oídos de Moshé, quien se encontraba de pie entre los dos kerubim

Están aquellos que consideran que la Presencia de Dios está circunscrita al recinto sagrado; un segundo veredicto postula la imposibilidad de “contener” a Dios, y por ello, la imposibilidad de fijar Su ubicación a un lugar determinado. 

En una visión, el profeta Yeshayahu describe una posición intermedia: Dios sentado sobre un trono elevado en el Templo, mientras que los serafim afirman que la gloria de Dios colma la tierra. En otro capítulo, Yeshayahu testimonia la palabra de Dios: “El cielo es Mi trono y la tierra Mi escabel. ¿Dónde podrás construir una Casa para Mí y qué lugar Me puede servir de residencia? Otro versículo reza: “Los traeré a Mi montaña sagrada y se regocijarán en Mi Casa de Oración”

Cabe destacar que durante la inauguración del Segundo Beit HaMikdash, no hubo mención de la introducción de la gloria de Dios en el Templo. Esta vez sólo hubo la referencia a los korbanot, los sacrificios. Tal vez, la ausencia de la gloria de Dios revela una percepción acerca de la Presencia de Dios en todo lugar, y no circunscrita a un recinto específico. Por ello, dice Hurovitz, adquiere sentido la noción de la Sinagoga, una Casa de Dios que puede ser construida en cualquier lugar, hecho que permitió que tuviera continuidad el judaísmo después de la destrucción del Beit HaMikdash. Sin embargo, existen lugares y objetos sagrados que invitan la Presencia de Dios. Al recitar Birkat Hamazón, al elevar la oración en el entorno de un Minyán, se hace presente la Shejiná, se “siente” a Dios.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 1 PROHIBICIÓN

114. Éxodo 35:3 Una corte no deberá ejecutar la pena capital en Shabat

VAYAKHEL

EXODUS XXXV:1-XXXVIII:20

THE PRESENCE OF GOD

The details of the construction of the Mishkan, the Tabernacle that accompanied the Hebrew people during their long journey through the desert, are contained in many chapters of the Torah, and are also the subject of this section. Beginning with Parsha Terumah, which reads, “And they will make me a sanctuary so that I may reside among them,” a debate has been created about the meaning of God’s expression “residence” in a sanctuary. Avigdor Hurovitz recounts the different interpretations of the exegetes. 

According to Saadiah Gaon, the verse can be read as: “And they will make me a sanctuary and I will make ‘My Glory’ among them.” Abarbanel offers a detailed explanation: “And they will make me a Sanctuary… so that ‘My Presence’ will be felt among them, just as I appeared before their eyes on Mount Sinai as the Glory of the Lord, a consuming fire and an enveloping cloud.”

Rashi interprets it this way: “For the glory of My Name, make a place of holiness.” According to Ibn Ezra: “It was called a shrine because it was the dwelling place of the Holy Name.” Indeed, we read in a later chapter: “And the cloud covered the ‘Tent of Meeting’ (Ohel Moed) and the Glory of the Lord filled the Mishkan. And Moses could not enter the ‘Tent of Meeting’ when the cloud rested on it, for the Glory of the Eternal filled the Mishkan.” According to these verses, the Presence of God totally invaded the sacred precinct, in such a way that it prevented Moses from entering

The same thing happened centuries later with the Beit HaMikdash, the Temple of King Shelomo. It can be deduced from the above that the “Presence” or the “Glory” of God are not allusive or abstract words; It is perhaps a kind of “spiritual energy” that has consequences in the material realm, because it occupies “space” and does not allow anything else to enter it.

Having an encounter with God, Moshe (Moses) leaves the Ohel Moed with a “radiant” face (karan or panav), a fact that Michelangelo, in his famous statue of Moses, translated into the “horns” he placed on his head. The result of a misinterpretation of the Hebrew root “krn” which means a “ray of light”, but which can also be translated as “horn”. 

