NO OLVIDAR – ENFRENTAR EL FUTURO

mika-zt5SZc8YOZU-unsplashEstamos conmemorando otro aniversario de la mayor tragedia sufrida por el pueblo Judío en toda su historia: el exterminio planificado, estructurado y ejecutado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial de 6 millones de judíos, una tercera parte de la población mundial de nuestro pueblo en esa etapa inmoral e inhumana de la Humanidad.

Mucho se ha escrito sobre esta tragedia, pero nunca será suficiente. Cabe recordar que el General Dwight D. Eisenhower ordenó se filme los campos de concentración, especialmente el aspecto cadavérico de los sobrevivientes. Pensó que años más tarde se negará lo ocurrido, porque la tragedia no tenía parangón en los anales de la historia humana. ¿Quién creerá que el hombre pudo haber sido capaz de cometer tales crímenes?

¿Por qué construyeron los alemanes crematorios en algunos campos de concentración? Hubiera sido más eficiente simplemente arrojar los cadáveres en algún campo o tal vez enterrarlos bajo tierra. Tal vez el odio por el judío era de tal dimensión que los había enceguecido y no querían dejar rastro de su existencia y convertirlos en ceniza que el viento se llevaría. Desviaron recursos del frente de combate para poder ejecutar su plan diabólico contra el pueblo judío: “la solución final”, su exterminio total para que no quede remanente alguno de lo que consideraban era una plaga para la humanidad.

Tal vez había otro propósito fundamental o simultáneo: no dejar rastro de su crimen, si no hay cuerpo de delito, no hay crimen. ¿Y qué de algunos sobrevivientes que en el futuro puedan dar testimonio de lo ocurrido? Nadie les creerá, porque lo que contarían sería imposible que haya ocurrido.

Por ello, hacia finales de la guerra, el ejército alemán se ocupó de tratar de destruir los vestigios de algunos campos de concentración, para no dejar testimonio visual, no dejar huella.

Décadas después de la tragedia, ¿Cuál debería ser nuestra actitud? Recuerdo que el finado presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez me dijo en una oportunidad: ¿hasta cuándo van a hablar de lo ocurrido? Y tenía gran parte de la razón, no podemos guiar nuestras vidas cultivando el odio, porque tal como lo apuntó un sobreviviente reciéntemente: “el odio es una enfermedad que puede destruir a tu enemigo, pero eventualmente te destruirá a ti”.

Pero olvidar, sería un pecado y una tragedia. La historia nos enseña que la indiferencia es un error paralelo al crimen, ya que la actitud de muchas naciones que vieron lo que estaba pasando en aquellos días y no reaccionaron, se convirtieron en cómplices debido a su inacción. La historia enseña que hay que reaccionar inmediatamente frente a cualquier expresión de antisemitismo. ¡Callar es otorgar!

Pero el pasado ya no es, el presente es pasajero y tenemos que mirar hacia el futuro que no puede construirse con el rencor ni el odio. No debemos olvidar, pero al mismo tiempo tenemos que concentrarnos en el mañana y el mejor ejemplo es el Estado de Israel que gracias a sus Jalutzim, los pioneros que convirtieron el desierto en jardín, junto con sobrevivientes de la guerra y quienes escaparon del rencor en varios países árabes, están construyendo una nación y una sociedad que tampoco tiene igual en los tiempos modernos. Incluso su reacción frente al temible COVID-19 es ejemplo a seguir para otras naciones.

Zajor, vamos a recordar, pero al mismo tiempo vamos a mirar el futuro con optimismo porque nuestro pueblo está anclado en la moralidad que enseña la Torá que nos ha permitido sobrevivir a todas las naciones que en el pasado intentaron destruirnos.

Transitaremos, en las palabras de la oración, “de la aflicción al alivio, de la oscuridad a la luz, del sometimiento a la redención, ahora, rápidamente y en una época pronta”.

Rabino Pynchas Brener

Impotencia Elasticidad Soberanía

En ocasión de la presentación de la autobiografía de Trudy Spira z’l - En memoria de quienes protagonizaron el heroico alzamiento del Ghetto de Varsovia

