EL AUTÉNTICO DEFENSOR DEL PUEBLO

Es muy difícil penetrar en el espíritu de Moshé y entender su reacción frente a las constantes dificultades que tuvo que enfrentar durante el desempeño de su liderazgo. Aunque el pueblo había salido prácticamente ileso de la persecución egipcia, no hay duda que el desierto que luego transitarían durante 40 años presentaba un ambiente inhóspito y hostil, fértil para la queja y la depresión, propicio para la insurrección. Para Moshé era una aventura inédita, más aún cuando desde un principio –tal como se expresara en el episodio del sné, la zarza ardiente– había declinado la invitación de conducir al pueblo.

Moshé escuchó el consejo de su suegro Yitró y designó 70 sabios para que lo acompañarán en la tarea de la enseñanza, a fin de dirimir las diferencias entre litigantes y poder emitir un juicio cuando fuese necesario. Aunque ejerció el liderazgo juntamente con este cuerpo, que eventualmente condujo al establecimiento del Sanhedrín, el pueblo sabía que el liderazgo auténtico reposaba sobre la persona de Moshé. Por ello la desesperación personal de Moshé en el caso del desaliento del pueblo por el consumo del man, el maná que llovía a diario del cielo, y su insaciable apetito por el consumo de carne, que claramente escasea en el desierto.

Debido al descontento del pueblo y su falta de aprecio por todo lo que se había hecho, Dios se enojó con nuestros antepasados y Moshé reaccionó de igual manera. Pero en el caso de Moshé, el disgusto era probablemente doble: aunque estaba enfurecido con el pueblo, tal vez lo estaba más consigo mismo. Por eso Moshé deseó la muerte, pero preferiblemente a manos de Dios y no por un pueblo ingrato.

Aunque Moshé intervino a favor del pueblo, para que Dios no los canjeará por otro, al mismo tiempo no pudo esconder su desengaño por la falta de caballerosidad de las masas. En última instancia, la causa de la protesta no era el sabor insípido del man que, de acuerdo con el Midrash, sabía según el gusto de cada individuo. La protesta era una manifestación del descontento por la vida rutinaria del desierto, por la ausencia de cambios y el consecuente aburrimiento.

En realidad, era una rebelión contra la Providencia Divina, porque después de recibir un conjunto de leyes en el Sinaí que habían impuesto un freno a sus apetitos carnales y exigía un comportamiento ético general, la uniformidad del panorama desértico no producía ninguna satisfacción espiritual.

Incluso sintieron nostalgia por la esclavitud a las orillas del río Nilo, con su naturaleza cambiante, crisol del entorno cultural más importante de la época. Pero un líder auténtico no se deja llevar por el desengaño y la ingratitud de la gente, reflexiona y siente empatía por las debilidades humanas y, sobre todo, destaca las virtudes que afloran entre la gente como fruto del desafío del rigor del desierto. 

No obstante los contratiempos y las reservas personales, Moshé se convierte en el gran defensor del pueblo hebreo y discute con Dios para que no elija otro pueblo, incluso asume la culpabilidad por los yerros de los otros. El líder tiene un rol ambivalente: debe mantener distancia de aquellos a quienes dirige y, por otro lado, tiene que identificarse totalmente con su destino, sentir en carne propia el dolor y las angustias que envuelven a su pueblo. 

Moshé se preparó durante ochenta años para asumir el liderazgo que finalizó después de 40 años en las fronteras de la Tierra Prometida. No pisó la Tierra Prometida, pero la visualizó. Subió al monte Nevó, obtuvo una vista panorámica de la naturaleza de Israel, pero tal vez algo más contundente: un repaso de los sucesos de los últimos 40 años y una perspectiva acerca de cuál sería el mañana de ese pueblo rebelde pero heroico, complejo pero dispuesto a diseminar por los confines de la tierra la idea de la existencia del Creador único, el Dios de la Humanidad.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 3 MITSVOT POSITIVAS Y 2 PROHIBICIONES

  1. Números 9:11 Ofrendar el Pésaj Shení el 14 de Iyar
  2. Números 9:11 Comer la ofrenda Pésaj Shení el 14 de Iyar
  3. Números 9:12 No dejar nada de la ofrenda Pésaj Shení para el día siguiente
  4. Números 9:12 No romper ningún hueso de ofrenda Pésaj Shení
  5. Números 10:9-10 Durante batallas y cada ofrenda, sonar las Trompetas en el Templo

THE PROHIBITION OF SUICIDE

According to the Midrash, the commandment prohibiting the murder of another human being includes the instruction not to cause one’s own death: suicide.  Moreover, the prohibition of taking unnecessary risks that may result in death is included under this heading. Israel Gilat makes the excellent observation that, by committing murder, the person double-offends. On the one hand, he violates the “thou shalt not kill” and, on the other hand, because of his disobedience he will receive the death penalty; that is, for the serious fault he has committed caused the death of the victim and his own death: punishment for the crime.