However, by being in the “Presence” of God, Moshe acquires the reflection of the “radiation” emanating from the Deity. In other words, an “encounter” with God produces not only a spiritual transformation, but also has a visible physical aftermath. Even after the revelation on Mount Sinai, Mosheaddresses the people and exclaims, “The Lord, our God, has just shown you His majestic Presence (kevodo vegodlo) and we hear His voice from the fire,” as if the Divine could be perceived physically or visually. 

The Psalmist exclaims: “The heavens are the heavens of the Lord, and he has given the earth to the children of man,” with a clear allusion that God resides in heaven, in the infinity of space. On the other hand, when King Shelomo inaugurated the Beit HaMikdash, he initially exclaimed, “I have built for You a majestic House, a place where You can reside forever.” But after the introduction of the Ark into the Temple, Shelomo said, “Will God reside on earth? If the confines of the heavens cannot contain it, still less the House I have built.” He then continues with the prayer that God will look from his “residence” in heaven toward the Temple, thus revealing that God is not really in the Beit HaMikdash

We find in the Torah that Moshe heard the voice of God coming from the keruvim that adorned the solid gold lid of the Ark. Rashi explains that God’s voice really did come from on high and that it ‘reverberated’ in the ears of Moshe, who was standing between the two keruvim

There are those who consider that the Presence of God is circumscribed to the sacred precinct; a second verdict postulates the impossibility of “containing” God, and therefore, the impossibility of fixing His location to a certain place.

In one vision, the prophet Yeshayahu describes a middle position: God sitting on a throne raised in the Temple, while the Seraphim claim that God’s glory fills the earth. In another chapter, Yeshayahu testifies to God’s word: “Heaven is My throne and earth is My footstool. Where can you build a house for Me, and what place can I live in? Another verse reads, “I will bring you to My holy mountain and you will rejoice in My House of Prayer.”

It should be noted that during the inauguration of the Second Beit HaMikdash, there was no mention of the introduction of God’s Glory into the Temple. This time there was only the reference to the Korbanot, the sacrifices. Perhaps, the absence of God’s Glory reveals a perception of God’s Presence everywhere, and not confined to a specific enclosure. For this reason, says Hurovitz, the notion of the synagogue, a house of God that can be built anywhere, a fact that allowed Judaism to continue after the destruction of the Beit HaMikdash, makes sense. However, there are sacred places and objects that invite the Presence of God. By reciting Birkat HaMazon, by raising the prayer in the surroundings of a Minyan, the Shechinah is present, God is “felt”.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 1 PROHIBIITON

114. Exodus 35:3 A court shall not execute capital punishment on Shabbat.

KI TISÁ

ÉXODO XXX:11-XXXIV:35

CONTRASTE ENTRE MOSHÉ Y AHARÓN

El primer tema de estos capítulos se refiere al censo que se realizó después del episodio del Éguel Hazahav, el becerro de oro que los hebreos adoraron cuando Moshé tardó más de lo anticipado en descender del Har Sinai. El relato bíblico continúa con el instructivo dirigido a Moshé para que elabore un receptáculo de cobre que será utilizado para el lavado de las manos y los pies de los Kohanim

La Torá especifica luego cuáles son las especies necesarias para el culto en el Mishkán, siendo uno de ellos Mor Deror, el mirto puro. Esta especie es considerada por el Talmud como una alusión a Mordejai, el héroe de la historia de Purim. De acuerdo con el Rav (Rabbi Josepha B. Soloveitchik) cuando el Talmudcuestiona: Mordejai minHaTorá minayin y responde con Mor Deror, la utilización de un elemento que será utilizado en el Mishkán es para señalar su participación en la reconstrucción del segundo Beit HaMikdash

El episodio del Éguel Hazahav tuvo 4 protagonistas: Dios, el pueblo judío, Aharón y Moshé. La aparente complicidad de Aharón quien intentó apaciguar el ánimo del pueblo seguramente le causó mucha angustia a Moshé, porque de acuerdo con las características de personalidad que la Torá le atribuye, probablemente nunca hubiera cedido a la petición del pueblo.