La impotencia es la característica básica que la Historia impuso al pueblo judío. Un repaso rápido de los últimos siglos confirma esta apreciación. Empezando con la destrucción del Segundo Beit HaMikdash y la siguiente fallida rebelión de Bar Kojbá, el destierro y el exilio a diferentes latitudes, produjo una nueva etapa de persecuciones y matanzas, siendo la ‘tolerancia’ de algunos lugares la mejor opción. En nombre de Dios se asesinó y violó a mujeres, se mutiló y desmembró. Suficiente con repasar el efecto de las Cruzadas que devastaron y quemaron aldeas y caseríos en su marcha por Europa con el ostensible propósito de la conquista de la Tierra Santa. Plegarias, tales como el Av HaRajamim que se recita semanalmente en Shabat, testimonian aquella barbarie. De tal manera que el secuestro y asesinato del periodista Daniel Pearl de un par de años atrás a manos de terroristas islámicos, no fue una excepción. Obligado a afirmar ante una cámara de video: “mi padre es judío, mi madre es judía y yo soy judío”, confirmó, sin lugar a dudas, que además de una ejecución supuestamente política, estábamos presenciando un acto de antisemitismo puro. Los obligados pronunciamientos que hizo, al igual que su asesinato a sangre fría perpetrado a través de constantes cuchilladas a diferentes partes de su cuerpo, fueron filmados por los terroristas, quienes claramente orgullosos del terror querían dejar constancia inequívoca de su brutalidad.

No obstante lo antedicho, el Holocausto es sui generis. No obstante los crueles antecedentes, que incluyeron también la obligación de portar sobre la ropa un “Maguén David amarillo” como sello de identificación, hecho que se remonta a la Edad Media, la magnitud de la tragedia ubica al Holocausto como un paradigma de una posible crueldad y lamentable inhumanidad anteriormente impensable. El poeta nacional Haim Nahman Bialik eternizó el sufrimiento causado por el “Pogromo de Kishinev” en su canto “Beir HaHaregá”, “En la ciudad de la matanza”. De los 50,000 judíos que vivían en Kishinev en aquellos días, murieron 49 en el pogromo considerado por el mundo judío de la época como una matanza atroz, y así lo fue. Las comparaciones no son correctas cuando se trata del asesinato de seres humanos. Sin embargo, el Holocausto sobresale como un hecho sin parangón.

Eventos recientes de antisemitismo, algunos disfrazados con posturas anti-israelíes, solo confirman que el mal no ha sido vencido. Son mutaciones de ese mal que en la actualidad provienen incluso de organizaciones religiosas presentes en algunas sociedades de avanzada; que repiten, en lenguaje y supuesta piadosa reflexión, más de lo mismo. Antisemitismo.

La característica que identificó al judío de los últimos dos milenios no fue la acción, fue la reacción. El estímulo y la iniciativa vinieron de afuera, el judío simplemente se acomodó a las circunstancias creadas por otros. De allí desarrolló una extraordinaria elasticidad, adaptación a los diferentes climas de los lugares a los que fue expulsado o tolerado, demostró extraordinaria habilidad para aprender nuevos idiomas y costumbres, pero eso sí, sin traicionar la historia y costumbres ancestrales, sin cambiar de fe en el Único Creador del universo. Incluso se ofreció al martirio, a ser incinerado en las llamas de los Autos de Fe de la Inquisición, antes que negar al Dios de sus antepasados.

¿Por qué ayunamos el día anterior a Pésaj y el día anterior a Purim? En ambos casos salimos airosos. ¿Por qué recordamos con el ayuno en Érev Pésaj que los primogénitos hebreos se salvaron, y en Érev Purim que la reina Esther había pedido a su pueblo que ayunara antes de ir a ver al rey? Si el resultado fue positivo, ¿por qué recordar las dificultades para conseguirlo? Porque no recordamos solamente las victorias, tal como lo hacen otros pueblos, quienes celebran su independencia y olvidan el yugo que la precedió.

Una de las famosas canciones del Séder de Pésaj se denomina Dayeinu. ¿Qué afirma Dayeinu? El autor plantea que si Dios nos hubiera sacado de Egipto sin partir el Yam Suf (Mar Rojo) para que pudiéramos escapar de las hordas del Faraón, habría sido suficiente. ¿Es eso realmente así? Tal vez el autor pensó que nos habríamos defendido. Que si no hubiésemos tenido suficiente fuerza para escapar de Egipto, una vez fuera de las garras de la esclavitud habríamos estado dispuestos a luchar por la libertad. Pero sin la ayuda inicial de Dios, la historia habría sido totalmente diferente.

En última instancia, ambos eventos demuestran impotencia. Si no fuera porque Dios envió las plagas, el Faraón no habría accedido a la petición de Moshé. De no haber sido escogida Esther en el concurso de belleza, Hamán habría salido con la suya. El poeta Heine cuestionó: ¿qué habría pasado si Esther hubiera tenido un granito de acné en su nariz para el disgusto de Ajashverosh, y por ello no hubiera sido la escogida? El destino del pueblo judío en Persia habría sido diferente.

