Llegamos a Caracas en 1967 y nos residenciamos en el mismo edificio que había sido diseñado por Fini z’l y construido por un primo de su difunto esposo Willy z’l quien, a su vez, también fue presidente de la Unión Israelita de Caracas.
Llegó a Venezuela con su madre la señora Paula z’l después de salvarse del Holocausto. Paula era muy observante de la tradición judía y dudo que haya probado algo más de un vaso de agua en otro hogar. Compartimos el mismo edificio durante 6 años y nuestra amistad nunca mermó. Nuestras familias tenían el mismo número de hijos con edades similares. Para complementar las clases del colegio sobre judaísmo para uno de nuestros hijos, reuní unos 2 ó 3 otros niños adicionales a unas clases privadas en nuestro apartamento. Leonardo formó parte de ese pequeño grupo y por ello mantenemos cercanía hasta el presente.
Fini fue ante todo una hija leal con toda entrega, querida esposa de Willy a quien acompañó en sus actividades empresariales y comunitarias que también incluyó, además de la presidencia de la UIC, la presidencia de Hebraica y Bonos de Israel. Devota madre que inspiró y tuteló, junto con Willy, para que sus hijos Arturo, Leonardo y Patricia quienes siguieron exitosamente diversas carreras universitarias. No les dijo lo que hacer, sino sigan mi ejemplo.
Me valí de la capacidad excepcional arquitectónica de Fini quien, espléndidamente, unió 2 apartamentos en uno solo en un edificio en construcción, para que pueda atender mis necesidades personales y la de mi vocación como rabino de la comunidad. Diseñó un estudio para mí, y no he visto mejor diseño que hubiera preferido.
Fini siempre estaba siempre muy bien arreglada físicamente, reflejo de una personalidad interior ordenada, íntegra y balanceada. Era perfeccionista en su vocación y en su vida personal y social. No seguía la corriente, tenía ideas claras personales. Incluso, cuando otros tenían dudas e incertidumbre, Fini sabía cómo explicar el trasfondo real de los eventos y sucesos y de esa manera señalar caminos a seguir.
Willy pudo ocupar diferentes puestos comunitarios porque tuvo el apoyo y estímulo de Fini con quien consultaba situaciones complejas que suelen presentarse en la sociedad, e incluso en sus actividades empresariales.
Willy falleció unos 8 años atrás, hecho que afectó profundamente a Fini quien gracias a la dedicación y cariño de sus hijos y nietos pudo continuar derramando amor en el seno de la familia. Ahora Willy y Fini se reúnen en el “Más Allá”. Quienes anteriormente, durante décadas estuvieron juntos en la tierra y enfrentaron individualmente los desafíos para integrarse a una sociedad totalmente diferente a la europea donde nacieron y crecieron, ahora se acompañan en la eternidad.
“Tov shem tov mishemen tov”, más vale un buen nombre por encima de cualquier bien material. Fini deja recuerdos de amor, profesionalismo, familia, como hija orgullosa de nuestro pueblo.
Sus hijos la respetaron y cuidaron, también porque Fini con fidelidad y entrega por su difunta madre sentó un ejemplo a seguir.
נשמתה צרורה בצרור החיים
Querido Rabino Brener que bellas palabras escribo sobre Finy ella era prima hermana de mi papá. Que Ds la tenga en la gloria. Que ud y su flia tengan un año cargado de buena salud, amor y alegría.
Con cariño Carolina Preschel
Que hermoso!
Un legado que trasciende dejando vivo el recuerdo de personas que construyeron sólidas bases de amor y tradición .
Es un verdadero privilegio y honor que ,en nuestra Venezuela personas de esa talla dejaran plantadas semillas y arraigados fundamentos de inspiración y motivación.
A usted , gracias Rabino por hacernos partícipes de tan lindas historias que hidratan y edifican nuestros corazones.