Enemigos en lo oculto!


 

La bendición del Kohen el Birkat Kohanim que se recita en la sinagoga, en la Amidá en realidad proviene del Beit HaMikdash (El Gran Templo), los Kohanim ofrecían esa bendición a diario al pueblo judío.

Hay tres partes en esta bendición:

La primera:

Yishmereja dicen nuestros sabios, te debes cuidar de quienes te quieren hacer daño. Dios es quien debe cuidarnos, eso es lo que dice Yishmereja.  El Targum Yonatán dice: Hay dos tipos de mazikim quienes te quieren hacer daño,  hay Benei Tiharerei, los duendes nocturnos y Benei Tsafrirei, los duendes del amanecer, o sea, hay algunos que te quieren hacer daño, pero que están escondidos, no los puedes ver y no puedes prepararte para enfrentarte a ellos y hay otros que te quieren hacer daño, que te das cuenta inmediatamente, que están a la luz del día y sabes que te están apuntando.  Entonces, la bendición es que Dios te va a proteger, tanto de los duendes nocturnos como de los duendes del amanecer.

Yo creo que en nuestra vida privada también, podemos reconocer a quienes intentan hacernos daño, no nos quieren por alguna razón, hay muchas personas que fingen, que la oscuridad, sin mostrar su rostro real, tienen una máscara sobre la cara, que no podemos saber cuáles son los sentimientos que hay en su corazón.

Israel en este momento , tiene que tener mucho cuidado, hay grupos que están en contra abiertamente, pero hay otros tras la oscuridad, tratan de hacerle daño y uno necesita la ayuda de Dios para todo ello.

La segunda Bendición:  Yaer HaShem panav eleja, que Dios te ilumine . Según nuestra tradición, iluminar, ¿qué es luz para nosotros?, para nosotros es la Torá y creo que deberíamos hacer un balance, un recuento,  ¿Qué es lo que nos distingue realmente de otros pueblos si no es el estudio de la Torá, ¿ qué enseña la Torá?, la Torá enseña que Dios creó un solo hombre, quiere decir que todos somos iguales ante Dios, negros, blancos, bajos, altos, gordos y flacos, todos somos iguales ante Dios. La Torá enseña veahavtá lereajá kamoja, tienes que amar a tu prójimo, la Torá nos enseña que si tú ves a un vecino, a cualquiera,  cuyo animal está sobre la tierra, y no puede con la carga, tú tienes que ayudarle, si alguien esta caído tú tienes que darle la posibilidad de levantarse, si alguien te extiende la mano tienes que compartir lo que tú tienes, la Torá nos enseña que hay que tratar con igualdad a todos los seres humanos.

La tercera bendición es:, Veyasem lejá shalom, que Dios te dé la paz, yo creo que eso es el bien, el mayor bien que la humanidad puede tener, es el mayor bien que la persona puede tener, estar bien consigo mismo, no tener conflictos internos, una armonía interior de cuerpo y alma.  Ojalá pudiéramos llegar en estos días que son tan difíciles para el pueblo judío, a un entendimiento entre el pueblo judío y el mundo árabe, porque la luz de la Torá,  que hoy en día se puede interpretar como la luz de la ciencia, de la cultura, de la civilización, de la tecnología, esa luz también puede contagiar a otros, no tan solo al pueblo judío que recibió la Torá en el Monte Sinaí sino que debe de enseñarla al resto del mundo.  Asi nadie tendrá que protegerse de los duendes nocturnos, porque podremos identificar quienes son nuestros enemigos, porque los veremos con claridad y la paz eventualmente tiene que reinar entre todos los sectores del mundo.