Después de estimular a Yehoshúa con la expresión de Jazak Veemáts, el deseo de que su liderazgo sobre el pueblo sea fuerte y persistente, Moshé instruye que a la conclusión del período de la Shemitá, el descanso anual de la tierra después de 7 años, se debe reunir al pueblo para la lectura pública de la Torá. El momento será propicio para destacar que el año sabático de Shemitá no tiene solamente el propósito del “descanso de las tierras”. Tiene que ser un período de reflexión y estudio, de crecimiento espiritual que será coronado con la lectura pública, que a su vez puede considerarse como un renovado compromiso con la Torá. Al escuchar su contenido debe producirse una movilización y renovación del Brit asumido en Har Sinai: Dios se compromete a velar por el bienestar del pueblo y el pueblo se compromete cumplir las Mitsvot, obedecer la Voluntad Divina.
Quien debía efectuar la lectura pública era el rey, el rector administrativo del pueblo, como señal de que la Torá tenía un mensaje público; sus normas debían regir el comportamiento de la sociedad en todas sus manifestaciones. Tanto adultos como niños, ancianos y jóvenes tenían que escuchar esta lectura. Esta reunión recibió el nombre de Hakhel, cuya raíz es Kahal, el colectivo, la totalidad del pueblo hebreo.
Con el establecimiento del Estado de Israel se hizo intentos de renovar esta actividad. En este sentido el Gran Rabino Yitzchak Herzog escribió una Teshuvá en su libro Heichal Yitzchak, donde sugiere que incluso en la ausencia del Beit HaMikdash se puede celebrar Zéjer leHakhel, un recuerdo de esta actividad, y que el jefe del Estado podría dirigirla lectura pública de la Torá.´
Como nota histórica, cabe mencionar que fue un hijo de este gran rabino, el general Yaacov Herzog, embajador de Israel ante las Naciones Unidas, quien en un célebre discurso reaccionó en noviembre de 1975 a la adopción del infame documento de la Asamblea General que hacía una equivalencia entre Sionismo y racismo. Mientras que la Torá es un documento de convivencia de gran contenido ético, el documento de la ONU tenía la función de promover el odio, una expresión de la inmoralidad de su contenido que constituía una tergiversación histórica del movimiento sionista. Yaacov Herzog terminó su brillante alocución rompiendo públicamente el papel en el cual estaba escrita esta resolución.
Días atrás, en una conferencia de prensa pública, otro general israelí, hijo de Yaacov Herzog, en una conmemoración de los 30 años de esa infame resolución, disertó acerca de su injusticia histórica y, nuevamente, ante las cámaras de televisión, rompió el documento. Cabe destacar que la Asamblea General de la ONU subsecuentemente resolvió anular la decisión original, en una enmienda justa a una lamentable decisión anterior.
El Gran Rabino Yitzchak Herzog había sugerido una reunión masiva ante el Kótel para hacer la lectura de la Torá, que debía ser precedida por el sonido del Shofar. De acuerdo con muchos exégetas, debe leerse el Séfer Devarim, el último Libro de la Torá. También se puede mencionar como dato de interés que, años atrás, una sinagoga de Nueva York programó la lectura pública del Tanaj e invitó a diferentes personalidades públicas a participar en este evento. La audiencia recibió ejemplares del Tanaj mientras que en el podio se hacía la lectura, capítulo por capítulo.
Hakhel es una demostración adicional de la centralidad del estudio de la Torá para todos los sectores de la sociedad. La presencia de los niños destaca que desde la infancia se debe inculcar el amor por la Torá y el estudio, el factor decisivo para la sobrevivencia del pueblo judío.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS
- Deuteronomio 31:12 Reunir a todo el pueblo para escuchar la lectura de la Torá después del año Sabático
- Deuteronomio 31:12 Cada judío debe escribir una Torá para sí mismo