ALBACEA DE MOISÉS

Parashá Pinjás

Según la Mishná, una de las características fundamentales de los kohanim, los sacerdotes, es su insistente dedicación al shalom: la paz. La bendición que los kohanim repetían en el Beit HaMikdash, “Dios te bendiga y conserve”, termina invocando que el Creador otorgue el shalom. Ser discípulo de los kohanim implica ohev shalom verodef shalom, “amar la paz y perseguir la paz”.

Al tomar en cuenta que los kohanim eran descendientes de la tribu de Leví, notamos que los antecedentes de este hijo de Aharón son incongruentes con la característica del shalom. Leví, junto con su hermano Shimón, matan a todos los varones de la ciudad de Shejem debido a la violación de su hermana Diná.

Cuando los hebreos fabrican el éguel hazahav (el becerro de oro), Moshé hace el llamado: Mi LaShem elai (“Quienes estén con Dios, vengan a mi lado”), y la tribu de Leví responde afirmativamente y, espada en mano, mata a alrededor de tres mil individuos que habían danzado frenéticamente alrededor de este becerro.

El héroe de la lectura semanal, Pinjás, demuestra su fidelidad a Moshé al matar a Zimrí ben Salú, un príncipe de la tribu de Reuvén, que trajo a su mujer gentil delante de Moshé, en un acto de desafío y reto a su liderazgo. El arrojo de Zimrí estaba sustentado en el hecho de que Tsiporá, la mujer de Moshé, tampoco había nacido judía. La intervención de Pinjás seguramente fue apreciada por Moshé, pero de cualquier manera había sido un acto de violencia.

El profesor Ephraim Yitzchaki señala que los episodios mencionados incluyen el conflicto y la agresión protagonizados por los miembros de una tribu de cuya estirpe deben provenir los kohanim, los prototipos de quienes representan la paz. El hecho de que la tribu de Leví no haya recibido una porción en la repartición de la Tierra Prometida puede ser interpretado como un castigo por su comportamiento belicoso. En efecto, la halajá ordena que el kohén que asesine a otra persona, incluso por accidente, no puede “levantar las manos para bendecir al pueblo”. Está claro que el kohén no puede estar involucrado con la muerte. Al contrario de la usanza egipcia, en la que los sacerdotes eran los guardianes de los secretos de la muerte y del proceso de embalsamar a los cadáveres, el kohén tenía que separarse totalmente en el caso de la muerte de un individuo. En el caso del Kohén Gadol, éste no podía participar en el entierro de sus propios padres. Por haber enarbolado la espada, el rey David no recibió el consentimiento divino para la construcción del Beit HaMikdash. Está claro que el comportamiento de Aharón y sus descendientes era objeto de escrutinio y crítica. ¿Acaso Kóraj, el primo hermano de Aharón, no había retado su liderazgo? De acuerdo con Yitzchaki, los casos de Shimón y Leví son diferentes. Mientras Shimón reacciona por la violación de su hermana Diná, Leví también desenvaina la espada para defender el honor de Moshé y de Dios: cuando peligra la estabilidad política del pueblo o se pone en entredicho su “pacto” con el Creador. En nuestro texto semanal, Pinjás, descendiente de Leví, arremete mortalmente contra un miembro de la tribu de Shimón, su aliado tradicional, porque en esa ocasión se estaba retando el liderazgo de Moshé, hecho que podía ocasionar la inestabilidad política del pueblo.

La paz representada por el kohén tenía su equivalencia en la estabilidad y la armonía, cualidades indispensables para el auténtico shalom, voto con el cual concluía la bendición del pueblo hebreo.

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2 thoughts on “ALBACEA DE MOISÉS

  1. Muchas gracias Rab,

    Di-s lo colme de Bendiciones, que se reconstruya el Templo y llegue en este mismo instante el Mashiaj.

    Shabat Shalom,

    Daniel Rodríguez

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