TERUMÁ

ÉXODO XXV:1-XXVII:19

EL ENCADENAMIENTO CON EL MONTE SINAÍ

Como es sabido, el episodio del otorgamiento de los Diez Mandamientos, mejor dicho, las Diez Palabras, término utilizado por el texto bíblico, es seguido por la elaboración de un Éguel Hazahav, el becerro de oro que fue identificado como el Dios del pueblo hebreo o, tal vez, como el sustituto de Moshé, quien no había retornado del monte Sinaí y de quien se asumió que había desaparecido o muerto.

La epifanía que ocurrió en el monte Sinaí está envuelta en el misterio. La revelación divina, la comunicación directa de Dios con el pueblo, es un evento que no permite el análisis usual porque reta los cánones de la experiencia. El evento no tiene fecha ni es motivo de una celebración especial en la Torá. En una época posterior, el Talmud asociará esta revelación con la celebración de Shavuot, festividad que tiene un significado agrícola, al igual que las otras 2 festividades que juntos componen los Shalosh RegalimPésaj y Sucot.

En efecto, en el Talmud hay una discusión acerca de la fecha exacta de Shavuot y no todos están de acuerdo con la aceptada, que es el 6 de Siván. Incluso, la respuesta de los hebreos, “Naasé venishmá”, su disposición de “cumplir aun antes de escuchar”, implica que era un evento singular. De acuerdo con el Midrash, Dios elevó la montaña por encima del pueblo hebreo y les advirtió que dejaría caer el Sinaí sobre sus cabezas si no se comprometían con el cumplimiento de lo que está escrito en la Torá.

Por muchas razones adicionales, la revelación en el monte Sinaí es el evento que calificará y definirá la naturaleza de los hebreos por todos los tiempos. No obstante, se debe tomar conciencia de que la revelación fue temporal, se realizó en cierta fecha del calendario y seguramente fue seguida por un período de desánimo, porque el éxtasis no puede ser sostenido en el tiempo con la misma intensidad.

El monte Sinaí exigía una secuela, una evolución del culto, porque se tenía que responder a cómo se podía mantener viva la comunicación con el Creador. La respuesta es la construcción del Mishkán, el Tabernáculo que fue erigido en el desierto y que acompañó al pueblo hebreo durante su larga travesía, y que luego sirvió de modelo para el Beit HaMikdash construido por el rey Shelomó.

No se debe ignorar el argumento de que el Mishkán fue una respuesta al Éguel Hazahav. O sea, el pueblo necesitaba un elemento concreto para su culto. La noción de un Ser Supremo invisible a los ojos, incomprensible para el intelecto del hombre, que en numerosas ocasiones no comprendía la Justicia Divina, produjo el mandato de la construcción del Mishkán, de tal manera de que el Mishkán viene a ser una concesión para el hombre que no puede conceptuar un Ser Supremo irrepresentable en el mundo físico.

Sin negar la validez de este argumento que ofrece una explicación puntual del Mishkán, nos inclinamos más bien por el sentido de la primera conjetura, que ofrece una razón de fondo y esencia. El evento en el Sinaí, que era irrepetible y exigía un encadenamiento, era una vía para una continua y fluída comunicación con Dios, el culto diario y constante que ofrecerá un canal para la expresión de la relación del hombre con su Dios. La ofrenda del sacrificio que se hará en el Beit HaMikdash será el vehículo que forjará un puente con Dios, elemento que después de la destrucción del Beit HaMikdash se manifiesta por medio de la oración, la Tefilá diaria y constante.

¿Debería reconstruirse el Beit HaMikdash? Este deseo forma parte de las oraciones diarias en las cuales lo solicitamos. Sin embargo, el hombre contemporáneo no puede asimilar fácilmente la noción de un culto a Dios que se expresa por medio del sacrificio animal. Cuando esta interrogante fue planteada ante el Rav HaRashí Kook de Israel, él opinó que la reconstrucción del Beit HaMikdash necesitaba una intervención Divina directa. Existían tantos obstáculos invencibles que sin la ayuda de Dios no se podría erigir un nuevo Beit HaMikdash en el único sitio apropiado para ello, que ahora es ocupado por una mezquita. 

De acuerdo con Kook, el mismo Dios que facilitará el tercer Beit HaMikdash, simultáneamente nos iluminará de tal manera que nuestra mente contemporánea podrá entender el significado de los sacrificios, los Korbanot para nuestra generación y las del futuro.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 1 PROHIBICIÓN

95. Éxodo 25:8 Construir el Beit HaMikdash (Templo Sagrado)

96. Éxodo 25:15 No quitar las varas del Arca

97. Éxodo 25:30 Arreglar el pan de la proposición (léjemhapanim) y el incienso

TERUMÁ

ÉXODO XXV:1-XXVII:19

EL ENCADENAMIENTO CON EL MONTE SINAÍ

Como es sabido, el episodio del otorgamiento de los Diez Mandamientos, mejor dicho, las Diez Palabras, término utilizado por el texto bíblico, es seguido por la elaboración de un Éguel Hazahav, el becerro de oro que fue identificado como el Dios del pueblo hebreo o, tal vez, como el sustituto de Moshé, quien no había retornado del monte Sinaí y de quien se asumió que había desaparecido o muerto.

La epifanía que ocurrió en el monte Sinaí está envuelta en el misterio. La revelación divina, la comunicación directa de Dios con el pueblo, es un evento que no permite el análisis usual porque reta los cánones de la experiencia. El evento no tiene fecha ni es motivo de una celebración especial en la Torá. En una época posterior, el Talmud asociará esta revelación con la celebración de Shavuot, festividad que tiene un significado agrícola, al igual que las otras 2 festividades que juntos componen los Shalosh RegalimPésaj y Sucot.

En efecto, en el Talmud hay una discusión acerca de la fecha exacta de Shavuot y no todos están de acuerdo con la aceptada, que es el 6 de Siván. Incluso, la respuesta de los hebreos, “Naasé venishmá”, su disposición de “cumplir aun antes de escuchar”, implica que era un evento singular. De acuerdo con el Midrash, Dios elevó la montaña por encima del pueblo hebreo y les advirtió que dejaría caer el Sinaí sobre sus cabezas si no se comprometían con el cumplimiento de lo que está escrito en la Torá.

Por muchas razones adicionales, la revelación en el monte Sinaí es el evento que calificará y definirá la naturaleza de los hebreos por todos los tiempos. No obstante, se debe tomar conciencia de que la revelación fue temporal, se realizó en cierta fecha del calendario y seguramente fue seguida por un período de desánimo, porque el éxtasis no puede ser sostenido en el tiempo con la misma intensidad.

El monte Sinaí exigía una secuela, una evolución del culto, porque se tenía que responder a cómo se podía mantener viva la comunicación con el Creador. La respuesta es la construcción del Mishkán, el Tabernáculo que fue erigido en el desierto y que acompañó al pueblo hebreo durante su larga travesía, y que luego sirvió de modelo para el Beit HaMikdash construido por el rey Shelomó.

