THE FAMILY AS A BASIS OF SUSTAINABILITY FOR JUDAISM

Rosh Hashana

Rosh Hashanah Biblical Readings come from Sefer

Bereshit, the Book of Genesis, and relate fundamental aspects of the life of the first two patriarchs. Whoever designated which chapters were to be read these days, did not opt ​​for those

containing the Ten Commandments, for example. Or the account of the creation of the universe, especially if one takes into account that Rosh Hashanah is “Yom harat olam”: “the day of the

creation of the universe”. It is clear that the chachamim wanted to put the accent on the family and its integrity as the fundamental axis of society. Furthermore, Jewish worship is concerned with the

the centrality of the family and the synagogue is only an additional factor.

The patriarchs had a hard time procreating, perhaps to underline that the birth of a human being is the result of the union of the sexes, but requires the intervention of God as well: as in the case of the creation of the first human. Each birth includes a miraculous aspect, a manifestation of Divine Providence, which grants or can prevent the event.

While Yitschak follows the path of the father

Avraham, Yishmael, who had been born from the union of the patriarch with his concubine Hagar, detours to another path. This fact teaches that the genetic factor is important but not conclusive. Each person can alter his or her destiny. From the very beginning, the Torah teaches there is personal responsibility in determining the future, a message that is very appropriate for  Rosh Hashanah, the day of judgment, Yom HaDin.

Sarah demands that Avraham banish Hagar and Yishmael from his home because she fears the negative influence they may exercise on their son Yitschak. Hagar’s banishment from the home is actually an act of cruelty and she merits help from

God. Later on, Yishmael will become the father of

another nation. However, notwithstanding this qualifier of cruelty, Sarah knows that environment is very important, especially in the dawn of monotheism. Any distraction or temptation could have invalidated, made to fail, the incipient

theological-religious thought that was to revolutionize Humanity. The Talmud instructs: oy lerasha oy lishecheno, “Woe to the wicked and woe to his neighbor.”

There is an old discussion about which factor predominates in the development of a human being: the social environment or the hereditary factor? Without going into the depths of the argument,

we will assume that both ingredients are germain.

Therefore, once the parents have imprinted their

genetic code, one should be concerned with the social environment of the children to ensure their harmonious and moral development.

The reading of the second day of Rosh Hashanah refers to Yitschak’s binding on an altar in order to be offered to God. It is a moving chapter, because it demonstrates the absolute trust of the son in his father and the unquestionable faith of Avraham in God.

Much ink has been spilled on this episode, which fundamentally teaches that man must be willing to sacrifice. On the one hand, God does not wish

human sacrifice as taught by the outcome of this

story, but at the same time a lesson is given: every relationship, human or Divine demands the giving of oneself. Without sacrifice, a relationship cannot be cemented.

The Bible denies any wisdom or moral validity to human sacrifice, but, on the other hand, it teaches that man has to share his possessions and bare his emotions to others when establishing a fraternal relationship, share responsibility for the welfare of others.

The Rosh Hashanah readings imply that the family nucleus is essential for moral and spiritual growth. The teaching Avraham wanted to transmit included the relationship of intimacy and trust between father and son, as in indispensable reality in order to ensure the survival of his spiritual discovery: the existence of One God, father of Humanity.

MENSAJE UNIVERSAL

ROSH HASHANÁ

A diferencia de los Shalosh Regalim: Pésaj, Shavuot y Sucot, que celebran episodios fundamentales en la vida del pueblo hebreo, el mensaje de los Yamim Noraim, Rosh HaShaná y Yom Kipur, tiene un carácter universal. Rosh HaShaná, el año nuevo en el calendario hebreo, también celebra la creación del universo y, por ello, los primeros capítulos de la creación del universo contenidos en Bereshit podrían haber servido como texto para la lectura bíblica del día. Más aún, el Decálogo, los Aséret Hadiberot, con su mensaje moral universal, podría haber sido escogido para este día que también es denominado Yom HaDín, el Día del Juicio.

No obstante, los jajamim escogieron los capítulos que describen ciertos episodios de la vida del primer patriarca, Avraham. El primero de ellos está relacionado con un tema tierno y familiar: Sará, la esposa de Avraham, tiene dificultadas para concebir, tal como será el caso de las matriarcas Rivká y Rajel, para señalar que la concepción y la gestación, el nacimiento y el desarrollo de una criatura humana, requieren la intervención Divina. Las oraciones de Avraham obtienen respuesta, Sará sale embarazada para dar a luz a Yitsjak, el segundo patriarca. La relación humana entre Avraham, Sará y Yitsjak constituye el tema de la lectura bíblica de Rosh HaShaná. Al mismo tiempo enfrentamos el conflicto humano que incluye el celo y la envidia entre Sará y Hagar y el temor de Sará por que su recién nacido no se fuera a contagiar de Yishmael, hijo de Hagar, que mostraba la inclinación por la caza y sobre quien caía la sospecha del hurto.