Mientras que Aharón se aproximaba al pueblo y se identificaba con sus retos y angustias, Moshé luce como un personaje aparte, más cercano a lo celestial que a lo terrenal. En este sentido, explica Rashí la diferencia entre lehaazín y lishmoa, sinónimos del verbo escuchar. Por estar más cercano al cielo Moshé se expresa con Haazinu haShamáyim, mientras´que Yeshayahuafirma Shim’í shamáyimLehaazín quiere decir escuchar de cerca, mientras que lishmoa implica cierta distancia entre las partes.

De acuerdo con Ibn EzraMoshé es educado en el palacio del faraón, porque desde un prinicipio tenía la postura de un príncipe, para convertirse en el Mélej, el rey del pueblo hebreo. Moshé es único, no hay otro personaje similar en la Biblia. Con la excepción de los relatos del Midrash se desconoce las características de sus hijos, simplemente desaparecen del relato bíblico. Moshé luce como un ser solitario en el universo terrenal porque se sentía más afín con el mundo del espíritu. Fue el único personaje que habló con Dios “cara a cara”. 

La muerte de Moshé antes de la conquista de la Tierra Prometida señala el término de su trayectoria aunque sus logros dejaron una huella por siempre. El caso de Aharón es muy diferente. Siempre se sintió cercano al pueblo y tal vez por ello, comprendió sus debilidades. Además, Aharón es el patriarca de todos los Kohanim que siempre oficiarán en el Beit HaMikdashy serán los maestros del pueblo. Incluso hasta el presente, los hijos de Aharón son los protagonistas de ciertos ceremoniales y tienen preferencia en los rituales de la sinagoga. 

 El culto de Yom Kipur tiene como tema central las actividades del Kohén Gadol en el Beit HaMikdashAharón también era un profeta, una persona con penetrante visión para comprender el sentido de la historia. Serán sus descendientes, los Jashmonaimque se rebelarán contra los sirios helenizados para devolver al Beit HaMikdash su gloria anterior y dar inicio a un par de siglos de liberación nacional hasta la destrucción de la Casa de Dios perpetrada por los romanos en el año 70.

Tal vez el liderazgo del pueblo exigió una simbiosis de ambas posiciones. Por un lado, la aparente inflexibilidad de Moshé, indispuesto a cualquier compromiso o alteración de la Voluntad de Dios y por otro lado está la personalidad de Aharón que intuye la debilidad intrínseca del ser humano, su disposición al pecado, pero al mismo tiempo su capacidad de regeneración. La posibilidad de la Teshuvá que aparece como una realidad en la historia del primer hombre Adam. Mientras que Moshédesaparece del escenario, Aharón vive a través de su descendencia, porque solamente gracias a su comprensión y empatía por la fragilidad humana existe la posibilidad de la redención final.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 4 MITSVOT POSITIVAS Y 5 PROHIBICIONES

105. Éxodo 30:13 Dar anualmente la mitad de un shékel(moneda)

106. Éxodo 30:19-20 Lavarse las manos y los pies cuando sirviendo en el Templo

107. Éxodo 30:25 Elaborar aceite para unción

108 ​Éxodo 30:32 La persona que no está autorizada no debe derramar sobre sí aceite de unción

109 ​Éxodo 30:32 No elaborar aceite de unción que no ha sido autorizado de acuerdo con la fórmula

110. Éxodo 30:37 No elaborar incienso que no ha sido autorizado de acuerdo con la fórmula

111. Éxodo 34: 12,15 Ni comer ni beber de la ofrenda para un ídolo

112. Éxodo 34:21 Permitir que la tierra descanse en el año de Shemitá (séptimo año)

113. Éxodo 34:25 No comer carne y leche que han sido cocinados juntos

KI TISA

EXODUS XXX:11-XXXIV:35

CONTRAST BETWEEN MOSES AND AARON

The first theme of these chapters concerns the census that took place after the episode of the Egel Hazahav, ”Golden Calf” that the Hebrews worshipped when Moshe (Moses) took longer than anticipated to descend from Har Sinai (Mount Sinai). The biblical account continues with instructions to Moshe to make a copper receptacle that will be used for washing the hands and feet of the Kohanim (Priests).

