¿Cual es el origen bíblico de la noción de matrimonio? Dice la Torá “Ki yikaj ish ishá”, cuando un hombre adquiere una mujer, esa es la palabra que utiliza la Torá. “Ki yikaj ish”, dice el Talmud, ¿Cómo se obtiene eso? ¿Qué se hace para adquirir una esposa?, El ejemplo que trae es sumamente raro. Dice que cuando Abraham tenía que adquirir un terreno para enterrar a su esposa Sará, fue donde Efrón y allí también se menciona la palabra, “lakájat”, tomar, adquirir. Y tal como en ese caso, tuvo que darle unas monedas para adquirir el terreno, así también cuando un hombre se casa, le da un objeto de cierto valor a la mujer. Puede ser una moneda o puede ser algo que equivale al valor de esa moneda. Hoy en día, y ya por muchos siglos se consagra el matrimonio con un anillo que el hombre le da a la mujer. y esa es una manera de adquirir una esposa, de conformar un hogar. Claro quisiera pensar un momento, qué raro, se aprende como se produce el matrimonio con el anillo, con el objeto que se le da a una mujer, eso se deduce de un entierro, de la sepultura.
Interesante también, que antes de la muerte de Sará, no hay mención de entierro en la Torá. Cuando fallece Abel por ejemplo, Hével, el hijo de la primera pareja, no se habla de enterrarlo ni nada por el estilo. De acuerdo al Midrash, Adán y Eva si lo enterraron. ¿Cómo aprendieron qué es lo que se debe hacer? Observaron como un pajarito estaba enterrando a otro pajarito que había muerto, y así aprendieron qué se debe hacer con un difunto.
A lo mejor lo que se nos quiere enseñar es que al enterrar una persona cuando fallece, lo que estás haciendo realmente es devolviendo a la persona al elemento del cual proviene: la tierra. Porque Dios creó al primer hombre de la tierra, del polvo, vemos entonces que el polvo regresa nuevamente al polvo. Al mismo tiempo nos está diciendo, de que esto es algo duradero, permanente.
La idea de devolver también se hace presente cuando una pareja se casa. Porque de cierta manera se está devolviendo. ¿Devolviendo qué? Según la Torá, la primera mujer fue creada de “Tsela”, que muchos dicen es una vértebra, pero de acuerdo al comentarista Rashí no es una vértebra. “Tsela” se refiere a una sección del primer hombre, quien fue dividido en dos. Una mitad fue hombre y la otra mitad fue mujer.
Al casarse entonces, lo que se está haciendo es uniendo, devolviendo. Uniendo nuevamente las dos mitades en una sola. El matrimonio por lo tanto no debe ser un evento secuencial: primer matrimonio, segundo matrimonio, como suele ser en nuestros días cuando la mitad de las personas en los países de avanzada se divorcian. ¿Quién sabe cuál es la tasa actual de divorcios en este momento.
En la Torá el matrimonio es en realidad la devolución al origen anterior, primario, y por lo tanto debe ser permanente, ¿Por qué se entierra a la persona? Puede ser porque se piensa que con la muerte no termina todo. Guardas los restos del fallecido porque piensas que hay una vida en el más allá, hay una vida espiritual posterior. O sea que el matrimonio no termina con la muerte de uno de los conyugues según esa concepción, sino que continua el recuerdo de la vida matrimonial mientras una de las partes de la pareja continua, los hijos continúan recordando el matrimonio de sus padres.
O sea que el matrimonio no es algo pasajero, como lamentablemente se ha convertido en nuestra sociedad. Más bien es algo que debe tener fortaleza, debe durar, es algo que debe tener permanencia en nuestra sociedad, ¿Cuáles son las sociedades que progresan mejor? Las que saben lo que es la familia, lo que es la unidad matrimonial, donde hay padres, hijos, donde hay una relación muy bien definida. Las sociedades donde hay relaciones secuenciales, son las sociedades que menos progresan en este mundo. Asegúrate entonces de que tu matrimonio, el matrimonio de tus padres y el de tus hijos sea duradero, porque el progreso de la sociedad es una consecuencia de la salud y bienestar de ese matrimonio.