En cambio, Janucá no tiene ningún ayuno colateral. En la época que condujo a la re-dedicación del Beit HaMikdash, un grupo minoritario pero convencido, los Jashmonaim, se rebelaron contra los sirios helenizados, sus conquistadores. Lucharon hasta conseguir la victoria y establecieron nuevamente el reinado en Judea. Este hecho se refleja en la recitación de Halel durante el rezo matutino, hecho que no se repite en Purim. Mientras que Purim celebra un evento del exilio, Janucá testimonia la valentía en terreno propio, en Erets Israel.

El libro de Trudy Spira, que la CAIV presenta hoy en la noche, es un testimonio a la impotencia y a la elasticidad, a la facultad de adaptación y también a la suerte, en ese período que Elie Wiesel denominó simplemente “Noche”, título de su obra clásica sobre el Holocausto. Es un testimonio a la determinación y a la valentía de una joven cuyo rostro aparece en la entrada del Museo del Holocausto en Washington, frente a un enemigo implacable y brutal. Es el relato de una vida que empezó sin preocupación alguna, repleta de alegría, rodeada del amor familiar, que súbitamente se torna en la peor pesadilla. Sobrevivió por su ingenio y determinación. Pero también es un testimonio a la impotencia, porque da fe de la fragilidad, de la absoluta debilidad del judío que no muere gracias a su vivacidad y habilidad y no por el derecho innato a la vida que todo ser humano debe tener. No obstante el dolor causado por la muerte de su esposo Alfred z’l, y reveses de fortuna, Trudy enarbola y simboliza fortaleza emocional y espiritual de quien vio la muerte delante de sus ojos y no se rindió, no permitió que la amargura y el desengaño dirigieran su destino. La lealtad de sus hijos y nietos, aunados a una fe anclada en la tradición de sus ancestros, le proveen energía para hablar y relatar, contar y contagiar audiencias tanto en Venezuela como en el exterior, acerca de sus experiencias personales en aquel período de oscuridad para toda la humanidad.

Pero hay algo más. El judío no capituló, porque estaba convencido de la justicia de su causa y motorizado por una misión: había sido escogido por Dios para llevar un mensaje a la humanidad que es la existencia de un solo Dios, que implica, sobre todo, la hermandad básica entre todos los seres humanos. Cuando el rey Shlomó inauguró el Beit HaMikdash señaló que era un recinto para adorar al único Dios de la humanidad: “lemaan dáat kol amei haarets”, para que todos los pueblos de la tierra comprendan que hay un solo Dios.

El judío nunca comprometió sus ideales, incluso bajo las circunstancias más adversas y debemos repetir las palabras de Daniel Pearl: “mi padre es judío, mi madre es judía y yo soy judío”, como una firme demostración de intransigencia espiritual, intelectual y emocional frente al salvajismo e inclemencia.

El relato del pueblo judío no culminó con el Holocausto. Medinat Israel es la nueva realidad. Es el paso de la impotencia y la elasticidad a una nueva condición: la soberanía. De haber sido un reactor a iniciativas ajenas, el judío actual es un actor en el escenario mundial. Puede sellar una visa en un pasaporte. Tiene una economía envidiable, “start ups”, empresas de avanzada. Sus ciudadanos son los recipientes de numerosos Premios Nobel. “Nunca jamás”, la consigna producida por el Holocausto, es un lema para Israel, porque nunca más permitirá que el judío sea un ‘objeto’ cuyo destino sea decidido por otros.

Por ello, la posibilidad de un Irán nuclear ha creado una amenaza vital para Israel. Según Daniel Gordis, es suficiente que Irán posea un arma nuclear para cambiar el sentimiento de seguridad del pueblo judío, porque dejaría de ser el dueño de su destino. Especialmente cuando quien posee el dispositivo nuclear ha declarado su intención de borrar a Medinat Israel del mapa.

La historia está en pleno desarrollo, y es de anticipar que otros países tomen mayor conciencia acerca de esta amenaza que puede conducir a una hecatombe mundial.

Pero hoy estamos reunidos para celebrar a Trudy y su libro. Momento para felicitar a la CAIV por la oportuna publicación, y desearle a Trudy salud, bienestar y muchísima dicha y alegrías de sus hijos y nietos.

El cumpleaños de Trudy es el 14 de agosto. Pero el 27 de enero de 1945 nació de nuevo cuando liberaron Auschwitz. Así que Trudy tiene un doble cumpleaños y por ello quiero brindar doblemente, lejayim, lejayim. Hasta los 120 años.

Mazal tov Trudy.

