BESHALAJ

ÉXODO XIII:17-XVII:16

LA PREOCUPACIÓN POR LOS RESTOS MORTALES

Antes de fallecer, el patriarca Yaacov manifestó a sus hijos su deseo de ser enterrado en la Tierra Prometida: Israel. La Torárelata que Yosef encargó a los doctores egipcios expertos en la materia que embalsamaran al patriarca, faena que duró 40 días. Luego, todo Egipto lloró por el fallecimiento durante un período de 70 días. Concluido este período de llanto, Yosef se dirigió a la corte del Faraón para que intercediera ante el monarca y solicitara el permiso necesario para efectuar el entierro del patriarca en la Tierra Prometida, tal como Yosefhabía jurado hacer. 

El Faraón aprobó la petición y una nutrida delegación de notables egipcios, junto con los hijos del patriarca, emprendieron el viaje a Israel. Una vez que cruzaron el río Yardén y llegaron a un lugar denominado Goren Haatad, cumplieron 7 días de luto. La muy honorable delegación egipcia no pasó desapercibida por los habitantes de la región, quienes concluyeron que el difunto se trataba de un personaje muy importante, pues había enlutado a todo Egipto. 

Cabe destacar que Yosef, quien ocupaba un puesto subordinado únicamente al Faraón, tuvo que pedir permiso al monarca para enterrar a su padre. Está claro que el poder de decisión de Yosefera bastante limitado si para ausentarse del país necesitaba el consentimiento del Faraón. Tal vez la razón del permiso se debía al motivo del viaje. 

Al expresar que deseaba que sus restos mortales reposen en Israel, Yaacov estaba afirmando que no se consideraba un egipcio: destaca su negativa a asimilarse a las costumbres y tradiciones locales, prefería ser fiel a las enseñanzas de sus antepasados. Al considerar que el culto egipcio a los muertos destacaba que el más allá era la residencia permanente de la persona, la voluntad de Yaacov manifestaba con claridad dónde estaba su lealtad y cuál era su norte cultural y espiritual.

Mi difunto padre, que había nacido en Polonia, donde ejerció como rabino durante 7 años y luego, como Gran Rabino del Perú durante 3 décadas, nunca visitó el Estado de Israel. Falleció en la ciudad de New York a principios del año 1968. Sin embargo, había adquirido dos puestos en un cementerio en Jerusalén, donde fue enterrado. El segundo puesto sería ocupado años más tarde por mi difunta madre. Aunque mi padre nunca pisó la tierra de Israel, conocía su geografía e historia. Sabía el nombre de cada lugar donde habían acampado los hebreos durante los años de su travesía por el desierto después de la salida de Egipto. Dónde habían encontrado agua y dónde tuvieron que utilizar las armas para defenderse.

Teodoro Herzl, fundador del Sionismo político, enterrado en la ciudad de Viena, había incluido en su testamento la solicitud de que sus restos fueran traslados a la tierra de Israel después de la creación de un Estado judío independiente. Siglos antes, muchísimos rabinos habían expresado su voluntad de ser enterrados en Israel. De acuerdo con una antigua tradición, en la época mesiánica todos los cadáveres serían trasladados a la Tierra Prometida y estos eruditos querían evitar que sus cuerpos tuvieran que hacer un largo y penoso viaje. Al considerar que la vida es pasajera y la muerte duradera, muchas personas deseaban descansar en la tierra de sus ancestros: su verdadero hogar.

Apuntamos que Yosef no tenía un poder excesivo en Egipto y que nunca perdió su identidad hebrea. Es posible que, durante algún tiempo, la idea de una integración a la cultura egipcia asomara por su mente, especialmente durante los años de dificultad que fueron seguidos por el éxito en la corte del Faraón. Pero la presencia de los hermanos que vinieron a buscar alimentos a Egipto produjo el retorno a las raíces: no podía ocultar quién era realmente.

Tal como lo había hecho el patriarca Yaacov, Yosef también insistió en que quería ser enterrado en Israel. Elevó un juramento para que sus restos acompañen al pueblo durante el éxodo de Egipto. Mientras que los hebreos recibían préstamos de todo tipo de enseres de los egipcios antes del éxodo (una especie de indemnización por los trabajos forzados gratuitos que habían prestado), Moshé se ocupó de recoger los “huesos” de Yosef para que acompañaran al pueblo durante su travesía por el desierto.

El pueblo hebreo transitó el desierto con dos arcas: una de ellas contenía las Dos Tablas de la Ley y, la segunda, los restos mortales de Yosef. Cuando se indagaba cuál era la relación entre las Tablas de la Ley, que contenían las reglas para una vida constructiva en este mundo, mientras que la segunda arca contenía los restos de un muerto, el pueblo respondía: quien reposa en esta arca, refiriéndose a Yosef, cumplía los instructivos representados por las Tablas de la Ley, la segunda arca. De esta manera, Yosef participó en el éxodo de Egipto junto con su pueblo, éxodo que es el tema central de estos capítulos de la Biblia y que es recordado en las celebraciones fundamentales de la tradición judía.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 1 PROHIBICIÓN

24. Éxodo 16:29 No salir más allá del límite permitido en Shabat

BO

ÉXODO X:1-XIII:16

CONTAMINACIÓN Y RECUERDO

El paso del pueblo hebreo por Egipto no fue uniforme. Durante la vida de Yosef fueron huéspedes privilegiados del Faraón, quien los ubicó en un sector productivo de nación egipcia con el nombre de Goshen. En cambio, después de la muerte de Yosef, su nombre y su aporte fueron olvidados por el nuevo Faraón que asumió el mando. O tal vez fue el mismo Faraón quien consideró que no había razón para otorgar un trato especial a los hermanos del fallecido Yosef ya sus descendientes. 