We start from the premise that the body does not belong to the individual, that is, the person cannot exercise his free will with reference to his survival. It is limited. He or she has the obligation to go to a doctor when sick and should not inflict any laceration or injury as a demonstration of independence and total freedom. However, the Bible testifies to several personalities who opted for suicide when facing pressing situations. King Saul threw himself on a sword stuck in the ground, so as not to fall alive into the hands of the enemy.

The subject of suicide is pertinent because it is related to the most famous judge Shimshon, Samson, the most famous nazir (person who promises to abstain from wine and any grape derivative, not to cut his hair, and not to have contact with a corpse) of the Tanakh. And the state of Nezirut is one of the central themes of these chapters. In the final stage of his life, having lost his sight during a celebration of the Philistines, Shimshon requested to be placed between the two columns that sustained the pagan temple. With supreme effort, he displaced the columns and thus caused the death of the Philistines in the vicinity and, sadly, his own death.

Several explanations are offered. Perhaps suicide is allowed when death is inevitable. It can be argued that these episodes refer to exceptional situations of a historical moment and, therefore, should not serve as a guideline for the future. In both situations, the consequences could include the death of many because, especially in the first case, the Hebrews would have tried to rescue King Saul after he fell into the hands of his enemies. As for Shimshon, he managed to eliminate a large number of enemies of the Jewish people who might otherwise have caused many deaths.

A shameful and tragic event for humanity from the time of the Holocaust testifies to the mass suicide of a group of young Jewish women who opted for death rather than undergo the rape of their bodies and their subsequent murder at the hands of the Nazis. The decision of these young women was a demonstration of courage sustained by their unwavering faith.

It is pertinent to mention the case of the inhabitants of Masada, who opted for suicide when they were besieged by the enemy who began to climb towards the summit, announcing the inescapable end of the defense of the fortress and the death of its inhabitants. In this sense, one can cite the famous opinion of the Chief Rabbi of Israel Shlomoh Goren, who considered this suicide not only permissible but perhaps obligatory, due to the probability that, when imprisoned by the enemy, the inhabitants of Masada would have been forced to violate the ordinances (commit incest, publicly deny the existence of God), and to avoid this transgression, the person must choose death. Many scholars challenged Goren’sopinion.

MITSVAH: TORAH ORDINANCE IN THIS PARASHAH

CONTAINS 7 POSITIVE MITZVOT AND 11 BANS

  1. Numbers 5:2 Send the ritually impure individual out of the field of Divine Presence
  2. Numbers 5:3 The ritually impure individual is not to enter the Temple
  3. Numbers 5:6 Confess sin
  4. Numbers 5:15 Abide by the laws of Sotah (wife suspected of committing infidelity)
  5. Numbers 5:15 Do not include oil in the offering of the Sotah
  6. Numbers 5:15 Do not include species in the offering of the Sotah
  7. Numbers 6:3 The Nazir should not drink wine or other strong drink derived from grapes.
  8. Numbers 6:3 The Nazir should not consume fresh grapes
  9. Numbers 6:3 The Nazir should not consume raisins
  10. Numbers 6:4 The Nazir must not consume the seed of the grape
  11. Numbers 6:4 The Nazir should not consume the bark of the grape
  12. Numbers 6:5 The Nazir should not shave his hair
  13. Numbers 6:5 Allow the Nazir’s hair to grow long
  14. Numbers 6:6 The Nazir must not enter the enclosure where a corpse lies
  15. Numbers 6:7 The Nazir must not acquire ritual impurity through a corpse or any other source of ritual impurity.
  16. Numbers 6:13 Shave the Nazir’s hair and bring his offering (at the end of the period of his promise as a Nazir, or if it acquires ritual impurity.
  17. Numbers 6:23 Recite the blessing of the Kohanim
  18. Numbers 7:9 The tribe of Levi must carry the Aron HaKodesh, Sacred Ark on their shoulders