No se debe ignorar el argumento de que el Mishkán fue una respuesta al Éguel Hazahav. O sea, el pueblo necesitaba un elemento concreto para su culto. La noción de un Ser Supremo invisible a los ojos, incomprensible para el intelecto del hombre, que en numerosas ocasiones no comprendía la Justicia Divina, produjo el mandato de la construcción del Mishkán, de tal manera de que el Mishkán viene a ser una concesión para el hombre que no puede conceptuar un Ser Supremo irrepresentable en el mundo físico.

Sin negar la validez de este argumento que ofrece una explicación puntual del Mishkán, nos inclinamos más bien por el sentido de la primera conjetura, que ofrece una razón de fondo y esencia. El evento en el Sinaí, que era irrepetible y exigía un encadenamiento, era una vía para una continua y fluída comunicación con Dios, el culto diario y constante que ofrecerá un canal para la expresión de la relación del hombre con su Dios. La ofrenda del sacrificio que se hará en el Beit HaMikdash será el vehículo que forjará un puente con Dios, elemento que después de la destrucción del Beit HaMikdash se manifiesta por medio de la oración, la Tefilá diaria y constante.

¿Debería reconstruirse el Beit HaMikdash? Este deseo forma parte de las oraciones diarias en las cuales lo solicitamos. Sin embargo, el hombre contemporáneo no puede asimilar fácilmente la noción de un culto a Dios que se expresa por medio del sacrificio animal. Cuando esta interrogante fue planteada ante el Rav HaRashí Kook de Israel, él opinó que la reconstrucción del Beit HaMikdash necesitaba una intervención Divina directa. Existían tantos obstáculos invencibles que sin la ayuda de Dios no se podría erigir un nuevo Beit HaMikdash en el único sitio apropiado para ello, que ahora es ocupado por una mezquita. 

De acuerdo con Kook, el mismo Dios que facilitará el tercer Beit HaMikdash, simultáneamente nos iluminará de tal manera que nuestra mente contemporánea podrá entender el significado de los sacrificios, los Korbanot para nuestra generación y las del futuro.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 1 PROHIBICIÓN

95. Éxodo 25:8 Construir el Beit HaMikdash (Templo Sagrado)

96. Éxodo 25:15 No quitar las varas del Arca

97. Éxodo 25:30 Arreglar el pan de la proposición (léjemhapanim) y el incienso

TERUMA

EXODUS XXV:1-XXVII:19

LINKING UP WITH MOUNT SINAI

As is well known, the episode of the bestowal of the AseretHaDibrot (Ten Commandments), or rather, the Ten Words, a term used in the biblical text, is followed by the elaboration of an Egel Hazahav, the golden calf that was identified as the God of the Hebrew people or, perhaps, as the substitute for Moshe(Moses), who had not returned from Mount Sinai and who was assumed to have disappeared or died.

The epiphany that occurred at Mount Sinai is shrouded in mystery. Divine revelation, God’s direct communication with the people, is an event that does not allow for the usual analysis because it defies the canons of experience. The event does not have a date nor is it the occasion for a special celebration in the Torah. On a later date, the Talmud will associate this revelation with the celebration of Shavuot, a holiday that has an agricultural significance, just like the other 2 holidays that together make up the Shalosh RegalimPesach (Passover) and Sukkot (Tabernacles).

In fact, in the Talmud there is a discussion about the exact date of Shavuot and not everyone agrees with the accepted one, which is the 6th day of Sivan. Even the Hebrews’ response, “Naaseh venishma,” their willingness to “fulfill even before listening,” implies that it was a singular event. According to the Midrash (compendium of oral traditions), God raised the mountain above the Hebrew people and warned them that He would drop Sinai on their heads if they did not commit to the fulfillment of what is written in the Torah.

For many additional reasons, the revelation at Mount Sinai is the event that will qualify and define the nature of the Hebrews for all time. However, it must be realized that the revelation was temporary, it took place on a certain date of the calendar and was surely followed by a period of discouragement, because ecstasy cannot be sustained over time with the same intensity.

Mount Sinai demanded a sequel, an evolution of worship, because it had to answer how communication with the Creator could be kept alive. The answer was the construction of theMishkan, the Tabernacle that was erected in the desert and accompanied the Hebrew people during their long journey, and which later served as a model for the Beit HaMikdash built by King Salomon.

The argument that the Mishkan was a response to the EgelHazahav should not be ignored. In other words, the people needed a specific element for their worship. The notion of a Supreme Being invisible to the eye, incomprehensible to the intellect of man, who on many occasions did not comprehend Divine Justice, produced the mandate for the construction of the Mishkanin such a way that the Mishkan becomes a concession to the man who cannot conceive of a Supreme Being unrepresentable in the physical world.

Without denying the validity of this argument that offers a specific explanation of the Mishkan, we are rather inclined to a different understanding of its meaning. The event at Sinai, which was unrepeatable, was an avenue for a continuous and fluid communication with God, converted the Mishkan with its the daily and constant worship a channel for the expression of man’s relationship with his God. The offering of the sacrifice that will be made in the Beit HaMikdash will be the vehicle that will forge a bridge with God, an element that after the destruction of the Beit HaMikdash is manifested through prayer, the daily and constant Tefillah (prayer).

Should the Beit HaMikdash be rebuilt? This wish is part of the daily prayers in which we ask for it. However, contemporary man cannot easily assimilate the notion of worship of God that expresses itself through animal sacrifice. When this question was posed to Rav HaRashi Kook of Israel, he opined that the rebuilding of the Beit HaMikdash needed direct Divine intervention. There were so many insurmountable obstacles that without God’s help a new Beit HaMikdash could not be erected on the only suitable site for it, which is now occupied by a mosque. 

According to Kook, the same God who will facilitate the third Beit HaMikdash will simultaneously enlighten us in such a way that our contemporary mind will be able to understand the meaning of the sacrifices, the Korbanot for our generation and those of the future.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 2 POSITIVE MITSVOT AND 1 PROHIBITION

95. Exodus 25:8 Building the Beit HaMikdash (Holy Temple).

96. Exodus 25:15 Do not remove the rods from the Ark.

97. Exodus 25:30 Fixing the showbread (lechem hapanim) and incense.

MISHPATIM

ÉXODO XXI:1-XXIV:18

LA MITSVÁ COMO FACTOR IMPRESCINDIBLE EN EL JUDAÍSMO

Estos capítulos trazan el comportamiento “civil” necesario para poder convivir en un ambiente comunitario. De esta manera la Torá no diferencia entre las leyes “religiosas” y las leyes “civiles”. Ambas tienen la misma procedencia: la Divina Providencia. Rashí enfatiza que estas leyes tienen igual validez que los Diez Mandamientos porque también provienen del Sinaí. Por ello, el Gaón de Vilna objetaba que los feligreses se pongan de pie en la sinagoga durante la lectura de los Diez Mandamientos, porque no se debe diferenciar entre las Mitsvot: todas tienen igual validez.

El Midrash relaciona nuestro texto con un versículo de Tehilim que se recita en el Shajarit de Shabat: “pronuncia Sus palabras a Yaacov, Sus ordenanzas a Yaacov”. El Midrash identifica el término “palabras” con los Diez Mandamientos que se denominan “Aséret Hadiberot”, las “Diez Palabras”. El término “ordenanzas” corresponde al término hebreo “jukim” que según los exégetas se refiere a las ordenanzas que no tienen explicación lógica, son solamente la revelación de la Voluntad de Dios.