Empezó entonces el conteo de los 210 años de esclavitud del pueblo hebreo en Egipto. ¿Cuál fue la reacción del pueblo hebreo al yugo egipcio? Se sintieron humillados o tal vez desconcertados, porque no entendieron la razón del cambio de actitud por parte de sus anfitriones. Tal vez deberíamos indagar acerca de su actitud hacia la cultura egipcia. 

¿Podían acaso diferenciar entre las enseñanzas de los patriarcas y las prácticas sociales y culturales de los egipcios? ¿Cuál cultura era superior a sus ojos? Es muy probable que un sector importante del pueblo hebreo admirara los adelantos egipcios en los campos de la agricultura y la astronomía, y como consecuencia de ello, reverenciaron sus prácticas en otros renglones, incluso el religioso. 

Tal vez, como una derivación de esa admiración, trataron integrarse a la sociedad egipcia, se contaminaron de su práctica idólatra y no pudieron escapar de la misma. El Midrash menciona que los ángeles celestiales se presentaron ante Dios y cuestionaron por qué se estaba castigando a los egipcios para salvar a los hebreos, “cuando estos son idólatras y estos son idólatras”. Incluso durante la penúltima plaga, que tuvo una duración de 3 días, muchos hebreos fueron castigados; su muerte ocurrió efectivamente durante este período de oscuridad para que los egipcios no se alegraran por el castigo de los hebreos. 

¿Por qué fueron castigados? Existía el temor de que interfiriesen con el éxodo. No sólo se temía que no participasen en él, sino que obstaculizarían la salida de sus hermanos, porque consideraban que la esclavitud dentro de una civilización de avanzada como la egipcia era preferible a cualquier otro entorno social de la época.

De acuerdo con el Midrash, si tanto los egipcios como los hebreos eran idólatras, ¿por qué salvó Dios al pueblo hebreo de la esclavitud egipcia? Es muy probable que, no obstante, su admiración por Egipto, un sector importante del pueblo hebreo nunca olvidó las enseñanzas de los patriarcas. Tal como en el caso de Yosef cuando, tentado por la esposa de Potifar, recordó a su anciano padre Yaacov, al que no había visto durante 17 años, pero que seguía siendo su maestro anímico: la figura patriarcal cuyas enseñanzas eran incompatibles con el adulterio. De igual manera, aunque muchos hebreos quedaron deslumbrados por los avances intelectuales y tecnológicos de los egipcios, recordaron las virtudes y hazañas espirituales de los patriarcas que cambiaron el mundo de la fe para siempre. 

Mientras que los hebreos no tuvieron que hacer preparación alguna para no ser castigados por la furia de las plagas, si tuvieron que hacerlo en el caso de la décima y última plaga, que consistió en la muerte de los primogénitos. Esta vez hicieron una ofrenda y pintaron los dinteles de sus hogares con la sangre de este sacrificio. Está claro que la sangre no era necesaria para que el Ser Supremo reconociera cuáles eran los hogares de los hebreos. El sacrificio era una demostración individual de los hebreos que depositaron su fe en Dios, quien los rescataría de la esclavitud egipcia. 

De acuerdo con la tradición judía, el sacrificio pascual no puede ser ingerido por quienes están incircuncisos. Por ello, los exégetas deducen que el sacrificio pascual demandó que los hebreos se circuncidaran primero, siguiendo el ejemplo del patriarca Avraham. Mientras que la ofrenda pascual se efectúa a través del sacrificio de un animal, el Brit milá, la circuncisión, exige el sacrificio del individuo, que destaca el aporte personal en toda transacción trascendental, tanto en la relación con Dios como en la relación con el prójimo.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 9 MITSVOT POSITIVAS Y 11 PROHIBICIONES

4. Éxodo I2:2 Consagrar los meses (incluye llevar el cálculo de los años y calcular el calendario hebreo)

5. Éxodo I2:6 Sacrificio ritual de la ofrenda Pascual

6. Éxodo I2:8 Comer la carne de la ofrenda Pascual (en la noche del 15 de Nisán, primer Séder de Pésaj)

7. Éxodo I2:9 No comer la ofrenda Pascual cuando es cocinada o insuficientemente asada

8. Éxodo I2:10 No permitir que sobre carne de la ofrenda Pascual hasta el mañana

9. Éxodo I2:15 Remover de la casa todo jaméts(alimento leudado) 

10. Éxodo I2:18 Comer matsá (pan sin leudar) la primera noche de Pésaj

11. Éxodo I2:19 No se debe poseer jaméts durante Pésaj

12. Éxodo I2:20 No comer alimentos que contienen jaméts durante Pésaj 

13. Éxodo I2:43 No compartir la ofrenda de Pésaj con un judío apóstata

14. Éxodo I2:45 No compartir la ofrenda de Pésaj con converso parcial o un residente gentil, aunque haya cesado de adorar ídolos