LA PROHIBICIÓN DEL SUICIDIO

NASÓ_NÚMEROS VI:21-VII:89

Según el Midrash, el mandamiento que prohíbe el asesinato de otro ser humano incluye la instrucción de no causar la muerte propia: el suicidio. Más aún, se incluye bajo este rubro la proscripción de tomar riesgos innecesarios cuyo resultado pueda ser la muerte. Israel Gilat hace la excelente observación de que, por cometer un asesinato, la persona incumple doblemente. Por un lado, viola el “no matarás” y, por otro lado, debido a su desobediencia recibirá la pena de muerte; o sea, por la grave falta que ha cometido causó la muerte de la víctima y su propia muerte: el castigo que recibirá por el crimen.

Partimos de la premisa de que el cuerpo no le pertenece al individuo, o sea, la persona no puede ejercer su libre albedrío con referencia a su supervivencia. Está limitada. Tiene la obligación de acudir a un médico cuando está enferma y no debe lacerarse, herirse como una demostración de independencia y libertad total. Sin embargo, la historia da testimonio de varias personalidades que optaron por el suicidio cuando tuvieron que enfrentar situaciones apremiantes. El rey Saúl se arrojó sobre una espada clavada en el suelo, a fin de no caer con vida en las manos del enemigo. 

El tema del suicidio es pertinente porque está relacionado con el juez Sansón, el nazir (persona que promete abstenerse del vino y de cualquier derivado de la uva, no cortarse el pelo y no tener contacto con un cadáver) más famoso del Tanaj, y el estado de nezirut es uno de los temas centrales de estos capítulos. En la etapa final de su vida, habiendo perdido la vista durante una celebración de los filisteos, Sansón solicitó que lo colocaran entre las dos columnas que sostenían el templo pagano. Con un esfuerzo supremo, desplazó las columnas y así causó la muerte de los filisteos que se encontraban en los alrededores y, lamentablemente, su propia muerte.

Se ofrecen varias explicaciones. Tal vez el suicidio es permitido cuando la muerte es inevitable. Se puede argumentar que los episodios aludidos hacen referencia a situaciones excepcionales de un momento histórico y, por lo tanto, no deben servir como pauta para el futuro. En ambas situaciones, las consecuencias podían incluir la muerte de muchos porque, especialmente en el primer caso, los hebreos habrían intentado rescatar al rey Saúl después de que éste cayera en manos de sus enemigos. En cuanto a Sansón, éste logró eliminar un gran número de enemigos del pueblo judío que, de otra manera, podrían luego haber causado muchas muertes.

Un vergonzoso y trágico evento para la Humanidad de la época del Holocausto testimonia el suicidio, en masa, de un grupo de jóvenes judías que optaron por la muerte en lugar de someterse a la violación de sus cuerpos y a su posterior asesinato a manos de los nazis. La decisión de estas jóvenes fue una demostración de valentía sustentada por su inquebrantable fe.

Es pertinente mencionar el caso de los habitantes de Masada, que optaron por el suicidio cuando fueron sitiados por el enemigo que empezó a escalar hacia la cumbre, anunciando el ineludible fin de la defensa de la fortaleza y la muerte de sus habitantes. En este sentido se puede citar el célebre dictamen del Gran Rabino de Israel Shlomo Goren, quien consideró este suicidio no sólo permisible sino tal vez obligatorio, debido a la probabilidad de que, al ser apresados por el enemigo, los moradores de Masada fueran luego forzados a violar las ordenanzas (cometer incesto, negar públicamente la existencia de Dios, asesinar), y para evitar esta transgresión, la persona debe optar por la muerte. Muchos eruditos retaron la opinión de Goren; sin embargo, su sentir apunta hacia la posibilidad de considerar el suicidio como una opción válida bajo ciertas circunstancias.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 7 MITSVOT POSITIVAS Y 11 PROHIBICIONES

