TETSAVÉ_ÉXODO XXVII:20-XXX:10
El nombre de Moshé está ausente en estos capítulos, hecho que se debe a una serie de razones. En realidad, el nombre de Moshé ausente en otras lecturas semanales, tales
como Ékev, Reé, Shofetim, Ki Tavó. Está claro que la ausencia del nombre de Moshé se debe a la separación de las lecturas que hicieron los Jajamim babilónicos, que dividieron el texto de la Torá en 54 secciones a ser leídas semanalmente.
En la antigua Israel se acostumbraba a completar la lectura de la Torá en un período de tres años y, por lo tanto, tenía una división totalmente diferente.
Cabe destacar que en la descripción del Mishkán, en la sección Ki Tisá, encontramos el nombre de Moshé repetido numerosas veces en pocos versículos, que en nuestro caso no aparece ni una sola vez. La posible razón es que todos los instructivos de nuestro texto se refieren exclusivamente a la función del Mishkán, su estructura y elementos básicos, con especial énfasis sobre los sacrificios.
El Mishkán estaba diseñado para recibir al Dios celestial en la tierra. La nave espacial Columbia, al igual que los otros transbordadores que proyectaron al hombre a los cielos, retaron la advertencia de Tehilim, incluida en Halel: Hashamáyim shamáyim laShem vehaarets natán livenei adam,”los cielos, los cielos son de HaShem y la tierra la entregó a los descendientes del hombre”.
Esta vez la osadía del hombre fue castigada y la tragedia del Columbia nos presenta numerosas interrogantes existenciales. Sin embargo, es de esperarse que el hombre continúe con la exploración de los cielos en los próximos años. La ironía fue mayor porque era la primera vez que un israelí, un judío, había sido escogido para integrar una tripulación espacial y, no obstante que no era un observador puntual del ritual, Ilan Ramón recitó el Kidush de Shabat, insistió en comida Kasher, y estaba acompañado por una Torá. La misma Torá de cuyo texto leemos las reglas del Mishkán terrenal.
La vista panorámica del globo terráqueo le permitió a Ramón convertir al Columbia en un Mishkán celestial, para acercar la tradición de sus antepasados al Creador.
Bereshit enseña que Dios creó un universo incompleto y colocó el hombre sobre la tierra para continuar con la gran obra de la creación. El hombre aprendió a volar y, aunque su terreno habitual es la tierra, su proyección y sueño incluye al cielo.
Ramón y sus compañeros perecieron en esta gran aventura, pero la Humanidad continúa con la exploración espacial, no obstante, la tragedia, porque no se trata de una recuperación de la soberanía absoluta del Creador, más bien se trata del arrojo del ser humano para cumplir con el mandato “Laasot”, que Dios pronunció al término de la creación: queda mucho por hacer para completar y el universo.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 4 MITSVOT POSITIVAS Y 3 PROHIBICIONES
- 97. Éxodo 27:20 Preparar las luminarias de la Menorá (candelabro)
98. Éxodo 27:41 Los Kohanim (sacerdotes) deben prendas especiales
- 99. Éxodo 28:28 No debe separarse el pectoral (Joshen) del delantal (Efod)
- 100.Éxodo 28:32 No desgarrar el delantal (Efod)
- 101.Éxodo 2 9:33 Comer la carne de la ofrenda de expiación (Jatat) y de la ofrenda de culpa (Asham)
- 102.Éxodo 30:7 Quemar el incienso
- 103.Éxodo 30:9 No quemar incienso o ofrendar sacrificios en el Altar de Oro (Mizbéaj Hazahav)