Cabe destacar que el versículo de Tehilim se refiere a “Sus palabras” y a “Sus ordenanzas”, o sea que estas leyes son las mismas leyes que Dios cumple. Dios ordena al ser humano que se conduzca de acuerdo con las normas que Él mismo cumple. En realidad, leemos en Bereshit que Dios creó el universo en 6 días y luego descansó el séptimo, que se denomina Shabat. Por ello, porque Dios descansó en el séptimo día, la Torá exige que nosotros también descansemos. O sea que Dios también cumple con el descanso del día Shabat. De alguna manera, entonces, la esencia de Dios incluye el concepto de la Mitsvá.

El éxodo de Egipto que condujo al Har Sinai incluyó varios pasos simbolizados por las expresiones “Vehotsetí”, “Vehitsaltí”, “Vegaaltí” y “Velakajtí”. Cada uno de estos vocablos describe una etapa diferente en un proceso que culminó en el Sinaí. Primero era necesario ponerle fin al yugo físico representado por el vocablo “Vehotsetí”: el pueblo hebreo tenía que ser extraído de Egipto porque el ambiente idólatra no permitía continuar por el sendero trazado por los patriarcas. 

Una etapa posterior está representada por “Vehitsaltí”, que significa la purificación espiritual necesaria para desechar el culto de la muerte que regía en Egipto. “Vegaaltí” representa la etapa de salvación y redención: la búsqueda de un propósito, un telos para el pueblo. La última etapa es “Velakajtí”, la expresión con la cual Dios adopta a los hebreos como Su pueblo, mientras Él se erige como el Dios de ese pueblo. Esa relación recíproca, ese Brit, es la base fundamental del judaísmo.

¿Cómo se puede materializar este “Velakajtí”? ¿Cómo puede el judío acercarse cada vez más a Dios para simbolizar esta dependencia mutua: nosotros somos Su pueblo y Él es nuestro Dios? La respuesta está en nuestros capítulos: Mishpatim. La esencia de Dios incluye la Mitsvá, o sea que a través del cumplimiento de las Mitsvot podemos apreciar la Presencia de Dios.

El Talmud especula que Dios se coloca Tefilín, hecho que se integra con nuestro planteamiento de que Dios cumple con las Mitsvot. Nuestros Tefilín contienen cuatro párrafos: Shemá Israel, la afirmación inequívoca acerca de la existencia de un solo Dios, a quien tenemos que amar con todo nuestro ser; la noción de la recompensa y el castigo por el cumplimiento o la desobediencia de las Mitsvot; la consagración de los primogénitos al servicio de Dios y, por último, la promesa Divina de conducir al pueblo hebreo a la Tierra Prometida.

¿Qué está escrito sobre los pergaminos de los Tefilín de Dios? Esta vez, el énfasis es sobre el pueblo hebreo, porque está escrito: “¿Quién como tu pueblo Israel, pueblo único en la tierra?” Es insuficiente señalar que el monoteísmo es la base del judaísmo. Su característica fundamental es la acción, la Mitsvá, cuyo cumplimiento facilita el acercamiento a Dios, el propósito básico de “Velakajtí”.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 24 MITSVOT POSITIVAS Y 29 PROHIBICIONES

42.     ​Éxodo 21:2 Leyes referentes a un esclavo hebreo

43.     ​Éxodo 21:8 Estatus conyugal de una esclava hebrea

44.     ​Éxodo 21:8 Redención de una esclava hebrea

45.     ​Éxodo 21:8 Quien compra una esclava hebrea de su padre, no podrá venderla

46.     ​Éxodo 21:10 No disminuir o negar a la esposa: comida, vestimenta, derechos conyugales

47.     ​Éxodo 21:12 La corte debe ejecutar por estrangulación al que merece esta forma de muerte

48.     ​Éxodo 21:15 No golpear al padre o a la madre al que merece esta forma de muerte

49.     ​Éxodo 21:18 Leyes de castigos

50.     ​Éxodo 21:10 La corte debe ejecutar por espada al que merece esta forma de muerte

51.     ​Éxodo 21:18 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por anímales domésticos

52.     ​Éxodo 21:28 No comer del buey sentenciado a ser lapidado

53.     ​Éxodo 21:33 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por un pozo

54.     ​Éxodo 21:37 Corte obligada a imponer pago al ladrón

55.     ​Éxodo 22:4 Corte obligada a imponer daños causados por un animal doméstico por pastear o pisotear

56.     ​Éxodo 22:5 Corte obligada a adjudicar daños por causa de fuego

57.     ​Éxodo 22:6 Corte obligada a adjudicar el pago a un custodio

58.     ​Éxodo 22:8 Corte obligada a adjudicar a ambos litigantes

59.     ​Éxodo 22:9 Corte obligada a custodia que recibe pago u otro tipo de custodia

60.     ​Éxodo 22:13 Corte obligada a adjudicar caso de quien pide prestado un objeto para uso 

61.     ​Éxodo 22:15 Corte obligada a adjudicar caso de un seductor

62.     ​Éxodo 22:17 No permitirle vida a la hechicera

63.     ​Éxodo 22:20 No oprimir verbalmente a aquel que se convierte al judaísmo

64.     ​Éxodo 22:20 No engañar a aquel que se convierte al judaísmo en casos de propiedad

65.     ​Éxodo 22:21 No maltratar a un huérfano o a una viuda

66.     ​Éxodo 22:24 Prestar al pobre

67.     ​Éxodo 22:24 No insistir el pago de deuda al pobre quien no tiene recursos para pagar

68.     ​Éxodo 22:24 No ayudar al prestamista ni al acreedor ejecutar un préstamo con intereses

69.     ​Éxodo 22:27 No maldecir al juez

70.     ​Éxodo 22:27 No maldecir el Nombre de Dios

71.     ​Éxodo 22:27 No maldecir al gobernante

72.     ​Éxodo 22:28 No apartar el diezmo en un orden equivocado

73.     ​Éxodo 22:30 No comer de un animal calificado treifá

74.     ​Éxodo 23:1 No escuchar un alegato en la corte si la parte opuesta no está presente

75.     ​Éxodo 23:1 El pecador no debe dar testimonio

76.     ​Éxodo 23:2 No se debe condenar un caso de pena capital por la mayoría de un solo juez

77.     ​Éxodo 23:2 El juez que argumenta inocencia en caso de pena capital no debe luego argumentar por culpa

78.     ​Éxodo 23:2 Seguir la mayoría en decisiones legales

79.     ​Éxodo 23:3 No se debe mostrar piedad por el pobre durante el juicio

80.     ​Éxodo 23:5 Quitar carga pesada del animal del prójimo

81.     ​Éxodo 23:6 No pervertir la justicia en el caso de un pecador

82.     ​Éxodo 23:7 No decidir un caso de pena capital a través de probabilidades

83.     ​Éxodo 23:8 El juez no debe recibir soborno

84.     ​Éxodo 23:11 La obligación de Shemitá, dejar sin dueño el producto de la tierra en el año Sabático (séptimo año)