  1. Números 5:2 Enviar al individuo ritualmente impuro fuera del campo de la Presencia Divina
  2. Números 5:3 El individuo ritualmente impuro no debe entrar al Templo
  3. Números 5:6 Confesar el pecado
  4. Números 5:15 Cumplir las leyes de sotá (esposa sospechada de cometer infidelidad)
  5. Números 5:15 No incluir aceite en la ofrenda de la sotá
  6. Números 5:15 No incluir especies en la ofrenda de la sotá
  7. Números 6:3 El nazir no debe beber vino u otra bebida fuerte derivada de uvas
  8. Números 6:3 El nazir no debe consumir uvas frescas
  9. Números 6:3 El nazir no debe consumir pasas
  10. Números 6:4 El nazir no debe consumir la semilla de la uva
  11. Números 6:4 El nazir no debe consumir la corteza de la uva
  12. Números 6:5 El nazir no debe afeitar su cabello
  13. Números 6:5 Permitir que el cabello del nazir crezca largo
  14. Números 6:6 El nazir no debe entrar en el recinto donde yace un cadáver
  15. Números 6:7 El nazir no debe adquirir impureza ritual a través de un cadáver o de cualquier otra fuente de impureza ritual
  16. Números 6:13 Afeitar el pelo del nazir y traer su ofrenda (en la terminación del período de su promesa de nazir, o si adquiere impureza ritual)
  17. Números 6:23 Recitar la bendición de los Kohanim
  18. Números 7:9 La tribu de Leví debe cargar el Arón HaKódesh, Arca Sagrado sobre los hombros

THE INDISPENSABLE HUMILITY FOR THE STUDY OF THE TORAH

BEMIDBAR_NUMBERS I:1-IV:20

The Torah was delivered in the wilderness, no man’s land, and from a medium-height mountain, without apparent distinction. From this fact, the Chachamim conclude that the study of the Torah demands modesty and humility. False and exaggerated pride is the mortal enemy of learning. Even Rambam, who always advised the Shevil Ha’emtsa’i, the middle path that avoids extremes, insisted that there is no middle ground in the case of modesty. A half or partial modesty should not be tolerated, because only the person who has acquired knowledge necessarily recognizes the enormity of what he still has to learn and know, which is like a horizon that moves away notwithstanding the distance traveled. Only those with partial knowledge that is always insufficient, boast of their intellectual achievements. The true scholar knows that he does not know it all and is thirsty for study and reflection.

It has not yet been possible to definitively identify the mountain, the Har Sinai that witnessed the revelation of the Divine Will. Ignorance of the place leads to appreciate the Word and Message that were enunciated there, without the temptation to “sanctify” the place. The message is the only sacred element of that extraordinary experience of more than 3,000 years ago.

The name of this fourth book of the Torah, that our chapters inaugurate, means “in the wilderness,” a kind of prediction that man would remain spiritually in a wilderness for an extended period. While in the field of technology advances grow exponentially, in the spiritual field there are continuous advances and setbacks that, due to technological excellence, turn relapses into a greater threat to the survival of the human species.

The quality of humility leads to tolerance – especially of ideas that are different – and respect for an alternate conduct that is also based on the principles of ethics and morality, which do not antagonize, but respect others. Those who claim to be the possessors of the one and absolute truth often fall prey to the fanaticism and fundamentalism that invariably produces intolerance, and this, in turn, translates into physical aggression.

The arrogance of those who “have seen the light” prevents them from admitting justice and truth, because their interest is centered on glory and personal power. This arrogance is the mortal enemy of Torah study, which demands humility before God’s “Supreme Intellect.”  Me’od me’od heveh shefal ruach, the Talmud demands, because humility is a requirement for spiritual growth.

Among the possible qualifiers that the Torah might have chosen, Moses is designated as anav mikol adam, “the humblest among humans.” Therefore, in the oral tradition he is known as Moshe Rabbenu, “our teacher Moses“, because humility is a sine qua non in the process of learning and teaching.

These chapters are usually read on the eve of the holiday of Shavuot which celebrates the anniversary of the bestowal of the Torah. It should be noted that this holiday has no date in Scripture: only the count of 49 days, which is 7 weeks, from the second day of Passover, identifies its celebration.  Shavuot is anticipated during these days, a fact that led some sages to opine that preparation is many times more important than celebration.

Anticipating the event brings with it greater joy than the timing of the holiday. Similarly, Torah study is a process, not an event. Just as the desert does not recognize pedigree or privilege, because everyone must fight equally to survive in that hostile environment, the Torah is not acquired by inheritance, it does not recognize ancestral privileges. The study of the Torah is, in fact, a way of conducting life with the purpose of learning, which can only be achieved under the premise of humility in the presence of the Eternal Wisdom of the Creator.

