Un gran humanista y líder sionista del último siglo abandonó su hábitat terrenal ayer en la noche 27 de Setiembre, fecha que corresponde con el 25 de Elul, aniversario de la creación del mundo de acuerdo a la tradición judía. Si en los cielos, en Rosh HaShaná 5776 fue decretado su fallecimiento, se le otorgó el máximo hasta la misma víspera de este próximo Rosh HaShaná 5777.
Mientras otros observaban y veían con sus ojos, Peres percibía con el corazón y el intelecto porque tenía no solo óptica, Peres tenía visión. Si hubiera vivido unos milenios antes, su nombre probablemente estaría incluido en el listado de los profetas de Israel.
Algunos de los conceptos que profesaba y enunciaba, no tenían eco en las mentes de los líderes de la región. Habló del Estado de Israel como una locomotora para el Medio Oriente que podría arrastrar hacia el progreso a muchos otros países. Pero para ello era indispensable la paz con los vecinos de Israel, quienes, a su vez, se negaban a concretarlo. El mundo reconoció esa característica fundamental de su personalidad de lucha por la paz en todos los ámbitos, y le otorgó el Premio Nobel de la Paz.
Ocupó los cargos políticos de mayor relevancia en Israel incluyendo ser Presidente y Primer Ministro, aunque le era difícil ganar una elección popular, porque nunca fue un populista, aunque pragmático, lo cotidiano no ocupaba el primer lugar en el geist de Peres.
Fue el arquitecto principal, o una de las personas que participó de manera decisiva en la construcción de Dimona, centro nuclear cuyas características Israel no admite públicamente, pero que ha servido como freno seguro para cualquier aventura descabellada por parte de los vecinos del Estado de Israel.
Años atrás visitó nuestra comunidad en Caracas y tuve el privilegio de traducir muchas de sus intervenciones, hecho que me permitió conocer un tanto más de cerca a este extraordinario hijo de nuestro pueblo, que más que cualquier otro, tuvo también una proyección internacional.
Hace un par de años un grupo de Televen encabezado por don Omar Camero hizo un viaje a Israel que incluyó una entrevista que Carlos Croes hiciera a Shimon Peres y que luego fue transmitida un par de veces por ese canal en Caracas. Esta vez también serví de intérprete y por ello recuerdo mejor algunas de las ideas que transmitió en esa y otras oportunidades.
Destaco tan solo una: el Estado de Israel solía decir, es muy rico en Historia pero pobre en Geografía. Podríamos compartir algo de Historia con nuestros vecinos, pero en el caso de Geografía es poco lo que podemos ofrecer. Por ello, debido a la escacés de kilómetros cuadrados, Israel no tiene la posibilidad de crecer horizontalmente. Israel tiene que crecer hacia arriba, donde no hay límite. Clara referencia para que Israel destaque en las ciencias, en la tecnología de avanzada y sobre todo para que su sociedad se centre más en el espíritu, que mire hacia arriba, hacia El Al como el nombre de su línea aérea. Y así podrá ser Or laGoyim, un faro para el resto de la humanidad.
Paz a sus restos, inmortalidad a su espíritu y al ejemplo que dio con su vida. Tehé zijró Baruj