85.     ​Éxodo 23:12 Descansar en Shabat

86.     ​Éxodo 23:13 No jurar invocando un ídolo

87.     ​Éxodo 23:13 No conducir al pueblo judío a la idolatría

88.     ​Éxodo 23:14 Traer ofrendas al Templo Sagrado en las festividades

89.     ​Éxodo 23:18 No hacer la ofrenda de Pésajmientras se posee aún jaméts

90.     ​Éxodo 23:18 No permitir que partes de la ofrenda de Pésaj trasnochen

91.     ​Éxodo 23:19 Traer los Bikurim (primeros frutos) al Templo 

92.     ​Éxodo 23:19 No cocinar carne en leche

93.     ​Éxodo 23:32 No hacer tratados con las siete naciones que debían ser erradicadas de la Tierra de Israel, ni con idólatras

94.     ​Éxodo 23:33 No permitir que se asienten idólatras en la Tierra de Israel

MISHPATIM

EXODUS XXI:1-XXIV:18

THE MITZVAH AS AN INDISPENSABLE FACTOR IN JUDAISM

These chapters outline the “civil” behavior necessary to be able to live together in a community environment. Thus, the Torah does not differentiate between “religious” and “civil” Laws. Both have the same origin: Divine Providence. Rashi, the Torah commentator, emphasizes that these Laws have the same validity as the Ten Commandments because they also come from Sinai. For this reasonthe Vilna Gaonobjected to the parishioners standing in the synagogue during the reading of the Ten Commandments, because there is no distinction to be made between Mitsvot: they all have equal validity.

The Midrash relates our text to a verse from Tehillim(Psalms) that is recited in the morning prayers of Shacharit of Shabbat: “He speaks His words to YaakovHis ordinances to Yaakov.” The Midrash identifies the term “words” with the Ten Commandments which are called “Aseret Hadibrot“, the “Ten Words”. The term “ordinances” corresponds to the Hebrew term “Chukim” which, according to exegetes, refers to ordinances that have no logical explanation, seen only as the revelation of God’s Will.

Notably, the Tehillim verse refers to “His words” and “His ordinances,” meaning that these laws are the same laws that God keeps. God commands man to behave according to the standards that He Himself fulfills. Weread in Bereshit that God created the universe in 6 days and then rested on the seventh, which is called Shabbat. Therefore, because God rested on the seventh day, the Torah requires that we also rest. In other words, God also fulfills the Sabbath rest. In a way, then, the essence of God includes the concept of the Mitzvah.

The exodus from Egypt leading up to Har Sinaiincluded several passages symbolized by the expressions “Vehotseti,” “Vehitsali,” “Vegaalti,” andVelakachti.” Each of these words describes a different stage in a process that culminated at Sinai. First it was necessary to put an end to the physical yoke represented by the word “Vehotseti“: the Hebrew people had to be removed from Egypt because the idolatrous environment did not allow them to continuethe path traced by the patriarchs. 

A later stage is represented by “Vehitsalti,” which signifies the spiritual purification necessary to cast off the cult of death that ruled Egypt.Vegaaltí” represents the stage of salvation and redemption: the search for a purpose, a telos for the people. The last stage is “Velakachti,” the expression by which God adopts the Hebrews as His people, while He sets Himself up as the God of that people. That reciprocal relationship, this Brit, is the fundamental basis of Judaism.

How can this “Velakajtí” materialize? How can the Jew draw ever closer to God to symbolize this mutual dependence: we are His people, and He is our God? The answer is in our chapters: Mishpatim. The essence of God includes the Mitzvah, meaning that through the fulfillment  of the Mitsvot we can appreciate the Presence of God.

The Talmud speculates that God puts on Tefillin, a fact that integrates with our view that God fulfills the Mitsvot. Our Tefillin contain four paragraphs: Shema Yisrael, the unequivocal affirmation of the existence of one God, whom we must love with all our being; the notion of reward and punishment for the fulfillment or disobedience of the Mitsvot; the consecration of the firstborn to the service of God; and, finally, the consecration of the firstborn to the service of God;  the Divine promise to lead the Hebrew people to the Promised Land.

What is written on the scrolls of God’s Tefillin? This time, the emphasis is on the Hebrew people, for it is written, “Who is like your people Israel, the only people in the land?” It is insufficient to point out that monotheism is the basis of Judaism. Its fundamental characteristic is action, the Mitzvah, the fulfillment of which facilitates the approach to God, the basic purpose of “Velakachti“.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 24 POSITIVE MITSVOT AND 29 PROHIBITIONS

42. ​Exodus 21:2 Laws Concerning a Hebrew Slave.

43. ​Exodus 21:8 Marital Status of a Hebrew Slave.

44. ​Exodus 21:8 Redemption of a Hebrew Slave Girl.

45. ​Exodus 21:8 Whosoever buys a Hebrew handmaid from her father, may not sell her.

46. ​Exodus 21:10 Do not diminish or deny the wife: food, clothing, conjugal rights.

47. ​Exodus 21:12 The court must execute by strangulation the one who deserves this form of death.

48. ​Exodus 21:15 Do not strike the father or mother who deserves this form of death.

49. ​Exodus 21:18 Laws of punishment.

50. ​Exodus 21:10 The court must execute by the sword the one who deserves this form of death.

51. ​Exodus 21:18 Obligation of the Court to award damages caused by domestic animals.

52. ​Exodus 21:28 Do not eat of the ox sentenced to be stoned.

53. ​Exodus 21:33 Obligation of the court to award damages caused by a pit.

54. ​Exodus 21:37 Court forced to impose payment on thief.

55. ​Exodus 22:4 Court forced to impose damage caused by a domestic animal by grazing or trampling.

56. ​Exodus 22:5 Court forced to award fire damages.

57. ​Exodus 22:6 Court forced to award payment to a custodian.

58. ​Exodus 22:8 Court forced to adjudicate both litigants.

59. ​Exodus 22:9 Court obligated to receive custody payment or other custody.

60. ​Exodus 22:13 Court forced to adjudicate case of one who borrows an object for use.

61. ​Exodus 22:15 Court forced to adjudicate case of a seducer.

62. ​Exodus 22:17 Do not allow the sorceress to live.

63. ​Exodus 22:20 Do not verbally oppress one who converts to Judaism.

64. ​Exodus 22:20 Do not deceive one who converts to Judaism in cases of property.

65. ​Exodus 22:21 Do not mistreat an orphan or a widow.

66. ​Exodus 22:24 Lending to the poor.

67. ​Exodus 22:24 Do not insist on the payment of debt to the poor who have no means to pay.

68. ​Exodus 22:24 Do not help the lender or creditor foreclose on an interest-bearing loan.

69. ​Exodus 22:27 Do not curse the judge.

70. ​Exodus 22:27 Do Not Curse the Name of God.

71. ​Exodus 22:27 Do not curse the ruler.

72. ​Exodus 22:28 Do not set aside tithing in the wrong order.

73. ​Exodus 22:30 Do not eat from a qualifying animal Treifa.

74. ​Exodus 23:1 Do not hear pleadings in court if the opposing party is not present.

75. ​Exodus 23:1 A sinner is not to bear witness.

76. ​Exodus 23:2 A capital case should not be condemned by a majority of a single judge.

77. ​Exodus 23:2 The judge who argues innocence in the case of capital punishment must not then plead guilty.

