LA JUSTICIA: UN IMPERATIVO PRIMORDIAL

MISHPATIM – Éxodo XXI – XXIV

Desde cualquier perspectiva que se asume es indiscutible que los Diez Mandamientos, que forman parte de un capítulo anterior, constituyen el cimiento y el fundamento de la civilización occidental. Casi toda actividad en ya sea en el campo espiritual, social, político, cultural científico, ha sido influenciada por esta magna expresión del brit, compromiso esencial del ser humano consigo mismo, con sus semejantes y con Dios. 

La ciencia moderna, que se basa en la experimentación y en la verificación de la teoría, también recibe la influenciada de la noción de la existencia de un solo Dios que el primer mandamiento proclama. Aunque todos los fenómenos no pueden ser reproducidos en un laboratorio, (por ejemplo, en el campo de la astronomía), la posibilidad de repetir una experiencia es fundamental para la ciencia. 

La base filosófica para tal hipótesis es la supuesta existencia de leyes comunes o de un ordenamiento en el universo que supone que una misma causa siempre produce efectos iguales. Las nociones de arbitrariedad y capricho propugnados por la hechicería y la idolatría no permiten la concepción de un mundo al que se le pueden aplicar modelos matemáticos para comprenderlo. En cierta forma entonces, el monoteísmo crea el terreno propicio para el desarrollo de la ciencia y de la tecnología que es la consecuencia de la primera.

La lectura de esta semana empieza con las palabras, veele hamishpatim, “y estas son las ordenanzas”, sobre las cuales comentan nuestros jajamim señalando que la conjunción “y” sirve para unir estas leyes con las que fueron promulgadas anteriormente. Las normas que fueron enunciadas en un capítulo anterior son los Diez Mandamientos. Por lo tanto, dicen los expositores, tal como los Diez Mandamientos fueron anunciados por Dios en el Monte Sinaí, igualmente fueron las leyes que les siguen. En consecuencia, en la tradición judía, se evita la jerarquización de las mitsvot a las cuales según la Torá estamos sujetos. Los Diez Mandamientos no tienen mayor obligatoriedad que otra ordenanza. Todas las mitsvot tienen vigencia e importancia equivalentes.

Las primeras consideraciones de nuestra lectura hacen referencia a la esclavitud. La Torá contempla la esclavitud en el momento histórico en que esa condición humana prevalecía. Pero la Torá legisla sobre la esclavitud de manera tal, que, según la interpretación del Talmud, mi shekaná éved, kaná rabó, quiere decir: quien adquiere un esclavo, efectivamente obtiene un amo. 

Los intérpretes del Talmud sugieren que en ocasiones el esclavo tiene preferencia sobre su dueño. Por ejemplo, si en el hogar hubiese una almohada únicamente, el amo no puede utilizarla, porque en tal caso su esclavo dormiría en condiciones inferiores. El negarle a todos el uso de la almohada equivale a un comportamiento digno de la ciudad de Sedom, puesto que es la máxima expresión del egocentrismo, y recordemos, que ésta fue destruida por su inmoralidad. Por lo tanto, lo correcto en este caso, sería entregarle la única almohada al esclavo.

La esclavitud hebrea, que en la práctica era una especie de servidumbre, tenía una duración de seis años. El séptimo año era el Shabat del esclavo y era liberado. La tierra también tenía su Shabat, el año de shemitá. Por espacio de seis años se labraba la tierra, y el séptimo, era el año de descanso. La agricultura moderna también considera el “cansancio” de las tierras que se desgastan después de un determinado número de años de ser sembradas. Pero, señala la Torá, si el esclavo alega ahavti et adoní, et ishtí veet banai; “amo a mi amo; a mi esposa (la esclava que le otorgase el dueño), y a mis hijos,” y no desea la libertad, entonces se procede a una ceremonia especial. 

El amo conduce al esclavo ante una corte de justicia, donde bajo el umbral de una puerta el amo le hacía un agujero en la oreja, (como señal) de que permanecería como un esclavo “para siempre”. Según el Talmud, no se debe entender la palabra “siempre”, en este caso, en su significado cotidiano, sino que la esclavitud terminaría con el shenat hayovel, que es el año jubileo. Cada cincuenta años se proclamaba el “año jubileo” que se rige con algunas normas particulares. Entre esas normas estaba incluida la libertad de todos los esclavos.