15. Éxodo I2:46 No se debe llevar carne de la ofrenda de Pésaj fuera de la casa

16. Éxodo I2:46 No se debe romper un hueso de la ofrenda de Pésaj

17. Éxodo I2:48 Quien no está circuncidado no puede comer de la ofrenda de Pésaj

18. Éxodo I3:2 Santificar al primogénito en la Tierra de Israel

19. Éxodo I3:3 No se debe comer jaméts en Pésaj

20. Éxodo I3:7 No se debe ver jaméts dentro de propiedad judía durante Pésaj

21. Éxodo I3:8 Narrar los sucesos del éxodo de Egipto

22. Éxodo I3:13 Redimir el primerizo de un asno

23. Éxodo I3:13 Desnucar al asno primerizo si no fue redimido

BO

EXODUS X:1-XIII:16

CONTAMINATION AND REMEMBRANCE

The passage of the Hebrew people through Egypt was not uniform. During Yosef’s (Joseph) lifetimethey were privileged guests of Pharaohwho placed them inGoshen, a productive sector of Egypt. The name and contribution of Yosef were forgotten by the new Pharaoh who assumed command. Or perhaps it was the same Pharaoh who now felt that there was no reason to give special treatment to the deceased Yosef’s brothers and their descendants. 

The count of the 210 years of slavery of the Hebrew people in Egypt started then. What was the reaction of the Hebrew people to the Egyptian yoke? They felt humiliated or perhaps bewildered, because they did not understand the reason for the change in attitude on the part of their hosts. Perhaps we should inquire about their attitude toward Egyptian culture.

Could they differentiate between the teachings of the patriarchs and the social and cultural practices of the Egyptians? Which culture was superior in their eyes? It is very likely that a significant sector of the Hebrew people admired the Egyptian advances in the fields of agriculture and astronomy, and as a result, revered their practices in other areas, including religion.

Perhaps, because of that admiration, they tried to integrate into Egyptian society, became contaminated by its idolatrous practice, and could not escape it. The Midrash mentions that angels came before God and questioned why the Egyptians were being punished to save the Hebrews, “when these are idolaters, and these are idolaters”. During the penultimate plague, which lasted 3 days, many Hebrews were punished. Theirdeath occurred during this period of darkness so that the Egyptians would not rejoice at the punishment of the Hebrews. 

Why were they punished? Maybe because they couldinterfere with the exodus. Not only was it suspectedthat they would not participate in it, but that they would hinder the departure of their brothers, because they considered slavery within an advanced civilization such as the Egyptians to be preferable to any other social environment of the time.

According to the Midrash, if both the Egyptians and the Hebrews were idolaters, why did God save the Hebrew people from Egyptian bondage? It is very likely that, notwithstanding their admiration for Egypt, an important sector of the Hebrew people never forgot the teachings of the patriarchs. As in the case of Yosefwhen, tempted by Potiphar’s wifehe remembered his elderly father Yaakov (Jacob)whom he had not seen for 17 years, but who was still his model: the patriarchal figure whose teachings were incompatible with adultery. Similarly, although many Hebrews were dazzled by the intellectual and technological advances of the Egyptians, they remembered the virtues and spiritual accomplishments of the patriarchs who changed the world of faith forever. 

While the Hebrews did not have to prepare to avoid being punished by the fury of the plagues, they did have to do so in the case of the tenth and final plague, which consisted in the death of the firstborn. This time they made an offering and painted the lintels of their homes with the blood of this sacrifice. Blood was not necessary for the Supreme Being to recognize the homes of the Hebrews. The sacrifice was a demonstration of the Hebrews who placed their faith in God, who would rescue them from Egyptian bondage.

According to Jewish tradition, the Pesach (Passover)sacrifice cannot be eaten by those who are uncircumcised. From this, exegetes deduce that the Pesach sacrifice demanded that the Hebrews be circumcised first, following the example of the patriarch Avraham (Abraham). While the Pesachoffering is made by the sacrifice of an animal, Brit Milahcircumcision, demands a sacrifice by the individual himself, which emphasizes the personal contribution in every transcendental transaction. Both in the relationship with God and in the relationship with one’s neighbor.

MITZVAH: ORDINANCE OF THE TORAH IN THIS PARSHA

CONTAINS 9 POSITIVE MITSVOT AND 11 PROHIBITIONS

4. Exodus I2:2 Consecrating the months (includes keeping the counting of the years and calculating the Hebrew calendar).

5. Exodus I2:6 Ritual Sacrifice of the Pesach Offering.

6. Exodus I2:8 Eating the meat of the Pesach offering (on the night of Nisan 15, the first Pesach Seder).

7. Exodus I2:9 Do not eat the Pesach offering when it is cooked or under-roasted.

8. Exodus I2:10 Do not allow meat to be left over from the Pesach offering until the morrow.

9. Exodus I2:15 Remove all Chamets (leavened food) from the house.

10. Exodus I2:18 Eating Matzah (unleavened bread) on the First Night of Pesach.

11. Exodus I2:19 One should not possess Chametsduring Pesach.

12. Exodus I2:20 Do not eat foods containing Chametsduring Pesach.

13. Exodus I2:43 Do not share the Pesach offering withan apostate Jew.

14. Exodus I2:45 Do not share the Pesach offering with a partial convert or a gentile resident, even if he has ceased to worship idols.