On Mike Huckabee Comments

Mike Huckabee's comparison of the nuclear weapons deal with Iran to the Holocaust

 

“Mike Huckabee’s comparison of the nuclear weapons deal with Iran to the Holocaust, with the phrase that President Obama ‘will take the Israelis and march them to the door of the oven,’ is shockingly insensitive and unacceptable.  Most politicians have learned that Holocaust metaphors are inappropriate and insulting, especially to the memory of the millions murdered by the Nazis.  If Mike Huckabee loves Israel as much as he professes, he will apologize and urge others to avoid using language that trivializes the Holocaust.”

My Response

Dear Jack,

I know that, especially in politics, many things are said, and many things are not said, because of implications and consequences that are not obvious to others. This may be one of them.

I read what you wrote (in the name of the American Council for World Jewry) about Mike Huckabee with reference to his expression ‘will take the Israelis and march them to the door of the oven’.

One can argue with the figure of speech Huckabee used, as you have done. Some think it was not useful and others that it was damaging. Personally I do not think it to be very inappropriate because that is exactly what is the expressed intention of the present Iranian government. Similar, if not identical in methodology, to what Hitler did. And unfortunately for us, Hitler was basically successful. It is true, the Iranians have not said they want to lead the Israelis to the door of the oven. They want to turn the State of Israel into a crematorium. A former President of Iran, Hashemi Rafsanjani, said several years ago “…because the use of even one nuclear bomb inside Israel will destroy everything. However, it will only harm the Islamic world. It is not irrational to contemplate such an eventuality”.

I do not think we should alienate the friends we have, especially in the present hostile environment in some segments of American society and, of course, in the population at large in Europe.

Let us bear in mind that Mike Huckabee, in addition to being an intelligent, warm and kind individual, is an extraordinary and devoted friend of the Jewish people and of Israel. If President Obama feels hurt by the above expression, as he stated, it is not our place to defend him, in this instance.

The President is a very enigmatic individual. It is impossible, if not very difficult to penetrate his inner thoughts. I still remember the fact that after hearing the many vitriolic sermons from Jeremiah Wright, this Reverend never received a proper response from Obama, nor did the American people. (Obama may have done so, and I am unaware of this fact. It is possible). Obama did not walk out of Church when he heard attacks against the American Government.

I know that Barack Obama is President of the USA, and that, therefore, Israel is not his prime preoccupation (except when some new apartments are being built in territories he considers off limits for Israel).

I, for one, think that the generation that was witness to the Holocaust cannot remain silent when overt threats of annihilation are made by anyone who can carry out those threats. And the highest political leadership of Iran has verbalized these threats in more than one occasion.

But politics has its own nuances and rules, and one has to do sometimes things which do not follow an impecable moral high road. I saw a clip from AIPAC where candidate Obama declared that Jerusalem will be the undivided capital of Israel under his presidency. He probably is not the only one who said one thing as a candidate and acted differently, forgetting that particular promise, when later in the White House.

I learned from Chavez, who in turn learned from Castro, not to let any insult or threat pass by without an immediate firm reaction.

Personally, I would have preferred a statement from the Council for World Jewry in response to what Khomenei said immediately after the signing of the agreement. When the people in a mass meeting in Iran shouted death to USA and death to Israel, Khomenei reacted by saying that God should listen to their prayers.

Several spokesmen of the Iranian government have said that their support for those groups, we consider terrorists, will continue after the signing as before, neither will their attitude toward Israel be changed.

Therefore, I think, our voice of protest should be constant. We should miss no opportunity to protest against the brazen and murderous attitude of Iran, that preaches the destruction of a bona fide member of the United Nations, the State of Israel. We should repeat, in every podium, and ad nauseam, this mantra: It is unacceptable, nay immoral, for an established government to advocate the destruction of another legally established State. A country that advocates such a course of action against another country, merits to be expelled from the United Nations.

Kindest personal regards,

Pynchas Brener

Rabbi Emeritus

Unión Israelita de Caracas

Palabras de Pynchas Brener en visita al Papa Francisco (Pope Francis) Feb 2015

 

Sea nuestra primera palabra, Santidad, de gratitud por esta audiencia privada a la que valoramos como un privilegio excepcional.Valoramos y apreciamos el nuevo rumbo que está imprimiendo a la conducción de la Iglesia, en el que figuran como protagonistas quienes se venmás dolorosamente acosados por todo tipo de necesidades perentorias. Son hechos a los que no somos ajenos, incluso quienes no profesamos la religióncristiana, y hacemos causa común con la asistencia a los más necesitados y atribulados. Su liderazgo espiritual goza mundialmente de reconocimiento.

