EL LIBRE ALBEDRÍO

RE’É_DEUTERONOMIO XI,26 – XVI,17

Re’é, “mira”, dice la Torá, coloco delante de ti Berajá ukelalá, “una bendición y una maldición”. De esta manera se nos hace saber que la opción es nuestra, que el resultado de nuestras acciones puede anticiparse, y que las consecuencias de estas no son arbitrarias. Si cumplimos con las Mitsvot, obtenemos la Berajá, y en el caso contrario, sufrimos la Kelalá. En próximos capítulos se repetirá está advertencia y leeremos en el texto, “…os di para escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición, Uvajartá bajayim, y os exhorté a escoger la vida…”. 

En una visita que el finado presidente de Israel Zalman Shazar realizó a los Estados Unidos, se presentó ante una reunión del New York Board of Rabbis, donde citó el texto en cuestión. Shazar cuestionó el hecho de que la Torá contradice la hipótesis de Bejirá jofshit, que es el libre albedrío, al instruir Uvajartá bajayim. La posibilidad de escoger hubiera sido mejor aplicada si nuestro texto se limitase a señalar las consecuencias anticipadas de nuestro comportamiento y permitir que cada uno escoja su propio camino. 

Shazar continuó luego con un análisis de los grandes males morales que afligen a nuestra sociedad y terminó señalando que el desinterés y la apatía provocan la deshumanización, asfixiando cualquier posibilidad de avance y de progreso. La insensibilidad al sufrimiento ajeno es moralmente indefendible y la apatía resulta más perniciosa para una sociedad que la falta de preocupación por el dolor del prójimo. La incomprensión y la indiferencia producen mayor angustia que la actitud mezquina de no ofrecer una mano de apoyo o una ayuda concreta.

La Torá está atenta a esta falla humana y el texto citado ordena la reflexión sobre la Berajá y la Kelalá. Debemos meditar acerca de cuáles son los resultados cuando se vive de acuerdo con las Mitsvot en contraposición a un comportamiento que no las toma en cuenta. La Torá ordena meditar sobre nuestras responsabilidades y en consecuencia no podemos asumir un comportamiento que se caracteriza por la inercia y la ausencia de acción. La conclusión de cualquier reflexión, según Shazar, tiene que desembocar forzosamente en Uvajartá bajayim. Porque todos deseamos una sociedad armoniosa y sin conflictos, la cual es imposible lograr en ambiente donde impera el robo. Porque todos apoyamos, en principio, la unidad y la solidez del núcleo familiar y conocemos la tragedia que la paternidad irresponsable acarrea. Porque todos sentimos que el trabajo es necesario, pero, al mismo tiempo, sabemos que el espíritu también requiere atención. 

Nuestra debilidad esencial consiste en que no le dedicamos suficiente atención al análisis de nuestra conducta diaria que nos permita anticipar con alegría y optimismo lo que nuestras acciones cosecharán en el futuro. El resultado deseable y aconsejable de cualquier estudio sería una vida ordenada, bajo un régimen de ley y de orden humanos, lo que debe conducirnos, invariablemente, a Uvajartá bajayim.

La Bejirá jofshit, que es el libre albedrío, sin embargo, es fundamental para nuestra tradición, porque de otra manera no podríamos contemplar la estructura total de Sejar veónesh, la recompensa por las buenas acciones y el castigo por los delitos lo cual forma parte de nuestro pensamiento religioso. La posibilidad de escoger libremente es un requisito indispensable para poder luego solicitar y exigir que se asuma la responsabilidad por las consecuencias de las acciones.

Harav Yosef Dov Haleví Soloveitchik maestro de maestros cuestiona la respuesta de nuestros antepasados, cuando se les ofrece la Torá, que es la ley. Según el texto bíblico, la respuesta al pie del Monte Sinaí fue Naasé venishmá, que nuestros Parshanim interpretan como una manifestación de la disposición de nuestros antepasados a obedecer y cumplir los preceptos, aun antes de conocer los detalles y el contenido de estos. En efecto, la generación de aquella época no ejerció su Bejirá jofshit, ya que previamente no realizaron una evaluación y un juicio ponderado en relación con el compromiso que estaban asumiendo.

Soloveitchik propone la existencia de dos tipos de voluntad. A la primera la denomina Ratsón elyón, que quiere decir voluntad superior. Esta expresión de nuestra voluntad no se basa en un proceso intelectual y no recurre al razonamiento. El Ratsón elyón, responde a ciertos impulsos de nuestra espiritualidad y revela la auténtica identidad del ser humano. El debate interno que consiste en una evaluación lógica de las diferentes posibilidades pertenece al mundo del Ratsón tajtón, que es la voluntad inferior. Es esta la voluntad que utilizamos en nuestros quehaceres y en los numerosos razonamientos que diariamente hacemos.