15. Exodus I2:46 Meat from the Pesach offering should not be taken outside the house.

16. Exodus I2:46 Not a bone of the Pesach offering should be broken.

17. Exodus I2:48 Whoever is not circumcised cannot eat of the Pesach offering.

18. Exodus I3:2 Sanctifying the firstborn in the Land of Israel.

19. Exodus I3:3 Chamets should not be eaten on Pesach.

20. Exodus I3:7 Chamets should not be seen on Jewish property during Pesach.

21. Exodus I3:8 Narrate the events of the Exodus from Egypt.

22. Exodus I3:13 Redeeming the firstborn from a donkey.

23. Exodus I3:13 Stripping the first-time donkey naked if he was not redeemed.

VA’ERA

EXODUS VI:2-IX:35

THE SIGNS AND MIRACLES THAT GOD SENT THE EGYPTIANS

Through a series of Otot umoftim, “signs and miracles”, usually referred to as plagues, God delivered the Hebrew people from Egypt. Each of these plagues was meant to demonstrate God’s superiority over idolatrous worship. Starting with the Nile River, which was worshipped by the Egyptians, who were aware that their agricultural production depended on this source of water. And also continuing with the animals that were deified as well, the plagues proved that there was a supreme force, the God of the Hebrews, who was also the One God who ruled the destiny of the Egyptians and the universe created by Him.

These events could not be explained as natural phenomena because the Hebrew population did not suffer the same ravages. The pests had selective recipients. The severest plague, no doubt, was the last: the death of the firstborn, which convinced Pharaoh to finally allow the Exodus of the Hebrew people. In this case, the firstborn Hebrews were absolved of death, but only those who had the audacity to sacrifice a lamb and paint with its blood the lintels of their homes.

In this way they identified themselves before God so that the angel of death would pass over their homes and demonstrated their courage before the Egyptians. Not all the Hebrews took risks, and indeed, those who did not paint the thresholds of their homes with the blood of the Paschal sacrifice perished, as did the Egyptian firstborn.

Some biblical commentators divide the first 9 plagues, which did not achieve the desired goal, into three groups of 3 plagues each. According to their nature, pests can be grouped into pairs. Some plagues attacked the beasts of the field, blood and frogs emerged from the Nile. Plague and rashes are diseases, hail and locusts destroyed agriculture, plagues of darkness and the firstborn are related to death.

According to the Midrash, the infamous Hebrews perished during the plague of darkness so that the Egyptians would not witness their punishment. The decisive plague was the death of the firstborn, which included the home of Pharaoh. Only in this last plague did the Hebrews have a stake, placing the blood of the Paschal sacrifice on their thresholds. To leave Egypt and not return later, the Hebrews had to prove to the Egyptians and to themselves that they had lost their fear of their enslavers by sacrificing one of their gods: the sheep.

Although the worship of God formally began with the revelation at Mount Sinai, when the Hebrews received the Ten Commandments, its origin lies in Egypt. The offering of the Paschal sacrifice is the first Mitsvah the Hebrews fulfilled.Therefore, the great commentator Rashi questions why the Bible did not begin with the chapter that refers to this Mitsvah,since the Torah is all about the instructive rituals and morals that should govern the people.

While Mosheh and Aharon produced the miracles that resulted in the 10 Makot, “plagues”, that served to convince Pharaoh, Egyptian sorcerers and magicians duplicated these feats. In such a way that Gåod’s “strong hand” was not apparent. ¿What was the difference between the miracles produced by Moshehand Aharon and the sorcery of the Egyptian magicians?

Rabbi Yaacov Kaminetzky believes that for it to have moral validity, Pharaoh’s decision would have to be the result of his free will. Therefore, God allowed the Egyptian magi to imitate the results obtained by Mosheh and Aharon. In this way, Pharaoh would not act because he was facing an invincible power, but allowed, or perhaps expelled the Hebrews from Egypt, because he finally recognized the existence of the One and Only åGod for all peoples.

VAERÁ

ÉXODO VI:2-IX:35

LAS SEÑALES Y MILAGROS QUE DIOS ENVIÓ A LOS EGIPCIOS

A través de una serie de Otot umoftim, señales y milagros, usualmente referidos como plagas, Dios liberó al pueblo hebreo de Egipto. Cada una de estas plagas tenía el propósito de demostrar la superioridad de Dios sobre el culto idólatra. Empezando con el río Nilo, que era adorado por los egipcios, conscientes de que su producción agrícola dependía de esta fuente de agua, y continuando con los animales que también eran deificados, las plagas demostraron que había una fuerza suprema, el Dios de los hebreos, que también era el Dios único que regía el destino de los egipcios y del universo creado por Él.

Estos eventos no podían ser explicados como fenómenos naturales porque la población hebrea no sufrió los mismos estragos. Las plagas tenían destinatarios selectivos. La plaga mayor, sin duda, fue la última: la muerte de los primogénitos, que convenció al Faraón para que, finalmente, permitiera el Éxodo del pueblo hebreo. En este caso, los primogénitos hebreos fueron absueltos de la muerte, pero solamente aquellos que tuvieron la audacia de sacrificar un cordero y pintar con su sangre los dinteles de sus hogares.

De esta manera se identificaban ante Dios para que el ángel de la muerte pasara de largo frente a sus hogares y demostraron su valentía ante los egipcios. Está claro que no todos los hebreos se arriesgaron, y en efecto, aquellos que no pintaron los umbrales de sus hogares con la sangre del sacrificio pascual perecieron, al igual que los primogénitos egipcios.

Algunos exégetas bíblicos dividen las primeras 9 plagas, que no lograron el objetivo deseado, en tres grupos de 3 plagas cada una. De acuerdo con su naturaleza, se pueden agrupar las plagas en pares. Algunas plagas atacaron a las bestias del campo, la sangre y las ranas emergieron del Nilo, la peste y las erupciones son enfermedades, el granizo y las langostas destruyeron la agricultura, las plagas de la oscuridad y los primogénitos están relacionadas con la muerte. 