La Torá considera la existencia de la poligamia. En el curso de la historia del pueblo judío, esta práctica no se difundió muy ampliamente. En la época del Talmud el hecho de tener muchas esposas no aparece como una realidad de la vida diaria. En el siglo XI, Rabenu Gershón Maor Hagolá y su Beit Din (corte religiosa) proclamaron un jérem que es una prohibición con anatema, prohibiendo el matrimonio con más de una mujer. El mundo ashkenazí (los judíos provenientes básicamente de Europa) se sometió a esta takaná, a este edicto.

En la comunidad sefaradí (provenientes de Asia Menor, del Norte de África y de algunas comunidades europeas) quedaban algunos remanentes de sociedades que practicaban la poligamia, tales como en el Yemen. Con la creación del Estado de Israel, se hizo necesaria la adopción de un reglamento única. La solución salomónica consistió en permitirle a cada uno la práctica de su país de origen. O sea que quien provenía del Yemen podía continuar viviendo con las esposas con las cuales se había casado anteriormente. En cambio, una vez radicado en Israel, no podía casarse con una esposa más, si previamente había contraído matrimonio antes.

Haciendo referencia a una joven que es vendida como una esclava, la Torá señala las obligaciones esenciales de todo esposo, sheerá, kesutá veonatá, “alimentos, vestimentas y relaciones sexuales”. El texto ordena que al tomar una esposa adicional no puede disminuirse el derecho estipulado para la esposa original y que corresponde a las citadas tres obligaciones esenciales. En el judaísmo entonces, la esposa puede exigirle al marido relaciones sexuales. El Talmud agrega, que una mujer debe ser sutil cuando le sugiere sus deseos sexuales al esposo. (En Bereshit leímos que Rajel le cedió a Leá el lecho matrimonial con Yaacov por una noche, a cambio de unas frutas, dudaim, que Reuvén, el primogénito de Leá, le traería del campo).

Nuestro texto es muy denso por las numerosas leyes que contiene. Una de estas normas ordena que, si en el caso de una riña se golpease a una mujer embarazada y por este motivo perdiera la criatura, existen daños y perjuicios a solventar. Seguidamente nos encontramos con la ley de néfesh tájat néfesh, “humano por humano”, que quiere decir que cuando se extingue una vida humana, el castigo es la sentencia de muerte. Dado que en el caso citado se requiere una compensación material, los expositores del texto bíblico concluyen que en la Torá el feto no es considerado como un ser humano completo. Esta conclusión servirá para diversas consideraciones sobre el aborto, tema de gran actualidad en la sociedad moderna.

Nuestros capítulos contienen la famosa cita, ayin tájat ayin, shen tájat shen; “ojo por ojo, diente por diente”, que ha servido para señalar que el judaísmo es excesivamente severo. En realidad, el judaísmo predica la justicia como un imperativo primordial y lo antepone a otras consideraciones, tales como el amor. El dictamen del Talmud, “ojo por ojo” debe entenderse como la obligación de compensar a un agraviado por haberlo cegado. Desde luego, estiman que el “valor material” de un ojo se presenta una enorme dificultad. 

Entre las opiniones consideradas por el Talmud, pero rechazadas, se encuentra la que sugiere que en realidad hay que practicar exactamente “ojo por ojo”. Hay quiénes sugieren que esa es la justicia más correcta, pero, añaden, que es imposible administrar justicia de esa manera, porque el ojo de cada uno tiene un valor diferente. Por lo tanto, la que se adopta es la compensación material.

¿Si la Torá exige compensación en estos casos de “ojo por ojo”, ¿por qué no lo formuló de esa manera? La Torá debería enseñar, en el caso de hacerle perder una mano a otra persona, lo justo es compensar monetariamente por ese daño. De acuerdo con el rabino Joseph B. Soloveitchik, la formulación de la Torá advierte acerca de la seriedad del hecho. Sacarle un ojo a otra persona constituye un crimen terrible, atenta directamente contra la dignidad de la persona. No vaya uno a pensar si le rompo un par de dientes, le compensaré por ello y con ese pago cumplo con la ley. La realidad es que estos casos son de la mayor gravedad y por ello la Torá insiste en “ayin tajat ayin” para destacar la seriedad de la situación. Porque en realidad, lo justo sería “ayin tajat ayin”, pero la Torá optó por compensación material.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 24 MITSVOT POSITIVAS Y 29 PROHIBICIONES