The Torah (Pentateuch) then specifies which species are necessary for worship in the Mishkan (Tabernacle) one of them being Mor Deror, pure myrtle. This species is considered by the Talmud to be an allusion to Mordechai, the hero of the Purimstory. According to the Rav (Rabbi Josepha B. Soloveitchik) when the Talmud asks: Mordechai minHaTorah minayin and responds with Mor Deror, the use of an item that will be used in the Mishkan is to signal his involvement in the rebuilding of the Second Beit HaMikdash

The episode of the Egel Hazahav had 4 protagonists: God, the Jewish people, Aharon (Aaron) and Moshe. The apparent complicity of Aharon who tried to appease the mood of the people surely caused much anguish to Moshe, because according to the personality characteristics that the Torah attributes to him, he probably would never have yielded to the request of the people.

While Aharon approached the people and identified with their challenges and anxieties, Moshe looks like a person who isseparate, closer to the heavenly than to the earthly. In this sense, Rashi explains the difference between Lehaazin and Lishmoa, synonyms of the verb to listen. Because he is closer to heavenMoshe expresses himself with Haazinu haShamayim, while Yeshayahu affirms Shim’i ShamayimLehaazin means to listen closely, while lishmoa implies a certain distance between the parties.

According to Ibn EzraMoshe was educated in the palace of Pharaoh, because from the beginning he had the posture of a prince, to become the Melech, the king of the Hebrew people. Moshe is unique, there is no other similar character in the Bible. Except for the Midrash accounts, the characteristics of their children are unknown, they simply disappear from the biblical account. Moshe seems like a solitary being in the earthly universe because he felt more akin to the spirit world. He was the only person who spoke to God “face to face.” 

Moshe’s death before the conquest of the Promised Land marks the end of his career, although his accomplishments left a mark forever. Aharon’s case is very different. He always felt close to the people and perhaps because of this, he understood their weaknesses. In addition, Aharon is the patriarch of all the Kohanim who will always officiate at the Beit HaMikdash and be the teachers of the people. Even up to the present, the sons of Aharon are the protagonists of certain ceremonies and have preference in the rituals of the synagogue. 

The Yom Kippur service has as its central theme the activities of the Kohen Gadol at the Beit HaMikdashAharon was also a prophet, a person with penetrating vision to understand the meaning of history. It will be the descendants of the Kohanim, the Chashmonaim who will rebel against the hellenized Syrians to restore the Beit HaMikdash to its former glory and usher in a couple of centuries of national liberation until the destruction of the House of God perpetrated by the Romans in 70 of the common era.

Perhaps the leadership of the people demanded a symbiosis of both positions. On the one hand, the apparent inflexibility of Moshe, opposed to any compromise or alteration of the Will of God, and on the other hand, there is the personality of Aharonwho intuits the intrinsic weakness of the human being, his understanding of the weakness of the people, but at the same time their capacity for regeneration. The possibility of Teshuvah (repentance) appears as a reality in the story of the first man Adam. While Moshe disappears from the stage, Aharon lives on through his offspring, because it is only through his understanding and empathy for human frailty that there is the possibility of final redemption.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 4  POSITIVE MITSVOT AND 5 PROHIBITIONS

105. Exodus 30:13 Give half a shekel (coin) annually.

106. Exodus 30:19-20 Washing hands and feet when serving in the Temple.

107. Exodus 30:25 making anointing oil.

108 ​Exodus 30:32 A person who is not authorized should not pour anointing oil on himself.

109 ​Exodus 30:32 Do not make anointing oil that has not been authorized according to the indicated formula.

110. Exodus 30:37 Do not make incense that has not been authorized according to the indicated formula.

111. Exodus 34:12,15 Neither eat nor drink of the offering for an idol.

112. Exodus 34:21 Allow the land to rest in the year of Shemitah(seventh year).

113. Exodus 34:25 Do not eat meat and milk that have been cooked together.