Según el Midrash, los hebreos infames perecieron durante la plaga de la oscuridad para que los egipcios no fueran testigos de su castigo. La plaga decisiva fue la muerte de los primogénitos, que abarcó el hogar del Faraón. Solamente en esta última plaga tuvieron una participación los hebreos, al colocar la sangre del sacrificio pascual sobre sus umbrales. Para poder salir de Egipto y no retornar luego, los hebreos tenían que demostrar ante los egipcios y ante sí mismos que habían perdido el temor hacia sus capataces, al sacrificar a uno de sus dioses: la oveja.

Aunque el culto a Dios empezó formalmente con la revelación en el monte Sinaí, cuando los hebreos recibieron los Diez Mandamientos, su origen se encuentra en Egipto. La ofrenda del sacrificio pascual es la primera Mitsvá que cumplieron los hebreos; por ello, el gran comentarista Rashí cuestiona por qué no empezó la Biblia con el capítulo que hace referencia a esta Mitsvá, dado que la Torá contiene los instructivos rituales y morales que deben regir a las personas.

Mientras Moshé y Aharón producían los milagros que se tradujeron en las 10 Makot, plagas, para convencer al Faraón, los hechiceros y magos egipcios duplicaron casi todas estas proezas. De tal manera que la “mano fuerte” de Dios no era aparente. ¿Cuál era la diferencia entre los milagros producidos por Moshé y Aharón y las hechicerías de los magos egipcios? 

El rabino Yaacov Kaminetzky opina que para que tuviera validez moral, la decisión del Faraón habría de ser el resultado de su libre albedrío. Por lo tanto, Dios permitió que los magos egipcios imitaran los resultados obtenidos por Moshé y Aharón. De esta manera, el Faraón no actuaría porque se estaba enfrentando a un poder invencible, sino que permitió, o tal vez expulsó a los hebreos de Egipto, porque finalmente reconoció la existencia de un Dios único para todos los pueblos.

SHEMOT

ÉXODO I:1-VI:1

LA INGRATITUD EGIPCIA

El patriarca Yaacov (Jacob) y sus hijos han fallecido. Comienza entonces el Galut, el exilio del pueblo judío. Mientras vivía un miembro de la familia inmediata de Yaacov, existía un nexo palpable con la Tierra de Israel y la estadía en Egipto adquiría un carácter pasajero. Con la muerte de los hijos de Yaacov se pierde el vínculo con la tierra ancestral y la residencia en Egipto adquiere permanencia. Los descendientes empiezan a integrarse al ambiente y a la cultura egipcia, y según el Midrash, abandonan la práctica de la circuncisión, que distinguía a los descendientes del patriarca Avraham (Abraham).

Después de la muerte de Yosef (José) los egipcios cuestionan su relación con los hebreos. El Faraón reúne a sus consejeros para plantearles qué se debe hacer con ellos. El caso es que los egipcios se habían convertido en esclavos del Estado porque Yosef les había dado las semillas necesarias para sembrar el campo y como pago, los campesinos se limitaron a ser los siervos del Faraón, a quien tenían que entregar el veinte por ciento de la producción. 

En cambio, los hebreos permanecían como un grupo independiente del Estado que, en un futuro, podría aliarse con cualquier invasor para derrocar al régimen. Según el Midrash, el Faraón se reunió con tres consejeros: BileamIyov y Yitró y les planteó: ¿acaso tenía Egipto una deuda permanente con los descendientes de Yosef? Gracias a las políticas de Yosef, que consistieron en almacenar la sobreproducción de los años de abundancia, Egipto se había convertido en la primera potencia del mundo conocido de aquel entonces. Ahora que Yosef había fallecido, ¿cuál era la responsabilidad con los hebreos?

Bileam tenía celos de los hebreos por sus nexos con Dios, puesto que había prometido a los patriarcas que los convertiría en un gran pueblo, demostró nuevamente su antipatía por este pueblo y opinó que representaban un peligro para la estabilidad de Egipto y, por lo tanto, era menester poner fin a su independencia y frenar su crecimiento. A pesar de sus capacidades proféticas, que algunos comentaristas equiparan a las de MoshéBileam opinó que la gratitud egipcia debía limitarse a la persona de Yosef. Sus descendientes no tenían por qué gozar del efecto del bienestar que Yosef había traído a Egipto.

Aunque Iyov es descrito por la Biblia como una persona íntegra y correcta, temerosa de Dios, no estaba dispuesto a ir más allá de lo estrictamente requerido en su concepción de la justicia. El judaísmo predica la noción de Lifnim mishurat hadín, la bondad de vivir de acuerdo con el espíritu de la justicia y no atenerse necesariamente a la letra estricta de la Ley. El judaísmo enseña que hay circunstancias y casos en los cuales no se debe medir la ayuda que se ofrece. Por ejemplo: la honra que se dispensa a los padres no tiene límite, ni la ayuda que se ofrece a un pobre. Iyov mantuvo silencio ante la interrogante del Faraón. Al no responder, evitó aliarse con Bileam, pero tampoco defendió explícitamente a los hebreos y, en muchos casos, el silencio tiene un efecto negativo. El silencio, que no está lejos de la indiferencia, suele ser muy doloroso para el afectado. Así lo expresan muchos sobrevivientes del Holocausto del siglo pasado. Recuerda lo dicho por Elie Wiesel, el silencio solo apoya al torturador nunca al torturado.