78. ​Exodus 23:2 Following the majority in legal decisions.

79. ​Exodus 23:3 No mercy should be shown for the poor during judgment.

80. ​Exodus 23:5 Removing a heavy burden from a neighbor’s animal.

81. ​Exodus 23:6 Do not pervert righteousness in the case of a sinner.

82. ​Exodus 23:7 Don’t decide a capital punishment case by way of probabilities.

83. ​Exodus 23:8 The judge must not take a bribe.

84. ​Exodus 23:11 The obligation to Shemitah, to leave for everyone the produce of the land without an owner in the Sabbatical Year (seventh year).

85. ​Exodus 23:12 Rest in Shabbat.

86. ​Exodus 23:13 Do not swear by calling on an idol.

87. ​Exodus 23:13 Do not lead the Jewish people into idolatry.

88. ​Exodus 23:14 Bringing Offerings to the Holy Temple on Holidays.

89. ​Exodus 23:18 Do not make the offering of Passover while still possessing Jamets (leavened foods).

90. ​Exodus 23:18 Do not allow parts of the Passover offering for the latter part of the night.

91. ​Exodus 23:19 Bring the Bikurim (first fruits) to the Temple.

92. ​Exodus 23:19 Do not cook meat in milk.

93. ​Exodus 23:32 Do not make treaties with the Seven Nations that were to be eradicated from the Land of Israel, nor with idolaters.

94. ​Exodus 23:33 Do not allow idolaters to settle in the Land of Israel.

YITRO

EXODUS XVIII:1-XX:23

CREATION CONTINUES

Several years ago, the United States managed to land a robot on the surface of Mars, which, after a few days, began to glide on the surface of the planet. The mission of the rover sent by NASA was to search for traces of life on the red planet. Meanwhile, the full-color photographs are dazzling and testify to the development of today’s technology, which allows data to be transmitted millions of miles away. The success of this feat probably spurred President George W. Bush’s announcement of future U.S. plans to send a human mission to the Moon again, and to Mars a few years later.

When we look up at the heavens, the planets don’t seem so distant because now we can get closer to them, and even step on their surface. However, we must not forget that the universe is in a state of constant explosion. In fact, the galaxy to which our solar system belongs is so large that new terms had to be created to describe the distances between the stars that make it up: the term is “light years”, which is based on the speed of 300,000 kilometers per second with which light travels. ́

Who created this vast universe? Science offers several hypotheses, but none is entirely satisfactory. Certainty seems to be an impossibility to explain the birth or eternal existence of the universe. Even the word “eternal,” which is related to the notion of time, turns out to be a problem for physicists, who assume that time is an integral part of the universe and that it makes no sense to talk about “before” the universe had emerged.

For the man of faith, the answer is clear: God created the universe and everything in it, and that is the fundamental theme of the first book of the TorahBereshit. The act of creation is depicted in all majesty and a detailed description of the elements that were created on each of the 6 days of creation. 

The second book of the Torah, Shemot, is so named because it is the first word significantly different from the first verse of the text, following the rabbinic tradition that states that the letter “vav” of the first word “veele” implies that there is a relationship between our text and the earlier text, with which the book of Bereshiends which recounts the death of the patriarch Yaakov. Perhaps we should think of this “vav,” which is a conjunction, as the link that binds the two books:  Shemotand Bereshit, so that Shemot is a continuation of Bereshit, whose basic theme is creation. While Bereshit first refers to the cosmic creation and then continues with the history of the human species, focusing on the origins of the Hebrew people through the lives of the patriarchs, Shemot concentrates on the making of the Hebrew people as a nation and their selection to convey God’s message according to the instruction they received at Mount Sinai.

In reviewing the description of creation in Bereshit, we notice that man constitutes the last element of creation, a kind of last-minute appendage, or perhaps, because he is the last element, the human being constitutes the basic purpose of all creation. According to an ancient tradition, there is an alternate way of designating the five books of the Torah, and in it, Shemot is called the “Second Book,” while the other books retain their proper names. According to this nomenclature, Shemot is an extension of the first book Bereshit

For the physicist, the universe consists of particles and energy that are related through a mathematical formulation that Einstein described. Every advance in mathematics and refinement of telescopes allows for the discovery of more elementary particles and theories that defy the imagination: gravity and antigravity, matter and antimatter, space and “black holes.”

For the man of faith, the act of creation must be seen through a moral axis and an ethical lens. This is why, perhaps, we read that when God appears through a burning bush, He answers Moshe’s (Moses) question about His identity: Ehyeh asherEhyeh“I will be who I will be,” which implies that God is “being,” He is the source of all existence: He is the God who created all that exists, and without Him nothing has existence. 

But then God goes on to say that He is the God of the patriarchs of Avraham (Abraham)Yitschak (Isaac) and Yaakov (Jacob). On the one hand, the cosmos owes its existence to God, but, on the other hand, this God of the universe cares about man, even about the destiny of everyone. Perhaps the culmination of the process of creation is the episode of the revelation on Mount Sinai, which is the theme of our biblical chapters, and the erection of the Mishkan (Tabernacle) as a symbol of God’s continuing presence in the heart of the Hebrew people and, therefore, in the history of humanity.

It is the “Law” with its moral content, “thou shalt not kill” and “thou shalt not steal”, “thou shalt not commit adultery” and “thou shalt not bear false witness”, “honor Shabbat” (seventh day of the week) and “honor thy parents”, among others, are the elements that facilitate human coexistence and point to the purpose of creation. One reason for the creation of the universe: the implementation of the Brit, the covenant between God and man that allows the moral evolution of the human being to come closer and closer to the essence of the Divine.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 3 POSITIVE MITSVOT AND 14 PROHIBITIONS

25. Exodus 20:2 Believing in the Existence of God.

26. Exodus 20:3 Do not believe in any god other than God.

27. Exodus 20:4 Do not make graven images or images (of gods).

28. Exodus 20:5 Do not bow down or serve these images.

29. Exodus 20:5 Do not worship an idol according to the way it is customary to worship it (or worship it in any other way).

30. Exodus 20:7 Do not swear in vain (pronouncing the Name of the Lord).

31. Exodus 20:8 Verbally keep Shabbat holy.

32. Exodus 20:10 Do no work on Shabbat.

33. Exodus 20:12 Honoring Father and Mother.

34. Exodus 20:13 Do not murder an innocent person.

35. Exodus 20:14 Do not commit adultery.

36. Exodus 20:15 Do not kidnap a Jew.

37. Exodus 20:16 Do not bear false witness.

38. Exodus 20:17 Do not covet what belongs to another.

39. Exodus 20:23 Do not make sculptures in human form, even as ornament.

40. Exodus 20:25 Do not build an altar with hewn stones.

41. Exodus 20:26 Do not go up to the altar by steps (but by a ramp).

YITRÓ

ÉXODO XVIII:1-XX:23

LA CREACIÓN CONTINÚA

Unos años atrás, Estados Unidos logró que un robot se posara sobre la superficie de Marte, el cual, después de unos días, empezó a deslizarse sobre la superficie del planeta. La misión del robot que envió la nasa fue buscar vestigios de vida en el planeta rojo. Mientras tanto, las fotografías, a todo color son deslumbrantes y testimonian el desarrollo de la tecnología actual, que permite que se transmita data amillones de kilómetros de distancia. El éxito de esta hazaña probablemente estimuló el anuncio del presidente George W. Bush acerca de los futuros planes norteamericanos para enviar nuevamente una misión humana a la Luna, y a Marte unos años más tarde.