Es de interés notar del hecho que las grandes resoluciones de la vida no son el resultado de una actividad intelectual que minuciosamente examina el haber y el débito que nuestras acciones implican. Generalmente Las decisiones de mayor consecuencia, como el matrimonio y la profesión, no son precedidas por un minucioso examen de las opciones. La fe, por ejemplo, es más bien el resultado de un brinco existencial y consecuencia de un fuerte sentimiento irresistible y no señala la culminación de un proceso de raciocinio. 

Nuestro padre Avraham no llegó a su concepción de la Divinidad porque examinó con un fino telescopio la órbita de los planetas o procedió a contar las estrellas del firmamento. Al contemplar la vastedad del cosmos, Avraham siente, en lo más profundo de su ser, la presencia Divina. Es una convicción emocional y una verdad espiritual la que en aquel momento reconoce el patriarca. El momento del descubrimiento o del hallazgo científico se da, en numerosas ocasiones, como una especie de luz interna que sin motivo aparente llega al intelecto, explicando el, fenómeno que anteriormente no era inteligible. (También hay quiénes acertadamente señalan, que únicamente los investigadores y los que trabajan con ahínco durante mucho tiempo en la solución de ciertos problemas, son los que, súbitamente, reciben esa iluminación espontánea).

La hipótesis que señalamos implica ciertos riesgos o peligros pues afirma que las intuiciones y los sentimientos son los que rigen los procesos más complejos de nuestras vidas. La probabilidad de pulsar una tecla de alguna computadora que puede desatar una conflagración atómica mundial, según nuestras consideraciones, tal vez depende de este Ratsón elyón, voluntad que está fuera del control de nuestro intelecto. El ejercicio del Ratsón elyón viene a ser el resultado de sensaciones involuntarias y de impulsos incontrolables, aparentemente, no verificables.

El Ratsón tajtón probablemente tenga también la función de una suerte de control sobre el Ratsón elyón. Descubrimiento e invento son el resultado de esa indefinible luz interna que es el Ratsón elyón. Pero luego entra en función el Ratsón tajtón para verificar y comprobar las teorías y las conclusiones sugeridas.

La rápida aceptación de la Torá representada por el Naasé por nuestros antepasados fue seguida por el Nishmá que exige el estudio y la investigación sobre las consecuencias del salto de fe que dieron inicialmente. Tal vez se pueda deducir de nuestra reflexión que el Naasé, por si solo es insuficiente y puede llevar a la superstición, a menos que sea seguido por el Nishmá, la ponderación y la reflexión acerca de las leyes recibidas.

Los textos de la Kabalá sugieren que únicamente en Dios se unen el Ratsón elyón y el Ratsón tajtón en una armonía total. Mientras que, en el hombre, en muchas oportunidades, estas dos voluntades están en conflicto. Depende, tal vez, de nuestras metas en la vida. El Ratsón tajtón es pragmático, se satisface con logros mediocres y busca la utilidad inmediata. Se limita a la percepción visual y actual de las cosas. Pero la gloria pertenece al Ratsón elyón, que responde a una visión, a las causas que tienen valor eterno y a los propósitos nobles.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 17 MITSVOT POSITIVAS Y 38 PROHIBICIONES