Yitró no estuvo de acuerdo con Bileam y, pensando que estaba en la minoría, decidió abandonar la reunión. Yitró asumió el riesgo de convertirse en una minoría de uno, y con ello demostró los rasgos de una personalidad apropiada, que luego se convertirá en el suegro de Moshé. Aunque Yitró no se identificó con la posición de Bileam, por otro lado, tampoco fue lo suficientemente convincente para cambiar el rumbo de la conversación, que concluyó en una serie de decretos cuyo propósito era debilitar moral y materialmente a los hebreos, incluyendo la orden de arrojar al Nilo a los varones recién nacidos. 

Finalmente, los hebreos fueron esclavizados y tuvieron que realizar las más arduas tareas físicas, cuyo propósito básico era quebrantar su orgullo y anular cualquier aspiración de libertad. Como en otros muchos casos, se requería un liderazgo efectivo para romper las cadenas de la esclavitud. Moshé es escogido por Dios para una doble tarea: convencer al Faraón para que permita la salida de los hebreos y, al mismo tiempo, para llevar a cabo una tarea igualmente difícil: convencer a los hebreos que la libertad es uno de los valores más importantes para conservar la dignidad del ser humano.

SHEMOT

EXODUS I:1-VI:1

EGYPTIAN INGRATITUDE

Yaakov (Jacob) and his sons have passed away. Thus begins theGalut, the exile of the Jewish people. While a member of Yaakov’s lived, there was a palpable connection with the Land of Israel, and the sojourn of the immediate family in Egypt took on a temporary character. With the death of Yaakov’s sons, the link with the ancestral land is lost and residence in Egypt becomes permanent. The descendants begin to integrate into the Egyptian environment and culture, and according to theMidrash, they abandon the practice of circumcision, which distinguished the descendants of the patriarch Avraham(Abraham).

After Yosef‘s (Joseph) death, the Egyptians question theirrelationship with the Hebrews. Pharaoh gathers his advisors to ask them what to do with them. The fact is that the Egyptians had become slaves of the state because Yosef had given them the necessary seeds to sow the field and as payment, the peasants were limited to being the servants of Pharaoh, to whom they had to deliver twenty percent of the production. 

Instead, the Jews remained an independent group of the state that, in the future, could ally with any invader to overthrow the regime. According to the Midrash, Pharaoh met with three advisors, Bileam (Balaam), Iyov I(Job) and Yitro (Jethro) andasked them: Did Egypt owe a permanent debt to the descendants of Yosef? Thanks to Yosef‘s policies of storing the overproduction of the years of plenty, Egypt had become the leading power in the known world at the time. Now that Yosefhad passed away, what was the responsibility to the Hebrews?

Bileam was jealous of the Hebrews because of their ties with God, since He had promised the patriarchs that He would make them a great people. Bileam showed his antipathy to this people, and he believed they represented a danger to the stability of Egypt and therefore it was necessary to put an end to their independence and stop their growth. Despite his prophetic abilities, which some commentators equate to those of Moshé (Moses), Bileam believed Egyptian gratitude should be limited to the person of Yosef. His descendants did not have to enjoy the effect of the well-being that Yosef had brought to Egypt.

Although Iyov is described by the Bible as a person of integrity and righteousness, fearing God, he was unwilling to go beyond what was strictly required in his conception of justice. Judaism preaches the notion of Lifnim mishurat hadin, the goodness of living according to the spirit of justice and not necessarily abiding by the strict letter of the Law. Judaism teaches that there are circumstances and cases in which the help offered should not be measured. For example, there is no limit to the honor given to parents, nor is there a limit to the help given to the poor. Iyov remained silent in the face of Pharaoh’s question. By not responding, he avoided allying himself with Bileam, but he also did not explicitly defend the Hebrews, and in many cases, silence has a negative effect. Silence, which is not far from indifference, is often very painful for the person affected. This is how many Holocaust survivors of the last century express it. Bear in mind what was said by Elie Wiesel, silence only helps the oppressor never the tortured.

Yitro disagreed with Bile’am and, thinking he represented aminority, decided to leave the meeting. Yitro took the risk of becoming a minority of one, and in so doing demonstrated the traits of a proper personality, who would later become Moshé’sfather-in-law. Although Yitro did not identify with Bileam‘sposition, on the other hand, he was not convincing enough to change the course of the conversation, which ended in a series of decrees aimed at morally and materially weakening the Hebrews, including the order to throw newborn males into the Nile. 

Finally, the Hebrews were enslaved and had to perform the most arduous physical tasks, the basic purpose of which was to break their pride and nullify any aspiration for freedom. As in many other cases, effective leadership was required to break the chains of slavery. Moshé is  chosen by God for a twofold task: to convince Pharaoh to allow the Hebrews to leave and, at the same time, to carry out an equally difficult task: to convince the Hebrews that freedom is one of the most important values for preserving the dignity of the human being.

VAYECHI

GENESIS XLVII:28-L:26

INHERITANCE AS DESTINY

Yosef (Jospeh) inherited the double portion usually reserved for the firstborn of the family. The elderly Yaakov (Jacob) was ill and resting on a bed when he received a visit from his son Yosefwith his two grandsons, Ephraim and Menashe. The blessing Yaakov offered to his grandchildren, whom he did not recognizeat first, ensured that each of them would have the status of a son. 

Since the tribe of Levi would not participate in the future division of the Promised Land, it was divided into twelve parts and Yosef was given two portions, one for each of his sons. Yaakov regarded Yosef as if he were the (firstborn) because he was the first born of his beloved wife Rachel, although he was not the Bechor, the first son the patriarch fathered.