Existen grandes temas para la Humanidad, pero todo es, a fin de cuentas, una función del comportamiento personal HASHANA´ y, en especial, de la solidez del núcleo familiar. ¿Cuántas sociedades no se ven limitadas en su desarrollo por la falta de la unidad fundamental, el seno de la familia donde se aprende la lealtad y la honestidad, los valores que determinan el curso del desarrollo emocional y espiritual del individuo?

¿Por qué se escogió el escenario familiar para la lectura en este día solemne? Seguramente para señalar que el elemento básico de la fe y la sociedad es la familia. La integridad de la familia es el termómetro que mide la salud fundamental de la sociedad. Mientras que en otras confesiones religiosas la iglesia y el sacerdocio ocupan un espacio central, en el caso del judaísmo la familia y el hogar son el factor determinante.

El segundo gran tema de la lectura bíblica de Rosh Ha- Shaná es Akedat Yitsjak, que describe la disposición de Avraham de ofrendar a Yitsjak sobre un altar. Este episodio altamente conmovedor y significativo ha sido motivo de estudio por los jajamim y muchos pensadores de otras confesiones religiosas. El problema fundamental reside en el hecho de cómo explicar que un Dios que es todo misericordioso y justo exija una acción que es a todas luces inadmisible: que un padre sacrifique a un hijo en el acto de demostración de su amor y fidelidad por la deidad. Las respuestas para esta incidencia bíblica son complejas. Sin embargo no debemos perder de vista el mensaje fundamental: Dios no desea el sacrificio humano. No se debe olvidar la conclusión del episodio: Avraham ofrece un animal para ocupar el lugar de su hijo sobre el altar, de acuerdo con la instrucción divina, porque el drama que se había desarrollado tenía el propósito de poner a prueba a Avraham.

Resulta mordaz que después de varios milenios de historia la totalidad de la Humanidad todavía no haya asimilado que uno de los propósitos fundamentales de una fe religiosa es señalar el camino para obtener una vida emotiva y espiritual más satisfactoria y completa. El sacrificio humano niega este propósito. Sin embargo, uno de los azotes de nuestra época es la prédica criminal que invita al suicidio para consolidar una agenda política.

La indefinición del núcleo familiar existente en numerosas sociedades, con las concomitantes aberraciones resultantes sobre la educación de las nuevas generaciones en hogares en los cuales no existe la figura paternal como modelo a imitar, es una de las razones esenciales para el estancamiento moral de la sociedad, que por un lado avanza de manera exponencial en el mundo de la tecnología y marcha a paso de tortuga en el ámbito moral.

Cuando se toma en cuenta la posibilidad de la utilización de armas nucleares, productos químicos y bacteriológicos que pueden aniquilar o envenenar a centenar de miles, incluso a millones de seres humanos, el respeto incondicional por la vida, premisa inculcada por Dios a Avraham y Yitsjak, tiene urgencia en los albores del siglo XXI. El mensaje de los textos bíblicos de Rosh HaShaná continúa vigente y urge asimilar su enseñanza y mensaje para la sobrevivencia de la especie humana.

Rosh Hashana celebración universal

Ya hemos mencionado en otra oportunidad, que el cumplimiento, la mitsvá, principal de Rosh HaShaná, es escuchar el sonido del Shofar. Hemos hablado acerca de ello, el sonido principal se llama Teruá, que consiste de al menos nueve sonidos cortos seguidos uno tras el otro. Es un sonido de alarma, pero en el Talmud también se dice que Teruá es Yebabá , que quiere decir lloriqueo.

En efecto hay tres mujeres que forman parte de la liturgia, de las lecturas bíblicas del Rosh HaShaná, que lloraron en cierto momento.