  1. Deuteronomio 12:2 Destruir los lugares de servicio idólatra
  2. Deuteronomio 12:4 No borrar escritos sagrados, el escrito Nombre de Dios, o destruir lugares de devoción que llevan Su Nombre
  3. Deuteronomio 12: 5-6 Traer todas las ofrendas y ofrendas voluntarias prometidas en el primer festival de peregrinaje que acontece después de hecha la promesa
  4. Deuteronomio 12:13 No sacrificar fuera del Templo
  5. Deuteronomio 12:13 Sacrificar todas las ofrendas en el Templo y no en ninguna parte fuera de él
  6. Deuteronomio 12:15 Redimir animales consagrados para ofrendas que han adquirido tachas
  7. Deuteronomio 12:17 No comer el segundo diezmo de granos fuera de Jerusalem
  8. Deuteronomio 12:17 No consumir el segundo diezmo de vino fuera de Jerusalem
  9. Deuteronomio 12:17 No consumir el segundo diezmo de aceite fuera de Jerusalem
  10. Deuteronomio 12:17 No consumir un primogénito animal sin tacha fuera de Jerusalem
  11. Deuteronomio 12:17 No comer la carne de una ofrenda por pecado u ofrenda por culpa fuera del Templo
  12. Deuteronomio 12:17 No comer la carne de una ofrenda quemada
  13. Deuteronomio 12:17No comer la carne de una ofrenda de menor santidad antes que su sangre sea salpicada sobre el Altar
  14. Deuteronomio 12:17 Los Kohanim no deben comer los primeros frutos antes que sean colocados en la Patio del Templo
  15. Deuteronomio 12:19 No dejar de dar a los Leviim sus correspondientes obsequios, especialmente en el momento de la festividad
  16. Deuteronomio 12:21 Sacrificar ritualmente al animal antes de comer su carne
  17. Deuteronomio 12:23 No comer un miembro de un animal vivo
  18. Deuteronomio 12:26 Traer la ofrenda de un animal que se debe ofrendar en el Templo, incluso desde la diáspora
  19. Deuteronomio 13:1 No añadir a las Mitsvot de la Torá
  20. Deuteronomio 13:1 No sustraer de ninguna de las Mitsvot de la Torá
  21. Deuteronomio 13:4 No escuchar a quien profetice en nombre de un ídolo
  22. Deuteronomio 13:9 No tener afecto por quien incita al culto idólatra
  23. Deuteronomio 13:9 No disminuir nuestro odio por quien incita al culto idólatra
  24. Deuteronomio 13:10 No rescatar de la muerte a quien incita al culto idólatra
  25. Deuteronomio 13:9 Quien ha sido mal influenciado no debe hablar a favor de quien incita al culto idólatra
  26. Deuteronomio 13:9 Quien ha sido mal influenciado no debe dejar de criticar a quien incita al culto idólatra
  27. Deuteronomio 13:12 No incitar a un judío al culto idólatra
  28. Deuteronomio 13:15 Examinar exhaustivamente a los testigos
  29. Deuteronomio 13:17 Quemar la ciudad que se ha desviado y adora ídolos, junto con todo lo que contiene
  30. Deuteronomio 13:17 No reconstruir a su condición anterior la ciudad que se ha desviado y adoró ídolos
  31. Deuteronomio 13:17 No derivar beneficio alguno de la riqueza de la ciudad que se ha desviado y adoró ídolos
  32. Deuteronomio 14:1 No darse tajos como hacen quienes adoran ídolos
  33. Deuteronomio 14:1 No desarraigar el pelo de la cabeza por tristeza causada por un muerto
  34. Deuteronomio 14:3 No comer las ofrendas de animales sagrados que fueron descalificados
  35. Deuteronomio 14:11 Examinar las señales del ave para ver si es kasher
  36. Deuteronomio 14:19 No comer langostas que no son kasher o insectos con alas
  37. Deuteronomio 14:21 No comer la carne de cualquier animal doméstico o animal salvaje que murió por sí solo
  38. Deuteronomio 14:22 El Segundo Diezmo
  39. Deuteronomio 14:28 El Diezmo para el Pobre en el tercer año en lugar del Segundo Diezmo
  40. Deuteronomio 15:2 No exigir pago por una deuda sobre la cual pasó el Año Sabático
  41. Deuteronomio 15:3 Cobrar el pago total de un préstamo a un no-judío
  42. Deuteronomio 15:3 Perdonar deudas en el Año Sabático
  43. Deuteronomio 15:7 No dejar de apoyar a un pobre y darle lo que necesita
  44. Deuteronomio 15:8 Dar caridad
  45. Deuteronomio 15:9 No dejar de prestar al pobre porque el Año Sabático cancelará la deuda
  46. Deuteronomio 15:13 No permitir que el esclavo hebreo salga libre con manos vacías
  47. Deuteronomio 15:13 Darle en regalo de indemnización al esclavo hebreo cuando sale libre
  48. Deuteronomio 15:19 No hacer trabajar al animal que ha sido consagrado como ofrenda
  49. Deuteronomio 15:19 No rapar el animal que ha sido consagrado como ofrenda
  50. Deuteronomio 16:3 No comer jaméts después del mediodía en el día anterior a Pésaj
  51. Deuteronomio 16:4 No dejar carne de la ofrenda de la festividad, sacrificada el 14 de Nisán hasta el tercer día 
  52. Deuteronomio 16:5 No ofrendar el sacrificio de Pésaj en un altar privado
  53. Deuteronomio 16:14 Regocijarse en las Festividades de Peregrinaje
  54. Deuteronomio 16:16 Presentarse en el Beit HaMikdash, el Templo, en las Festividades de Peregrinaje
  55. Deuteronomio 16:16 No subir a Jerusalem y presentarse en el Beit HaMikdash para una Festividad de Peregrinaje sin una ofrenda animal