At the time of the blessing, Yaakov placed his right hand on the head of Ephraim, the youngest grandson. Yosef wanted to correct what he thought was a mistake and tried to divert the old patriarch’s hand towards Menashe’s head, but Yaakov, aware of his action, insisted on giving the distinction to Ephraim. The theme of not preferring the firstborn is ubiquitous in the patriarchs’ account. 

Professor Yonah Bar-Maoz suggests that the patriarch Yitschak(Isaac) was not really deceived by his son Esav (Esau), who had feigned sensitivity and spirituality when he was in the presence of the father. When Yitschak calls Esav and asks him to go to the field to hunt an animal, he asks him to prepare food to offer him his blessing. With this gesture he wishes to bring closer the son who does not act in accordance with the teachings of Grandfather Avraham (Abraham). Yitschak does not want to repeat what happened in his father’s home, when Avrahambanished Yishmael (Ismael) at the insistence of his mother Sarah.

Sarah perceived that Yishmael had a negative influence on Yitschak and decided that it was necessary to separate the young people so that Yitschak could become the future spokesman of the monotheism that Avraham had introduced into the world. For Yitzchak, the approach to the bosom of the family is the response to Esav’s departure from the path of the patriarchal values. According to the biblical account, neither attitude produced the desired effect. Both Yishmael and Esav estranged themselves from the family and spawned nations antagonistic to the Jewish people.

On his deathbed, Yaakov recounts his relationship with each of his children. He shows that he knows the weaknesses of each of them and applauds their successes and achievements. Yaakovidentifies each of his children and evaluates them on their individual merits. Perhaps this is why the Jewish people are known as Benei Yisrael, sons of the third patriarch, Yaakov, who also assumed the name Israel.

Even Yaakov does not comply with the principle of not differentiating between children and does not hide his preference for Yosef. He recognizes the talent of the young dreamer, the handsome and intelligent young man, who at the same time demonstrates excessive arrogance. To the brothers, their father’s preference for the haughty Yosef was clear, but they rejected his leadership. The brothers probably repented for the harm they did to Yosef by selling him into slavery. However, it is doubtful that his repentance would have turned into love. 

They couldn’t deny the talents of Yosef that made it easy for him to reach a position of command in Egypt, but his quality as a dreamer meant that he was sometimes out of touch with reality. He never achieved emotional intimacy with his siblings. He was perfect, and perfection didn’t bring him closer, it tends to frighten those who feel inferior.

The brothers recognized Yehudah’s (Judah’s) leadership becausehe demonstrated loyalty and firmness, which, coupled with his past mistakes, presented him as someone more human, a perfectible being. A person who could understand the weaknesses of others and show the way to self-improvement. Whereas in the cases of Yishmael and Yitzchak, and Yaakov and Esav, the brothers drifted apart and created different and antagonistic nations, Menashe and Ephraim remained united. Yaacov surely did not want to see a repeat of the previous fraternal competition and gave a section of the Promised Land to each.

VAYEJÍ

GÉNESIS XLVII:28-L:26

LA HERENCIA COMO DESTINO

Yosef heredó la doble porción generalmente reservada para el primogénito de la familia. El anciano Yaacov estaba enfermo y reposaba sobre una cama cuando recibió la visita de su hijo Yosef con sus dos nietos: Efráyim y Menashé. La bendición que Yaacov ofreció a sus nietos, a quienes no reconoció, aseguró que cada uno de ellos tendría el estatus de un hijo. 

Tomando en cuenta que la tribu de Leví no participaría en la futura repartición de la Tierra Prometida, ésta fue dividida en doce partes y a Yosef le correspondieron dos porciones, una para cada uno de sus hijos. Yaacov consideró a Yosef como si fuera el primogénito, porque era el primer nacido de su querida esposa Rajel, aunque no fue el primer hijo que el patriarca engendró.

En el momento de la bendición, Yaacov colocó su mano derecha sobre la cabeza de Efráyim, el nieto menor. Yosef quiso corregir lo que pensó era un error y trató de desviar la mano del anciano patriarca hacia la cabeza de Menashé, pero Yaacov consciente de su acción, insistió en dar la distinción a Efráyim. El tema de no preferir al primogénito es ubicuo en el relato de los patriarcas. 

El profesor Yonah Bar-Maoz sugiere que el patriarca Yitsjak no fue realmente engañado por su hijo Esav, quien había fingido sensibilidad y espiritualidad cuando estaba en presencia del padre. Cuando Yitsjak llama a Esav y le pide que vaya al campo a cazar un animal, le solicita que prepare comida para ofrecerle su bendición. Con ese gesto desea acercar al hijo que no actúa en conformidad a las enseñanzas del abuelo AvrahamYitsjakno quiere repetirlo que ocurrió en el hogar de su padre, cuando Avraham desterró a Yishmael debido a la insistencia de su madre Sará.

Sará percibió que Yishmael tenía una influencia negativa sobre Yitsjak y decidió que era necesario separar a los jóvenes para que Yitsjak pudiera convertirse en el futuro vocero del monoteísmo que Avraham había introducido en el mundo. Para Yitsjak, el acercamiento al seno de la familia es la respuesta al alejamiento de Esav del sendero de los valores patriarcales. De acuerdo con el relato bíblico, ninguna de las dos actitudes produjo el efecto deseado. Tanto Yishmael como Esav se alejaron de la familia y engendraron naciones antagónicas al pueblo judío.