¿Quiénes son esas tres mujeres?, Hagar, Rajel y Janá. Hagar era la sirvienta de Sará, la primera matriarca, dado que Sará tenía dificultad en tener hijos, ella le propuso a su esposo Abraham, por qué no te casas también con Hagar y el hijo que van a tener , que va a salir de esa unión será como mi hijo también. Pero resultó que después de que nació ese hijo, que se llama Yishmael, ella misma Sará, salió en cinta y dio a luz a un joven que se llamó Yitsjak. Sará sintió de que Yishmael, el hijo de Hagar, se burlaba de su hijo Yitsjak y ella no quería que continuara en ese ambiente. Le dijo a su esposo Abraham…”Saca a esa mujer Hagar y a su hijo de nuestro hogar porque hay una influencia sumamente negativa sobre nuestro hijo Yitsjak”. Abraham escuchó las palabras de Sará y expulsó a Hagar de su hogar.

Cuenta la Torá que ella huyó a un desierto y se alejó de su hijo porque veía de que iba a morir de hambre y de sed. Empezó a llorar y apareció un ángel y se solucionó todo. ¿Por qué lloró Hagar? Porque su hijo estaba por morir. Una segunda mujer que también lloró es Rajel. Rajel era la esposa preferida de Yaacov. Yaacov se caso con dos hermanas, Leá y Rajel. Rajel propició el matrimonio de Leá, le ayudó de alguna manera a ser la primera esposa de Yaacov. Leá dio a luz a seis varones, mientras que ella, Rajel simplemente no salía en cinta. Entonces Rajel le imploró a Dios, le imploró a su esposo, “haz algo, porque si no tengo hijos voy a morir”. Entonces tuvo dos hijos, el primero se llamó Yosef y el segundo se llamó Binyamìn. Rajel llora por el exilio del pueblo judío, su presencia en el camino a Beit Léjem es simbólico del destierro, del exilio del pueblo judío.

La tercera mujer que lloró se llamaba Janá. Janá era una mujer que tampoco podía tener hijos. Entonces fue al santuario de Elí. La otra esposa de su marido ya tenia diez hijos y ella no tenia ninguno, así empezó a llorar y a implorar a Dios. Lo hacía en silencio y nos enseñó que la verdadera súplica se hace en silencio. Uno no tiene que gritarle a Dios. Dios escucha. Derramó lagrimas también. Vemos que el común denominador siempre es por algo fuera de uno, por ayudar, por tener hijos, pero no es para sentirse mejor, por ser más bella.

Las lágrimas que Dios escucha son las que se derraman por otro. El sonido del Shofar tiene que escucharse cien veces en Rosh HaShaná, ¿Por qué cien? Por otra mujer que lloró también. Esa fue la madre de Siserá, ¿Quién era este Siserá? Era un comandante sumamente cruel y fue derrotado después de haber cometido muchos asesinatos contra el pueblo judío. Fue vencido por la profetisa Devorá. Dijo entonces la prefetisa, que la madre de Siserá estaba esperando por que su hijo retornara y no lo hizo. Entonces ella empezó a llorar y supo luego que su hijo había muerto.

Las lágrimas de una madre por la pérdida de un hijo, son a lo mejor las lágrimas que llegan más cerca al trono celestial, y es por eso es que nosotros tocamos hoy cien veces el Shofar. Porque ella derramó cien lágrimas. Ciento una dicen nuestros sabios, una adicional por otra razón. ¿Era judía la madre de Siserá? Esta mujer ni siquiera tiene nombre en el libro de los profetas. Es que ella es simbólica, de las perdidas que a veces ocurren en la familia, pueden ser las de un hijo, pueden ser las de un esposo. Incluso la perdida del trabajo a veces puede tener un efecto sumamente nefasto en una familia, así que esas lagrimas y las las súplicas por las faltas reales que tenemos en la vida, son las súplicas que llegan más cerca al trono de Dios.

La madre de Siserá no era judía, eso es para señalarte que Rosh HaShaná es una conmemoración universal, el día del juicio es un día universal, no tan solo el pueblo judío, sino que todos los pueblos del mundo, pasan delante de Dios, cada ser humano, tal como el rebaño pasa uno por uno delante del pastor, así cada uno de nosotros pasamos delante de Dios.

Si nuestras súplicas son sinceras, y nuestras lágrimas representan realmente los que nos hace falta, seguramente serán recibidas por Dios. Así que les deseo a cada uno un año de bienestar, un año donde se realicen y concreten sus sueños más anhelados.

Mensaje para el año nuevo – ¿Observante por amor o por temor?

Estamos próximos a celebrar la festividad del Rosh HaShaná, el comienzo del año nuevo judío 5775. La biblia dice, la Torá dice que en el séptimo mes del año, el primer día del mes, eso se refiere al mes de Tishrei, porque los meses en la Torá se cuentan empezando con Nisán, que es el mes en el cual el pueblo judío salió de Egipto.