LA HUMILDAD INDISPENSABLE PARA EL ESTUDIO DE LA TORÁ

BEMIDBAR_NÚMEROS I:1-IV:20

La Torá fue entregada en el desierto, la tierra de nadie, y desde un monte de mediana altura, sin aparente distinción. De este hecho, los Jajamim concluyen que el estudio de la Torá exige modestia y humildad. El falso y exagerado orgullo es enemigo mortal del aprendizaje. Incluso Rambam, quien en todo momento aconsejó el Shevil Haemtsaí, el sendero medio que evita los extremos insistió en que no existe un término medio en el caso de la modestia. No puede concebirse una modestia media o parcial, porque sólo la persona que ha adquirido un cúmulo de conocimientos reconoce necesariamente la vastedad de lo que aún le queda por conocer, que es como un horizonte que se aleja no obstante la distancia recorrida. Únicamente quienes tienen conocimientos parciales que siempre son insuficientes se jactan de sus logros intelectuales. El auténtico erudito sabe que no sabe y está sediento de estudio y reflexión.

Aún no se ha logrado identificar definitivamente al Har Sinai que fue testigo de la revelación de la voluntad Divina. El desconocimiento del lugar conduce a valorar la palabra y el mensaje que allí fueron enunciados, sin la tentación de “santificar” el lugar. El mensaje constituye el único elemento sagrado de aquella extraordinaria experiencia de hace más de 3,000 años.

El nombre de este cuarto libro de la Torá que nuestros capítulos inauguran significa “en el desierto”, especie de vaticinio de que el hombre permanecería espiritualmente en un desierto por un extenso lapso. Mientras que en el campo de la tecnología los avances crecen exponencialmente, en el terreno espiritual hay avances y retrocesos continuos que, debido a la excelencia tecnológica, convierten las recaídas, en cada instancia, en una mayor amenaza para la supervivencia de la especie humana.

La cualidad de la humildad conduce a la tolerancia –especialmente de las ideas que son diferentes– y el respeto de una conducta alterna que también se sustenta en los principios de la ética y la moralidad, los cuales no agreden, sino que respetan al prójimo. Aquellos que alegan que son los poseedores de la verdad única y absoluta, muchas veces son presa del fanatismo y fundamentalismo que invariablemente produce la intolerancia, y ésta, a su vez, se traduce en agresión física.

La arrogancia de quienes “han visto la luz” impide que admitan la justicia y la verdad, porque su interés se centra en la gloria y el poder personal. Esta arrogancia es el enemigo mortal del estudio de la Torá, que exige la humildad ante el “Intelecto Supremo” de Dios. Meod meod hevé shefal rúaj, exige el Talmud, porque la humildad es un requisito para el crecimiento espiritual. 

Entre los posibles calificativos que la Torá podría haber escogido, Moshé es designado como anav mikol adam, “el más humilde entre los humanos”. Por ello, en la tradición oral es conocido como Moshé Rabenu, “nuestro maestro Moshé”, porque la humildad es condición sine qua non en el proceso del aprendizaje y la enseñanza.

Estos capítulos se leen generalmente en la víspera de la festividad de Shavuot que celebra el aniversario del otorgamiento de la Torá. Se debe destacar que esta festividad no tiene fecha en las Escrituras: sólo el conteo de 49 días, que son 7 semanas, desde el segundo día de Pésaj, identifica su celebración. Shavuot es anticipado durante estos días, hecho que condujo a algunos sabios a opinar que la preparación es muchas veces más importante que la celebración. 

Anticipar el evento trae consigo mayor regocijo que el momento de la festividad. De manera similar, el estudio de la Torá es un proceso, no es un evento. Tal como el desierto no reconoce el pedigrí ni los privilegios, porque todos tienen que luchar igualmente para sobrevivir en ese ambiente hostil, la Torá no es adquirida por herencia, no reconoce los privilegios ancestrales. El estudio de la Torá es, en realidad, una manera de conducir la vida con un norte que apunta al aprendizaje, el cual sólo puede lograrse bajo la premisa de la humildad ante la eterna sabiduría del Creador.

CONSEQUENCES OF COMPLIANCE AND CONTEMPT

BECHUKOTAI_LEVITICUS XXVI:3-XXVII:34

The conclusion of one of the books of the Torah constitutes a singular event. Generally, the rabbi of the synagogue is invited to read that text and, before reciting the last verse, the congregation stands to listen to the concluding words of the book. A sign that it is a time for reflection on the content of the Torah, which begins with Bereshit, the Genesis of the universe, although it is not a book of history. 

