NITSAVIM_DEUTERONOMIO XXIX:9-XXX:20
Hershel Schachter, Rosh Kolel de Yeshiva University, cita un escrito de Rabí Chaim de Volozhin, uno de los discípulos más distinguidos del Gaón de Vilna. Según Rabí Chaim, el Gaón sostenía que el Jumash Devarim, el quinto de los cinco libros de la Torá, consiste de diez Sidrot determinadas por la lectura semanal y que las secciones de Nitsavim y Vayélej deben ser consideradas como una sola unidad.
De acuerdo con el Talmud, el mundo tendrá una duración de 6 milenios, que luego darán paso a un Shabat universal. Estos seis milenios están divididos en 3 etapas. La primera de ellas se denomina tohu, porque se refiere al desorden y anarquía que la caracterizaron. La segunda etapa, que empezó con la aparición de los tres patriarcas, se fundamenta en la Torá recibida en el monte Sinaí, documento en el cual Dios manifestó Su Voluntad a la Humanidad por intermedio del pueblo judío y especificó el sendero que debe transitar para conquistar y eliminar el tohu, el caos que reinó en un principio.
En la actualidad nos encontramos en la tercera etapa: la redención, el momento mesiánico. El cálculo es el siguiente. El patriarca Avraham nació en el año 1948 después de la creación del universo (partimos de la referencia de que en la actualidad nos encontramos en el año 5763, según la tradición judía) y comenzó su misión de propagar el ideal monoteísta a la edad de 52 años.
De acuerdo con el Talmud, la nomenclatura utilizada para el documento que Moshé escribió de acuerdo con la expresa Voluntad de Dios es la Torá Shebijtav, la Torá Escrita, aunque simultáneamente se fue desarrollando la Torá Shebealpé, la Torá Oral que recoge las diferentes explicaciones sobre las Mitsvot, ordenanzas y relatos contenidos en el documento escrito. La Torá Shebealpé fue finalmente formulada de manera escrita en el texto que se denomina Mishná. El autor de esta Mishná fue Rabí Yehudá Hanasí, quien falleció en el año 220 de la Era Común. Si se considera que después de su muerte todavía se hicieron algunas enmiendas, arribamos al año 240, que completa el segundo período de 2 milenios. De tal manera que el año 2240 de la era común señalará la finalización del tercer período: los días del Mashíaj.
El Gaón de Vilna sostenía que las 10 Sidrot de Devarim representan los últimos 10 siglos de la Humanidad, y en cada una de estas secciones se puede encontrar algún mensaje puntual sobre el siglo específico. De alguna manera, la Torá vaticina los sucesos que se desarrollaron en cada etapa. Un ejemplo notable es el hecho de que la Sidrá (usualmente referida como Parashá) Ki Tavó, que corresponde al siglo comprendido entre 1840 y 1490 de la era común, contiene la Tojajá, que consiste en una serie de advertencias acerca de los desastres que le ocurrirán al pueblo judío si se aleja del sendero de la Torá. Está claro que el siglo aludido incluye numerosos pogromos y el inicio del período nazi, que produjo el genocidio: la mayor destrucción de la historia de la Humanidad.
Los capítulos contenidos en Nitsavim y Vayélej mencionan la próxima conquista de la Tierra Prometida, la necesidad de la Teshuvá: el retorno a las raíces ancestrales y la Mitsvá de escribir el texto de la Torá. Al tomar en cuenta el establecimiento del Estado de Israel en 1948, el fenómeno intensivo de los Baalei teshuvá, los miles de jóvenes que retornan día a día a la tradición de sus antepasados, y el vigoroso resurgimiento del estudio de la Torá en nuestros días, se puede apreciar una directa correspondencia entre el texto bíblico y los sucesos actuales.
Personajes excepcionales como el Gaón de Vilna, poseedores de un intelecto privilegiado y de profunda espiritualidad, pueden ver con mayor claridad la correspondencia entre las Escrituras Sagradas y el desarrollo de la Historia. No obstante es un ejercicio intelectual aleccionador que invita a leer la Torá con mayor atención a los mensajes que no son obvios en el transcurso de una lectura ligera.