En su lecho de muerte, Yaacov hace un recuento de su relación con cada uno de sus hijos. Conoce las debilidades de cada uno de ellos y aplaude sus aciertos y logros. Yaacov identifica a cada uno de sus hijos y lo evalúa por sus méritos individuales. Tal vez por ello el pueblo judío es conocido como Benei Israel, hijos del tercer patriarca, Yaacov, quien también asumió el nombre de Israel.

Incluso Yaacov incumple con el principio de no diferenciar entre los hijos y no esconde su preferencia por Yosef. Reconoce el talento del joven soñador, el joven apuesto e inteligente, que al mismo tiempo demuestra una excesiva soberbia. Para los hermanos estaba clara la preferencia del padre por el altanero Yosef, pero rechazaban su liderazgo. Los hermanos probablemente se arrepintieron por el daño que le hicieron a Yosef al venderlo como un esclavo. Sin embargo, es dudoso que su arrepentimiento se hubiera convertido en amor. 

No podían negar los talentos que facilitaron que llegase a una posición de mando en Egipto, pero su cualidad de soñador implicaba que, en ocasiones, estuviera alejado de la realidad. Nunca logró una intimidad emocional con sus hermanos. Era perfecto, y la perfección no acerca, tiende a espantar a quienes se sienten inferiores. 

Los hermanos reconocieron el liderazgo de Yehudá porque demostró lealtad y firmeza, lo cual, aunado a sus errores y desaciertos del pasado, lo presentaba como alguien más humano, un ser perfectible. Una persona que podía entenderlas debilidades ajenas y enseñar el camino hacia la superación. Mientras que en los casos de Yishmael y Yitsjak, y Yaacov y Esav, los hermanos se alejaron y crearon naciones diferentes y antagónicas, Menashé y Efráyim permanecieron unidos. Yaacovseguramente no quiso ver una repetición de la competencia fraternal anterior y entregó una parcela de la Tierra Prometida a cada uno.

VAYIGASH

GENESIS XLIV:18-XLVII:27

YEHUDAH’S LEADERSHIP

When the fourth son was born, she named him Yehuda (Judah) in gratitude, this time, to God. Why did she decide to thank God after the birth of her fourth son? Possibly to teach that to give birth, to beget a child, cannot be taken for granted, it requires God’s intervention. It should not be forgotten that the other three matriarchs had great difficulty conceiving. 

Yehuda is the only one of the sons whose name is associated with God in its first two letters. The “yod” and the “heh” are the first letter the Tetragrammaton. Yehuda was destined to assume command among the brothers and their descendants, through his daughter-in-law Tamar, and they will become the kings of Israel, beginning with the dynasty founded by David. Although the Torah grants a double portion of the paternal inheritance to the firstborn, this does not automatically mean that the firstborn is in charge. 

The second patriarch, Yitschak (Isaac)and the third patriarch, Ya’acov (Jacob), were not the first to be born. It seems that theTorah emphasizes the fact that the spiritual mantle they assumed was due to their individual merits. History repeats itself in the case of YaacovReuven (Ruben) was the firstborn of his sons, but he had shown weakness of character. He committed the enormous fault of having relations with Bilhah, one of his father’s concubines, who was also regarded as a wife. 

Bilhah was the mother of Dan and Naphtali, progenitors of the tribes of the same name. When Yosef (Joseph) was seized by the brothers to kill him, Reuven suggested that they throw him into a well with the intention of pulling him out of the well and returning him to his father’s home. He had committed a fatal fault for a leader: he wanted to deceive his brothers, even though his purpose was noble. The fundamental characteristic of a leader is honesty with those who must follow him. 

The firstborn son of Rachel, the woman Yaacov loved most, was YosefYosef’s personality includes extraordinary managerial skills, which were recognized in the most advanced cultural environment of the time: Egypt. By using his own abilities, Yosef attains the highest position, second only to Pharaoh. Yosefis a great administrator, possessed of extraordinary sensitivity. He is a dreamer and a visionary. However, Yaacov did not bestow upon him the mantle of leadership. For a reason that must be studied. Maybe because Yosef succeeds only in the Gentile world. His brothers feel humiliated by him. They are jealous and envious of him. They admire him, but, at the same time, hate him.

Yehuda’s story includes several episodes in which he did not act wisely and wisely. The advice he offered for Yosef to be sold into slavery served to get him out of a crossroads, but it was not the ultimate solution a leader should offer. He prevented the brothers from murdering him, but at the same time arranged for Yosef to be sold into slavery, which at the time was a life sentence. His passion for satisfying carnal desire led him to an illicit relationship with his daughter-in-law Tamar, whom he mistook for a prostitute. But, despite certain inadequacies, Yehuda shines in two vital lines to assume leadership. He never deceives those who follow him and takes responsibility for his mistakes. The leader cannot tell half-truths or falter in his pronouncements. At no time does he deviate from the principles he enunciates. People can take his word for it. A promise announced, cannot be altered. Yehuda had taken personal responsibility for Binyamin’s (Benjamin) physical safety, which allowed Yaacov to consent to his participation in the new journey to Egypt in search of provisions. 

Yosef had argued that Binyamin’s presence was indispensable for any future food negotiations. The first verses of our biblical text record the words of Yehuda before Yosef, in which he offers to take the place of Binyamin and personally receive any punishment. Once again, the fundamental characteristic of the leader comes to the fore. The leader takes responsibility for any eventuality.