Apparently, all the accounts of the Torah have a sobering purpose, they point out what the person’s behavior should be. Moreover, the Divine revelation at Mount Sinai is the epicenter, the raison d’être of the sacred text. The life of the patriarchs and Egyptian slavery constitute the necessary preparations: the development of the seventy souls who descended into Egypt and then multiplied to reach a number greater than 3,000,000 including men, women, the elderly, and children.

But two events occurred that changed the course of history and the destiny of the Hebrew people. Just a few days after the revelation at Mount Sinai, the people built the Egel Hazahav, the golden calf, an effigy that represents a cult directly opposed to the ethical principles that were heard at Sinai. 

The second event occurred on the border of the Promised Land. After sending 12 emissaries to explore the land, the people concluded that they are not prepared for conquest. In both cases, they demonstrate a serious lack of faith in Divine Providence. These events demonstrate that the people had not internalized the fundamental message, the Brit, the covenant between God and the Hebrew people. This covenant had to be manifested through the obedience that the people owe to God via the fulfillment of the different Mitzvot, so that simultaneously, God protects the people He chose to bring the message of monotheism to Humanity.

The warning contained in these chapters is clear. The fulfillment of the Mitsvah, the Word of God leads to a successful and fulfilling life, both on the personal and national level. Even the earth reflects human behavior. The abundance of rain is the result of obedience to God’s Word and drought is the consequence of disobedience.

According to Harav Samson Raphael Hirsch, the fulfillment of the Mitsvot presupposes the study of the Torah. “Lo am ha’arets chasid,” “the ignorant cannot be pious,” the Talmud states. In other words, a study is indispensable to knowing what the Torah expects of the individual, and what the appropriate behavior is. Hirsch argues that when a person stops studying, he fails to comply with the Mitsvah, he progressively develops a series of conjectures, and rationalizations for different behavior, different from what the Torah expects.

Moreover, that person begins to look down on those who comply with the dictates of tradition, all in a process of justifying their own actions. “Mitsvah goreret Mitsvah and Averah goreret Averah“, “by fulfilling the Mitsvá we promote the possibility of another Mitsvah, while non-compliance promotes another disobedience”, according to the Talmud. That is why the biblical text warns that disobedience of God’s Word can have very serious consequences, far beyond what the first act indicated. As an alternate attitude, the fulfillment of the Mitzvah is encouraging, because each good deed promotes another similar action, all because of the study of the ordinances contained in the Torah.

MITSVAH: TORAH ORDINANCE IN THIS PARASHAH

CONTAINS 7 POSITIVE MITSVOT AND 5 PROHIBITIONS

  1. Leviticus 27:2 – Whoever promises to donate the estimated value of a man must give the value written in the Torah.
  2. Leviticus 27:10 Do not substitute consecrated animals as sacred offerings.
  3. Leviticus 27:10 If a consecrated animal is replaced by another animal, both are consecrated.
  4. Leviticus 27:11, 12 Whoever promises the value of an animal must give the value that the Kohen assigns.
  5. Leviticus 27:14 – Whoever promises the value of a house must give the value that the Kohen assigns plus an additional fifth.
  6. Leviticus 27:16 Whoever promises the value of a field must give the value that the Torah assigns.
  7. Leviticus 27:26 Do not substitute consecrated animals of one kind for another
  8. Leviticus 27:28 If one promises by way of Cherem to part of his property, it will be given to the Kohanim.
  9. Leviticus 27:28 Land under Cherem is not to be sold, it will be given to the Kohanim.
  10. Leviticus 27:28 Land under Cherem is not to be redeemed.
  11. Leviticus 27:32 The tithe of kosher animals is to be given annually.
  12. Leviticus 27:33 The tithe of animals is not to be sold; it is to be consumed in Jerusalem.

CONSECUENCIAS DEL CUMPLIMIENTO Y EL DESACATO

BEJUKOTAI_LEVÍTICO XXVI:3-XXVII:34

La conclusión de uno de los libros de la Torá constituye un evento singular. Generalmente, el rabino de la sinagoga es invitado a la lectura de ese texto y, antes de recitar el último versículo, la congregación se pone de pie para escuchar las palabras de conclusión del libro. Señal de que es un momento para la reflexión acerca del contenido de la Torá, la cual empieza con Bereshit, el Génesis del universo, no obstante que no es un libro de Historia. 