Al levantar nuestra vista a los cielos, los planetas no lucen tan distantes porque ahora podemos acercarnos a ellos, e incluso, pisar su superficie. Sin embargo, no debemos olvidar que el universo está en un estado de constante explosión. Incluso, la galaxia a la cual pertenece nuestro sistema solar es tan extensa que hubo que crear nuevos términos para describir las distancias entre las estrellas que la integran: el término es “años luz”, que se basa en la velocidad de 300.000 kilómetros por segundo con la cual se desplaza la luz.

¿Quién creó este vasto universo? La ciencia ofrece varias hipótesis, pero ninguna es enteramente satisfactoria. La certeza luce como una imposibilidad para explicar el nacimiento o la eterna existencia del universo. Incluso la palabra “eterna”, que está relacionada con la noción del tiempo, resulta ser un problema para los físicos, quienes asumen que el tiempo es una parte integral del universo y que carece de sentido hablar de “antes” de que hubiera emergido el universo.

Para el hombre de fe, la respuesta es clara: Dios creó el universo y todo lo que contiene y ese es el tema fundamental del primer libro de la Torá, Bereshit. El acto de la creación está representado con toda majestad y una detallada descripción de los elementos que fueron creados en cada uno de los 6 días de creación. 

El segundo libro de la ToráShemot, recibe este nombre porque es la primera palabra significativamente diferente del primer versículo del texto, siguiendo la tradición rabínica que afirma que la letra “vav” de la primera palabra “veele” implica que hay una relación entre nuestro texto y el texto anterior, con el cual termina el libro Bereshit, que relata la muerte del patriarca Yaacov. Tal vez deberíamos pensaren esta “vav”, que es una conjunción, como el eslabón que une a los dos libros: Shemot y Bereshit, de tal manera que Shemot es una continuación de Bereshit, cuyo tema básico es la creación. Mientras que Bereshit se refiere en un comienzo a la creación cósmica y luego continúa con la historia de la especie humana, para centrarse en los orígenes del pueblo hebreo por intermedio de la vida de los patriarcas, Shemot se concentra en la conformación del pueblo hebreo como una nación y su selección para transmitir el mensaje de Dios de acuerdo con el instructivo que recibió en el monte Sinaí.

Al revisar la descripción de la creación en Bereshit notamos que el hombre constituye el último elemento de la creación, una especie de apéndice de último momento, o tal vez, por ser el último elemento, el ser humano constituye el propósito básico de toda la creación. De acuerdo con una antigua tradición, existe una manera alterna de designar los cinco libros de la Toráy, en ella, Shemot recibe el nombre de “Segundo Libro”, mientras que los otros libros retienen sus nombres propios. De acuerdo con esta nomenclatura, está claro que Shemot es una extensión del primer libro Bereshit

Para el físico, el universo consiste en partículas y energía que se relacionan a través de una formulación matemática que describió Einstein. Cada avance de las matemáticas y refinamiento de los telescopios permite el descubrimiento de partículas más elementales y teorías que retan la imaginación: gravedad y antigravedad, materia y antimateria, espacio y “huecos negros”.

Para el hombre de fe, el acto de la creación tiene que ser visto a través de un eje moral y una óptica ética. Por ello, tal vez, leemos que cuando Dios aparece a través de una zarza ardiente, responde a Moshé a la interrogante acerca de Su identidad: Ehyé asher Ehyé, “Seré quien Seré”, que implica que Dios es “ser”, es la fuente de toda existencia: es el Dios que creó todo lo que existe y, sin Él, nada tiene existencia. 

Pero seguidamente Dios continúa y manifiesta que es el Dios de los patriarcas de AvrahamYitsjak y Yaacov. Por un lado, el cosmos debe su existencia a Dios, pero, por otro lado, este Dios del universo se preocupa por el hombre, incluso por el destino de cada individuo. Tal vez la culminación del proceso de la creación sea el episodio de la revelación en el monte Sinaí, que es el tema de nuestros capítulos bíblicos, y la erección del Mishkán como un símbolo de la continua presencia de Dios en el seno del pueblo hebreo y, por ende, en la historia de la Humanidad.

Es la “ley” con su contenido moral, el “no matarás” y “no robarás”, “no cometerás adulterio” y “no darás falso testimonio”, “honra el Shabat” y “honra a tus padres”, entre otros, son los elementos que facilitan la convivencia humana y que señalan el propósito de la creación. Una razón para la creación del universo: la implementación del Brit, el pacto entre Dios y el hombre que permite la evolución moral del ser humano para que se aproxime cada vez más a la esencia de la Divinidad.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 3 MITSVOT POSITIVAS Y 14 PROHIBICIONES

25. Éxodo 20:2 Creer en la existencia de Dios.

26. Éxodo 20:3 No creer en ningún otro dios diferente a Dios.

27. Éxodo 20:4 No hacer ni esculturas ni imágenes (de dioses).

28. Éxodo 20:5 No postrarse ni servir estas imágenes.

29. Éxodo 20:5 No adorar un ídolo de acuerdo con la forma en que se acostumbra a adorarlo (ni adorarlo de ninguna otra forma).

30. Éxodo 20:7 No jurar en vano (pronunciando el Nombre del Eterno).

31. Éxodo 20:8 Verbalmente santificar el Shabat.

32. Éxodo 20:10 No hacer ningún trabajo en Shabat.

33. Éxodo 20:12 Honrar a padre y madre.

34. Éxodo 20:13 No asesinar una persona inocente.

35. Éxodo 20:14 No cometer adulterio.

36. Éxodo 20:15 No secuestrar un judío.

37. Éxodo 20:16 No dar testimonio falso.

38. Éxodo 20:17 No codiciar lo que pertenece a otro.

39. Éxodo 20:23 No hacer esculturas con forma humana, incluso como ornamento.

40. Éxodo 20:25 No construir un altar con piedras labradas.

41. Éxodo 20:26 No subir al altar por gradas (sino por una rampa).

BESHALACH

EXODUS XIII:17-XVII:16

CONCERN FOR MORTAL REMAINS

Before he passed away, the patriarch Yaakov (Jacob) expressed to his sons his desire to be buried in the Promised Land: Israel. The Torah relates that Yosef (Joseph) commissioned Egyptian doctors who were experts in this field, to embalm the patriarch, a task that lasted 40 days. Then, all of Egypt mourned the passing for a period of 70 days. At the end of this period of weepingYosef went to Pharaoh’s court to intercede with the monarch and request permission to bury the patriarch in the Promised Land, as Yosef had sworn to do. 

Pharaoh approved the request, and a large delegation of Egyptian notables, along with the patriarch’s sons, set out for Israel. Once they crossed the Yarden (Jordan) River and arrived at a place called Goren Haatad, they completed 7 days of mourning. The most honorable Egyptian delegation did not go unnoticed by the inhabitants of the region, who concluded that the deceased was a very important personage in Egypt. 