Nos siguen abrumando preguntas, sin respuesta satisfactoria, como la que interroga por el hecho de que después de milenios de monoteísmo, fundado éste en el amor de los unos para con los otros, hubiera tenido lugar en un continente cuyos valores morales y éticos se basan en la tradición judeo-cristiana, aquel asesinato colectivo de millones de seres humanos, conocido como el Holocausto, llevado a cabo con la intervención de las técnicas más refinadas. La dolorosa experiencia de esas dos guerras mundiales, en las que el número de muertes se cuentan por decenas de millones, debe constituir hoy el más poderoso argumento para impedir que pueda suceder de nuevo.

En tal sentido, y desde ese punto de vista, destacamos tres consideraciones que juzgamos de suma importancia: Sea la primera, el intento que están adquiriendo hoy las voces -hasta cierto punto generalizadas para deslegitimar al Estado de Israel. Habrá que tener en cuenta que el retorno masivo, sin que nunca se produjera el abandonado total, después de dos milenios a los territorios de la que hoy constituye el

Estado de Israel, se trasformó (gracias a los jalutsim o pioneros) lo que fue un lugar desolado y desértico, en uno de los puntos de mayor progreso social y científico en el concierto de las naciones. “Borrarlo del mapa,” según la expresión de sus enemigos, constituiría no solo una aberración, sino un nuevo Holocausto que a toda costa hay que evitar. Su voz de alerta y autoridad moral en este sentido serán respetadas por todos.

En segundo lugar y de manera paralela, se está produciendo un resurgimiento del antisemitismo, especialmente en la culta Europa. Ese odio se funda en el concepto de “raza” sin considerar que los grandes logros de la humanidad, y de manera especial en los tiempos que corren, deben incluir el aporte judío que no puede ser ignorado o pasado por alto. Son victimas de una confusión elemental, olvidan que el pueblo judío está llamado solo a ser el canario de la mina como indicador del efecto de los gases tóxicos iniciales, ya que el gas letal eventualmente no hace excepciones.

El odio irracional desconoce fronteras y eventualmente consume a todos, sin distingo. El judío es el primero en ser perseguido y odiado, más nunca el único o último.

Vemos entonces como un buen número de cristianos están alejándose del Medio Oriente acosados igualmente por la persecución. Es ironía, o tal vez un hecho fortuito, que sea Israel el lugar más seguro en el Medio Oriente para un Cristiano. De ello ha sido testigo el arzobispo Diego Padrón en un viaje compartido a Israel dos años atrás. Intuyo que en su visita a Israel, usted pudo constatar algo parecido. La Iglesia que tiene como bandera el amor tiene que oponerse, con vehemencia, a toda expresión de odio, a la discriminación y persecución.

Y en tercer lugar, y no en orden de prioridades, quienes hemos sido privilegiados con este encuentro, somos venezolanos con cometidos y funciones diferentes en la vida. Presente está Martín Camero del canal TELEVEN que hace lo posible por mantener una línea ponderada, la señora Patricia con su esposo Gustavo Cisneros cuyo canal de televisión VENEVISION también tiene que encontrar a todo momento un equilibrio delicado en estos días de incertidumbre e inseguridad. Sentimos en carne propia la precaria situación de nuestro país, tema sobre el que la Conferencia Episcopal de Venezuela que preside el arzobispo Diego Padrón aquí también presente, acaba de hacer una exhortación de lo más acertada y necesaria. Se trata de un documento que se ha ido constituyendo en lectura imprescindible para los venezolanos.

En referencia a este asunto, llega la información por la prensa, de la participación del Vaticano en el proceso de la reanudación de relaciones en marcha entre Los Estados Unidos y la República de Cuba. Este hecho apunta a una muy oportuna y decisiva participación del Vaticano en la búsqueda de un diálogo entre todos los sectores venezolanos, con una agenda que deberáproducir hechos concretos.

Finalmente, al reiterarle nuestro agradecimiento por este inapreciable encuentro, no quisiera concluir estas palabras sin referirme a los lazospersonales de amistad que nos unen con el Cardenal Pietro Parolin a quien conocimos durante su brillante desempeño como Nuncio Apostólico en Venezuela hace algunos años.

Elevo mi oración al Dios Único del universo, al Dios de los Patriarcas Abraham, Yitsjak y Yaacov, porque lo bendiga y continúe iluminando, le brinde mucha salud y le de la posibilidad de conducir, con su comprobado acierto, los destinos de la Iglesia para un mayor bienestar para toda la humanidad.

Muchas gracias.