  1. 42.Éxodo 21:2 Leyes referentes a un esclavo hebreo
  2. 43.Éxodo 21:8 Estatus conyugal de una esclava hebrea
  3. 44.Éxodo 21:8 Redención de una esclava hebrea
  4. 45.Éxodo 21:8 Quien compra una esclava hebrea de su padre, no podrá venderla
  5. 46.Éxodo 21:10 No disminuir o negar a la esposa: comida, vestimenta, derechos conyugales
  6. 47.Éxodo 21:12 La corte debe ejecutar por estrangulación al que merece esta forma de muerte
  7. 48.Éxodo 21:15 No golpear al padre o a la madre al que merece esta forma de muerte
  8. 49.Éxodo 21:18 Leyes de castigos
  9. 50.Éxodo 21:10 La corte debe ejecutar por espada al que merece esta forma de muerte
  10. 51.Éxodo 21:18 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por anímales domésticos
  11. 52.Éxodo 21:28 No comer del buey sentenciado a ser lapidado
  12. 53.Éxodo 21:33 Obligación de la corte de adjudicar daños causados por un pozo
  13. 54.Éxodo 21:37 Corte obligada a imponer pago al ladrón
  14. 55.Éxodo 22:4 Corte obligada a imponer daños causados por un animal doméstico por pastear o pisotear
  15. 56.Éxodo 22:5 Corte obligada a adjudicar daños por causa de fuego
  16. 57.Éxodo 22:6 Corte obligada a adjudicar el pago a un custodio
  17. 58.Éxodo 22:8 Corte obligada a adjudicar a ambos litigantes
  18. 59.Éxodo 22:9 Corte obligada a custodia que recibe pago u otro tipo de custodia
  19. 60.Éxodo 22:13 Corte obligada a adjudicar caso de quien pide prestado un objeto para us15 
  20. 61.Éxodo 22:15 Corte obligada a adjudicar caso de un seductor
  21. 62.Éxodo 22:17 No permitirle vida a la hechicera
  22. 63.Éxodo 22:20 No oprimir verbalmente a aquel que se convierte al judaísmo
  23. 64.Éxodo 22:20 No engañar a aquel que se convierte al judaísmo en casos de propiedad
  24. 65.Éxodo 22:21 No maltratar a un huérfano o a una viuda
  25. 66.Éxodo 22:24 Prestar al pobre
  26. 67.Éxodo 22:24 No insistir el pago de deuda al pobre quien no tiene recursos para pagar
  27. 68.Éxodo 22:24 No ayudar al prestamista ni al acreedor ejecutar un préstamo con intereses
  28. 69.Éxodo 22:27 No maldecir al juez
  29. 70.Éxodo 22:27 No maldecir el Nombre de Dios
  30. 71.Éxodo 22:27 No maldecir al gobernante
  31. 72.Éxodo 22:28 No apartar el diezmo en un orden equivocado
  32. 73.Éxodo 22:30 No comer de un animal calificado treifá
  33. 74.Éxodo 23:1 No escuchar un alegato en la corte si la parte opuesta no está presente
  34. 75.Éxodo 23:1 El pecador no debe dar testimonio
  35. 76.Éxodo 23:2 No se debe condenar un caso de pena capital por la mayoría de un solo juez
  36. 77.Éxodo 23:2 El juez que argumenta inocencia en caso de pena capital no debe luego argumentar por culpa
  37. 78.Éxodo 23:2 Seguir la mayoría en decisiones legales
  38. 79.Éxodo 23:3 No se debe mostrar piedad por el pobre durante el juicio
  39. 80.Éxodo 23:5 Quitar carga pesada del animal del prójimo
  40. 81.Éxodo 23:6 No pervertir la justicia en el caso de un pecador
  41. 82.Éxodo 23:7 No decidir un caso de pena capital a través de probabilidades
  42. 83.Éxodo 23:8 El juez no debe recibir soborno
  43. 84.Éxodo 23:11 La obligación de Shemitá, dejar sin dueño el producto de la tierra en el año Sabático (séptimo año)
  44. 85.Éxodo 23:12 Descansar en Shabat
  45. 86.Éxodo 23:13 No jurar invocando un ídolo
  46. 87.Éxodo 23:13 No conducir al pueblo judío a la idolatría
  47. 88.Éxodo 23:14 Traer ofrendas al Templo Sagrado en las festividades
  48. 89.Éxodo 23:18 No hacer la ofrenda de Pésaj mientras se posee aún jaméts
  49. 90.Éxodo 23:18 No permitir que partes de la ofrenda de Pésaj trasnochen
  50. 91.Éxodo 23:19 Traer los Bikurim (primeros frutos) al Templo 
  51. 92.Éxodo 23:19 No cocinar carne en leche
  52. 93.Éxodo 23:32 No hacer tratados con las siete naciones que debían ser erradicadas de la Tierra de Israel, ni con idólatras
  53. 94.Éxodo 23:33 No permitir que se asienten idólatras en la Tierra de Israel