El sentimiento de los hebreos por los egipcios seguramente fue ambivalente. Por un lado los habían esclavizado, pero tampoco se debe olvidar que durante el período de hambruna que reinó en la región, Egipto había acogido al patriarca Yaacov y a su descendencia en las tierras de Goshen.
Con la sucesión de los faraones fue olvidada la extraordinaria labor gerencial de Yosef, quien supo dirigir la economía egipcia de tal manera que la abundancia almacenada durante los años de las “vacas gordas” sirvió para alimentar a la población durante el período de escasez.
Hakarat HaTov, reconocer la bondad del prójimo es un imperativo moral en el judaísmo. En ese sentido, el rabino Yaacov Ruderman de la Yeshivá Ner Israel destacó el relato bíblico de cómo Dios le dijo a Moshé que le dijera a su hermano Aharón que tomara su bastón y golpeara el río Nilo.
¿Por qué no recibió Moshé esta encomienda? De acuerdo con Rashí, ese río había protegido al bebé Moshé cuando fue colocado en una cesta; por lo tanto, no era correcto que utilizara un bastón para asestar golpes contra el mismo elemento que lo había amparado en el pasado.
La actitud de Hakarat HaTov vuelve a relucir en el caso de la plaga de los piojos con la que Dios azotó a los egipcios.
Al mismo tiempo se debe recordar que, además de servir como enseñanza para los egipcios y todos los pueblos con respecto a que no se debe esclavizar a ningún ser humano, las plagas eran una demostración del poderío de Dios. Esta vez Moshé no participó directamente, tal como hizo en las otras plagas, no golpeó la tierra para que surgieran insectos que invaden y devoran la piel, porque la tierra le había servido para ocultar al capataz egipcio que había eliminado cuando éste maltrataba a uno de los esclavos hebreos. No podía golpear la tierra que le permitió esconder el cuerpo del egipcio que castigaba brutalmente a un esclavo hebreo.
Moshé era multifacético y sobresalió en diferentes campos. Ante todo fue el legislador y maestro por excelencia. Moshé Rabenu es el término que usualmente utilizamos, y que destaca que el estudio y la enseñanza son las herramientas espirituales básicas del judaísmo. Pero al mismo tiempo era un guerrero, un estratega que supo conducir al pueblo por las arenas del desierto y enfrentar cuantos reyes y reinos se opusieron a que se dirigieran a su destino histórico: la conquista de la Tierra Prometida.
En el caso del enfrentamiento con Midyán, Moshé no dudó en ordenar la batalla contra ese pueblo, pero esta vez se abstuvo de dirigir la tropa porque se había residenciado allí durante muchos años, después de haber tenido que huir de la ira del Faraón por el episodio del capataz egipcio.
Las leyes de Maaser y Bikurim, el diezmo y los primeros frutos, sirven para demostrar la gratitud por la generosidad de la tierra que responde al trabajo del hombre. La cosecha no es una necesaria consecuencia de la siembra. La cosecha se produce gracias al diseño del Todopoderoso, quien renueva día a día su creación.
Por otro lado, en un momento de enojo, Moshé se refirió al pueblo como “Mamrim” rebeldes e ingratos, por sus constantes quejas ante cualquier incomodidad durante los años del peregrinaje por el desierto. No se puede permanecer indiferente ante la bondad y la generosidad. Incluso en el momento de la pérdida de un ser querido, la Berajá Dayán HaEmet, el reconocimiento de la Justicia Divina –que seguramente toma en cuenta elementos que nos son desconocidos–, al mismo tiempo invita a reflexionar sobre la vida, los años que el deudo acompañó a su familia y contribuyó al bienestar de la sociedad, que son motivo de gratitud al Creador.
Mientras que el agradecimiento constituye una obligación moral, anticiparlo a una acción meritoria resta parte de la gallardía que debe acompañar las acciones. Por ello, la tradición judía considera Jésed shel Emet, toda acción bondadosa que se hace con un difunto, porque éste no está en condiciones de retribuirla. Aunque el judaísmo está basado en el Din, el estricto cumplimiento de la Ley, no hay duda de que una característica como Hakarat HaTov añade una dimensión espiritual más profunda a la persona que la practica.
Shalom me gustaría recibir sus enseñanzas consideró que expresa una gran sabiduría en su escrito y hace que mi alma judía se conecte con la sagrado de nuestra historia