It should be noted that Yosef, who held a position subordinate only to the Pharaoh, had to ask the monarch for permission to bury his father. Yosef’s decision-making power was quite limited if he needed Pharaoh’s consent to be absent from the country. Perhaps the request for the leave was due to the reason for the trip. 

By expressing that he wished his mortal remains to rest in Israel, Yaakov was stating that he did not consider himself an Egyptian. This is highlighted by his refusal to assimilate into local customs and traditions, preferring to be faithful to the teachings of his ancestors. Considering that the Egyptian cult of the dead emphasized that the afterlife was the permanent residence of the person, Yaakov‘s will clearly manifested where his loyalty lay and what his cultural and spiritual north was.

My late father, who was born in Poland, where he served as rabbi for 7 years and then as Chief Rabbi of Peru for 3 decades, during his lifetime never visited the State of Israel. He died in New York City in early 1968. However, he had acquired two graves in a cemetery in Jerusalem, where he was buried. The second grave would be filled years later by my late mother. Although my father never set foot in the land of Israel, he knew its geography and history. He knew the name of every place where the Hebrews had camped during the years of their wilderness journey after the exodus from Egypt. Where they had found water and where they had to use weapons to defend themselves.

Theodore Herzl, founder of political Zionism, buried in the city of Vienna, had included in his will the request that his remains be transferred to the land of Israel after the creation of an independent Jewish state. Centuries earlier, many rabbis had expressed their desire to be buried in Israel. According to an ancient tradition, in the messianic era all corpses would be transported to the Promised Land and these scholars wanted to prevent their bodies from having to make a long and painful journey. Seeing life as fleeting and death as long-lasting, many people longed to rest in the land of their ancestors—their true home.

We note that Yosef did not have excessive power in Egypt and that he never lost his Hebrew identity. It is possible that, for some time, the idea of integration into Egyptian culture popped through his mind, especially during the years of difficulty that were followed by success at the Pharaoh’s court. But the presence of the brothers who came to Egypt to look for food brought about a return to the roots: he could not deny who he really was.

Just as the patriarch Yaakov had done, Yosef also insisted that he wanted to be buried in Israel. He swore an oath that his remains would accompany the people during the exodus from Egypt. While the Hebrews received loans of all kinds of goods from the Egyptians before the exodus (a kind of compensation for the free forced labor they had provided), Moshe (Moses) took care to collect the “bones” of Yosef to accompany the people during their journey through the desert.

The Hebrew people traveled through the desert with two arks: one of them contained the Two Tablets of the Law and the second the mortal remains of Yosef. When asked what the relation between the Tablets of the Law was, which contained the rules for a constructive life in this world, while the second ark contained the remains of a dead man, the people answered: he who rests in this ark, referring to Yosef, fulfilled the instructions represented by the Tablets of the Law, the second ark. In this way, Yosef participated in the exodus from Egypt together with his people, an exodus that is the central theme of these chapters of the Bible and that is remembered in the fundamental celebrations of Jewish tradition.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 1 PROHIBITION

24. Exodus 16:29 Do not go beyond the limit allowed on Shabbat

BESHALAJ

ÉXODO XIII:17-XVII:16

LA PREOCUPACIÓN POR LOS RESTOS MORTALES

Antes de fallecer, el patriarca Yaacov manifestó a sus hijos su deseo de ser enterrado en la Tierra Prometida: Israel. La Torárelata que Yosef encargó a los doctores egipcios expertos en la materia que embalsamaran al patriarca, faena que duró 40 días. Luego, todo Egipto lloró por el fallecimiento durante un período de 70 días. Concluido este período de llanto, Yosef se dirigió a la corte del Faraón para que intercediera ante el monarca y solicitara el permiso necesario para efectuar el entierro del patriarca en la Tierra Prometida, tal como Yosefhabía jurado hacer. 

El Faraón aprobó la petición y una nutrida delegación de notables egipcios, junto con los hijos del patriarca, emprendieron el viaje a Israel. Una vez que cruzaron el río Yardén y llegaron a un lugar denominado Goren Haatad, cumplieron 7 días de luto. La muy honorable delegación egipcia no pasó desapercibida por los habitantes de la región, quienes concluyeron que el difunto se trataba de un personaje muy importante, pues había enlutado a todo Egipto. 

Cabe destacar que Yosef, quien ocupaba un puesto subordinado únicamente al Faraón, tuvo que pedir permiso al monarca para enterrar a su padre. Está claro que el poder de decisión de Yosefera bastante limitado si para ausentarse del país necesitaba el consentimiento del Faraón. Tal vez la razón del permiso se debía al motivo del viaje. 

Al expresar que deseaba que sus restos mortales reposen en Israel, Yaacov estaba afirmando que no se consideraba un egipcio: destaca su negativa a asimilarse a las costumbres y tradiciones locales, prefería ser fiel a las enseñanzas de sus antepasados. Al considerar que el culto egipcio a los muertos destacaba que el más allá era la residencia permanente de la persona, la voluntad de Yaacov manifestaba con claridad dónde estaba su lealtad y cuál era su norte cultural y espiritual.

Mi difunto padre, que había nacido en Polonia, donde ejerció como rabino durante 7 años y luego, como Gran Rabino del Perú durante 3 décadas, nunca visitó el Estado de Israel. Falleció en la ciudad de New York a principios del año 1968. Sin embargo, había adquirido dos puestos en un cementerio en Jerusalén, donde fue enterrado. El segundo puesto sería ocupado años más tarde por mi difunta madre. Aunque mi padre nunca pisó la tierra de Israel, conocía su geografía e historia. Sabía el nombre de cada lugar donde habían acampado los hebreos durante los años de su travesía por el desierto después de la salida de Egipto. Dónde habían encontrado agua y dónde tuvieron que utilizar las armas para defenderse.

Teodoro Herzl, fundador del Sionismo político, enterrado en la ciudad de Viena, había incluido en su testamento la solicitud de que sus restos fueran traslados a la tierra de Israel después de la creación de un Estado judío independiente. Siglos antes, muchísimos rabinos habían expresado su voluntad de ser enterrados en Israel. De acuerdo con una antigua tradición, en la época mesiánica todos los cadáveres serían trasladados a la Tierra Prometida y estos eruditos querían evitar que sus cuerpos tuvieran que hacer un largo y penoso viaje. Al considerar que la vida es pasajera y la muerte duradera, muchas personas deseaban descansar en la tierra de sus ancestros: su verdadero hogar.

Apuntamos que Yosef no tenía un poder excesivo en Egipto y que nunca perdió su identidad hebrea. Es posible que, durante algún tiempo, la idea de una integración a la cultura egipcia asomara por su mente, especialmente durante los años de dificultad que fueron seguidos por el éxito en la corte del Faraón. Pero la presencia de los hermanos que vinieron a buscar alimentos a Egipto produjo el retorno a las raíces: no podía ocultar quién era realmente.

Tal como lo había hecho el patriarca Yaacov, Yosef también insistió en que quería ser enterrado en Israel. Elevó un juramento para que sus restos acompañen al pueblo durante el éxodo de Egipto. Mientras que los hebreos recibían préstamos de todo tipo de enseres de los egipcios antes del éxodo (una especie de indemnización por los trabajos forzados gratuitos que habían prestado), Moshé se ocupó de recoger los “huesos” de Yosef para que acompañaran al pueblo durante su travesía por el desierto.