Aparentemente, todos los relatos de la Torá tienen un propósito aleccionador, señalan cuál debe ser el comportamiento de la persona. Más aún, la revelación Divina en el monte Sinaí es el epicentro, la razón de ser del texto sagrado. La vida de los patriarcas y la esclavitud egipcia constituyen los preparativos necesarios: el desarrollo de las setenta almas que descendieron a Egipto y que luego se multiplicaron para alcanzar un número mayor a los 3,000,000, entre hombres, mujeres, ancianos y niños. 

Pero ocurrieron dos eventos que cambiaron el rumbo de la Historia y el destino del pueblo hebreo. Apenas unos días después de la revelación en el monte Sinaí, el pueblo construye el Éguel Hazahav, el becerro de oro, efigie que representa un culto directamente opuesto a los principios éticos que fueron escuchados en el Sinaí. 

El segundo evento ocurre en la frontera de la Tierra Prometida. Después de enviar 12 emisarios para explorar la tierra, el pueblo concluye que no está preparado para la conquista. En ambos casos demuestran una grave falta de fe en la Providencia Divina. Estos eventos demuestran que el pueblo no había interiorizado el mensaje fundamental, el Brit, el pacto entre Dios y el pueblo hebreo. Este pacto debe manifestarse a través de la obediencia que el pueblo debe a Dios a través del cumplimiento de las diferentes Mitsvot, para que simultáneamente Dios proteja al pueblo que eligió para llevar el mensaje del monoteísmo a la Humanidad.

La advertencia contenida en estos capítulos es clara. El cumplimiento de la Mitsvá, la palabra de Dios conduce a una vida exitosa y plena, tanto en el nivel personal como el nacional. Incluso la tierra corresponde al comportamiento humano. La abundancia de la lluvia es resultado de la obediencia a la palabra de Dios y la sequía es la consecuencia del desacato.

De acuerdo con Harav Samson Raphael Hirsch, el cumplimiento de las Mitsvot presupone el estudio de la Torá. “Lo am haarets jasid”, “el ignorante no puede ser piadoso”, sentencia el Talmud. O sea que el estudio es indispensable para saber lo que la Torá espera del individuo, cuáles el comportamiento adecuado. Hirsch argumenta que cuando la persona deja de estudiare incumple con la Mitsvá, progresivamente va desarrollando una serie de conjeturas, racionalizaciones para un comportamiento diferente, no acorde con la Torá

Más aún, esa persona empieza a mirar con desprecio a quienes cumplen con los dictámenes de la tradición, todo ello en un proceso de justificación de sus propias acciones. “Mitsvá goréret Mitsvá y Averá goréret Averá”, “al cumplir la Mitsvá se promueve la posibilidad de hacer otra Mitsvá, mientras que el incumplimiento promueve otro desacato”, según el Talmud. Por ello el texto bíblico advierte que la desobediencia de la palabra de Dios puede tener consecuencias muy graves, mucho más allá de lo que el primer desacato indicara. Como actitud alterna, el cumplimiento de la Mitsvá es alentador, porque cada buena acción promueve otra acción similar, todo ello como un resultado del estudio de las ordenanzas contenidas en la Torá.

MITZVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 7 MITSVOT POSITIVAS Y 5 PROHIBICIONES

  1. Levítico 27:2 Quien promete donar el valor estimado de un hombre, debe dar el valor escrito en la Torá
  2. Levítico 27:10 No sustituir animales consagrados como ofrendas sagradas
  3. Levítico 27:10 Si un animal consagrado fuese sustituido por otro animal, ambos quedan consagrados
  4. Levítico 27:11, 12 Quien promete el valor de un animal debe dar el valor que el Kohén asigna
  5. Levítico 27:14 Quien promete el valor de una casa debe dar el valor que el Kohén asigna más una quinta parte adicional
  6. Levítico 27:16 Quien promete el valor de un campo debe dar el valor que la Torá asigna
  7. Levítico 27:26 No sustituir animales consagrados de un tipo por otro
  8. Levítico 27:28 Si uno promete por vía de Jérem a parte de su propiedad, esta será entregada a los Kohanim
  9. Levítico 27:28 Terreno bajo Jérem no debe ser vendido, será entregado a los Kohanim
  10. Levítico 27:28 Terreno bajo Jérem no debe ser redimido
  11. Levítico 27:32 El diezmo de los animales kasher debe ser entregado anualmente
  12. Levítico 27:33 El diezmo de los animales no debe ser vendido, debe ser consumido en Jerusalem