En ese día, el primer día, tiene que ser un día Yom Teruá, un día en el cual se escuche el sonido del Shofar y la Torá es parca, no dice que realmente es este año nuevo, porqué se toca el Shofar?

Miamónides, Ranbam, dice de que el Shofar es realmente un sonido de alerta, dice: despierten de la somnolencia de todo el año, has un examen de tu vida, hacia dónde te diriges, cuáles son tus errores para que te arrepientas de ellos en esos próximos días los Aséret Yemei Teshuvá y vuelvas desde a tus raíces.

Pero hay quienes dicen: que es la coronación de Dios como rey del universo. ¿Dios necesita ser coronado? Los seres humanos somos los únicos que reconocemos realmente a Dios como el creador del universo, hay dos sonidos del Shofar a los cuales quisiera hacer referencia, uno es Teruá, como dice Yom Teruá, que consiste de por lo menos unos nueve sonidos quebrados, pequeños, uno tras del otro. Y para qué se usaba esa Teruá, era un sonido de alarma como por ejemplo en caso de algún peligro, en caso de guerra se hacía sonar el Shofar para reunir a la gente.

Eso nos hace recordar que el peligro, la amenaza, realmente une a la gente, cuando hay un problema de una enfermedad que nadie puede explicar la gente se une, cuando hay una amenaza de una invasión de otro país seguramente que une a la gente.

Pero desde el punto de vista religioso uno puede decir que la Teruá hace referencia a las prohibiciones, a las cosas negativas, a lo que no se puede hacer, por ejemplo en Shabat no se puede prender la luz, no se puede utilizar ningún instrumento electrónico, no se puede hacer ningún tipo de trabajo.

Por otro lado está el sonido de Tekiá, que es un sonido largo sostenido y ese sonido se utilizaba para convocar una asamblea, para que la gente venga a tratar un problema que todos tenían que discutir. A lo mejor el sonido de Tekiá se refiere a las cosas positivas que hay en los mandamientos como por ejemplo durante el Shabat debes estar reunido con tu familia, estudias la Torá, haces cosas positivas.

Una cosa son las prohibiciones y otras son las cosas positivas. Hay gente que cumple con la religión por temor, le tiene miedo a Dios, no vaya a recibir un castigo.

¿Cuál es el tipo de judaísmo que deberíamos de practicar?.

¿Es por temor al castigo o porque realmente tenemos deleite, buen sabor, porque entendemos cuál es el sentido de las cosas?

Quien tiene su familia alrededor en la mesa de Shabat, puede apreciarla mucho desde luego, y puede apreciar las cosas positivas en la tradición judía, quien estudia la Torá a profundidad y de repente descubre algo que no había entendido antes se convierte en un deleite extraordinario. ¿Cómo conectamos esto a los sonidos del Shofar?

¿Cuál Shofar deberíamos escuchar en Rosh HaShaná? Por un lado está la coronación de Dios como rey, pero Su Voluntad incluye la parte negativa y la parte positiva. ¿A cuál deberíamos prestar atención?

A lo mejor lo que el Shofar nos está diciendo: la vida consiste de Teruá, consiste de temores y de peligros pero también consiste de Tekiá, de satisfacciones, de unirse el uno con el otro, de sentir el calor humano del uno con el otro.

La vida no se puede dividir en pequeños espacios, la vida es sumamente compleja, porque el ser humano es sumamente complejo. Hay quienes, repito, observan la religión por temor a Dios y otros por el deleite que sienten en ella, a lo mejor lo que necesitamos es en realidad una combinación de ambos, pero yo creo que el acento a la larga debe de producirse en las cosas positivas, en sentir el calor de la familia, en sentir la santidad del día Shabat.

Hay veces que sentimos la santidad por el lugar, por una persona, por un momento, por un día, ¿quién de nosotros al salir de la sinagoga en Rosha HaShaná no se siente mejor, por haber participado en los rezos, por haber escuchado el sonido del Shofar.

Este es el momento para desearles a cada uno de ustedes Shaná Tová, que tengan un buen año, un año de salud y de bienestar, con mucha dicha de todos los suyos, con mucha dicha de sus amistades, de su comunidad y si es que hay cosas negativas, si hay peligro alrededor hay que tomarlo en cuenta, pero a fin de cuenta son las cosas positivas las que van a regir, van a señalarnos un rumbo en la vida por el cual seguir. Shaná Tová.