El pueblo hebreo transitó el desierto con dos arcas: una de ellas contenía las Dos Tablas de la Ley y, la segunda, los restos mortales de Yosef. Cuando se indagaba cuál era la relación entre las Tablas de la Ley, que contenían las reglas para una vida constructiva en este mundo, mientras que la segunda arca contenía los restos de un muerto, el pueblo respondía: quien reposa en esta arca, refiriéndose a Yosef, cumplía los instructivos representados por las Tablas de la Ley, la segunda arca. De esta manera, Yosef participó en el éxodo de Egipto junto con su pueblo, éxodo que es el tema central de estos capítulos de la Biblia y que es recordado en las celebraciones fundamentales de la tradición judía.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 1 PROHIBICIÓN

24. Éxodo 16:29 No salir más allá del límite permitido en Shabat

BO

ÉXODO X:1-XIII:16

CONTAMINACIÓN Y RECUERDO

El paso del pueblo hebreo por Egipto no fue uniforme. Durante la vida de Yosef fueron huéspedes privilegiados del Faraón, quien los ubicó en un sector productivo de nación egipcia con el nombre de Goshen. En cambio, después de la muerte de Yosef, su nombre y su aporte fueron olvidados por el nuevo Faraón que asumió el mando. O tal vez fue el mismo Faraón quien consideró que no había razón para otorgar un trato especial a los hermanos del fallecido Yosef ya sus descendientes. 

Empezó entonces el conteo de los 210 años de esclavitud del pueblo hebreo en Egipto. ¿Cuál fue la reacción del pueblo hebreo al yugo egipcio? Se sintieron humillados o tal vez desconcertados, porque no entendieron la razón del cambio de actitud por parte de sus anfitriones. Tal vez deberíamos indagar acerca de su actitud hacia la cultura egipcia. 

¿Podían acaso diferenciar entre las enseñanzas de los patriarcas y las prácticas sociales y culturales de los egipcios? ¿Cuál cultura era superior a sus ojos? Es muy probable que un sector importante del pueblo hebreo admirara los adelantos egipcios en los campos de la agricultura y la astronomía, y como consecuencia de ello, reverenciaron sus prácticas en otros renglones, incluso el religioso. 

Tal vez, como una derivación de esa admiración, trataron integrarse a la sociedad egipcia, se contaminaron de su práctica idólatra y no pudieron escapar de la misma. El Midrash menciona que los ángeles celestiales se presentaron ante Dios y cuestionaron por qué se estaba castigando a los egipcios para salvar a los hebreos, “cuando estos son idólatras y estos son idólatras”. Incluso durante la penúltima plaga, que tuvo una duración de 3 días, muchos hebreos fueron castigados; su muerte ocurrió efectivamente durante este período de oscuridad para que los egipcios no se alegraran por el castigo de los hebreos. 

¿Por qué fueron castigados? Existía el temor de que interfiriesen con el éxodo. No sólo se temía que no participasen en él, sino que obstaculizarían la salida de sus hermanos, porque consideraban que la esclavitud dentro de una civilización de avanzada como la egipcia era preferible a cualquier otro entorno social de la época.

De acuerdo con el Midrash, si tanto los egipcios como los hebreos eran idólatras, ¿por qué salvó Dios al pueblo hebreo de la esclavitud egipcia? Es muy probable que, no obstante, su admiración por Egipto, un sector importante del pueblo hebreo nunca olvidó las enseñanzas de los patriarcas. Tal como en el caso de Yosef cuando, tentado por la esposa de Potifar, recordó a su anciano padre Yaacov, al que no había visto durante 17 años, pero que seguía siendo su maestro anímico: la figura patriarcal cuyas enseñanzas eran incompatibles con el adulterio. De igual manera, aunque muchos hebreos quedaron deslumbrados por los avances intelectuales y tecnológicos de los egipcios, recordaron las virtudes y hazañas espirituales de los patriarcas que cambiaron el mundo de la fe para siempre. 

Mientras que los hebreos no tuvieron que hacer preparación alguna para no ser castigados por la furia de las plagas, si tuvieron que hacerlo en el caso de la décima y última plaga, que consistió en la muerte de los primogénitos. Esta vez hicieron una ofrenda y pintaron los dinteles de sus hogares con la sangre de este sacrificio. Está claro que la sangre no era necesaria para que el Ser Supremo reconociera cuáles eran los hogares de los hebreos. El sacrificio era una demostración individual de los hebreos que depositaron su fe en Dios, quien los rescataría de la esclavitud egipcia. 

De acuerdo con la tradición judía, el sacrificio pascual no puede ser ingerido por quienes están incircuncisos. Por ello, los exégetas deducen que el sacrificio pascual demandó que los hebreos se circuncidaran primero, siguiendo el ejemplo del patriarca Avraham. Mientras que la ofrenda pascual se efectúa a través del sacrificio de un animal, el Brit milá, la circuncisión, exige el sacrificio del individuo, que destaca el aporte personal en toda transacción trascendental, tanto en la relación con Dios como en la relación con el prójimo.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 9 MITSVOT POSITIVAS Y 11 PROHIBICIONES

4. Éxodo I2:2 Consagrar los meses (incluye llevar el cálculo de los años y calcular el calendario hebreo)

5. Éxodo I2:6 Sacrificio ritual de la ofrenda Pascual

6. Éxodo I2:8 Comer la carne de la ofrenda Pascual (en la noche del 15 de Nisán, primer Séder de Pésaj)

7. Éxodo I2:9 No comer la ofrenda Pascual cuando es cocinada o insuficientemente asada

8. Éxodo I2:10 No permitir que sobre carne de la ofrenda Pascual hasta el mañana

9. Éxodo I2:15 Remover de la casa todo jaméts(alimento leudado) 

10. Éxodo I2:18 Comer matsá (pan sin leudar) la primera noche de Pésaj

11. Éxodo I2:19 No se debe poseer jaméts durante Pésaj

12. Éxodo I2:20 No comer alimentos que contienen jaméts durante Pésaj 

13. Éxodo I2:43 No compartir la ofrenda de Pésaj con un judío apóstata

14. Éxodo I2:45 No compartir la ofrenda de Pésaj con converso parcial o un residente gentil, aunque haya cesado de adorar ídolos

15. Éxodo I2:46 No se debe llevar carne de la ofrenda de Pésaj fuera de la casa

16. Éxodo I2:46 No se debe romper un hueso de la ofrenda de Pésaj

17. Éxodo I2:48 Quien no está circuncidado no puede comer de la ofrenda de Pésaj

18. Éxodo I3:2 Santificar al primogénito en la Tierra de Israel

19. Éxodo I3:3 No se debe comer jaméts en Pésaj

20. Éxodo I3:7 No se debe ver jaméts dentro de propiedad judía durante Pésaj

21. Éxodo I3:8 Narrar los sucesos del éxodo de Egipto

22. Éxodo I3:13 Redimir el primerizo de un asno

23. Éxodo I3:13 Desnucar al asno primerizo si no fue redimido