SHELAJ

NÚMEROS XIII:1-XV:41

EN POS DE LA MADUREZ NACIONAL

Mientras los primeros capítulos de Bemidbarmencionan el conteo de los que salieron de Egipto y describen la organización del campamento de los hebreos durante la larga travesía por el desierto, el texto semanal describe el grave error cometido por los emisarios que fueron a investigar las características de la Tierra Prometida. Un explorador por tribu era la orden de Moshé, de tal manera que fueron 12 en total. Se dieron dos informes: la mayoría de 10 opinó que no era posible la conquista mientras que una minoría dedos, Calev y Yehoshúa, quien asumiría el liderazgo después de la muerte de Moshé, sin contradecir la descripción ofrecida por la mayoría, intentó animar al pueblo para emprender de inmediato la tarea de la conquista.

El informe había sido exhaustivo, se hizo una apreciación de las condiciones de las ciudades, la evaluación del carácter de sus habitantes y una estimación de si acaso la naturaleza era suficientemente generosa para alimentar al pueblo hebreo. Pero las verdaderas interrogantes eran otras. ¿Acaso los esclavos del Faraón habían fracturado también las cadenas de la esclavitud espiritual y emocional o solamente las ataduras físicas? ¿Habían interiorizado el valor de la libertad y adquirido suficiente autoestima para iniciar una nueva etapa: una vida nacional independiente en una tierra propia?

El informe mayoritario apuntó a la inmadurez nacional, una falta de voluntad y decisión para emprender una nueva etapa, que transformaría la mentalidad de obediencia a un capataz egipcio en una actitud de soberanía y autodeterminación. 

El NetsivRabí Naftalí Zvi Yehudá Berlin, padre de Rabí Meir Bar Ilan, gran líder del movimiento sionista Mizrahi, cuyo nombre ostenta la Universidad Bar Ilan de Israel, cita la correspondencia establecida por el Midrash entre las cinco menciones de la palabra “luz” en Bereshit (Génesis) con los 5 Libros de la Torá

Según este ordenamiento, la mención de “luz” en el primer libro corresponde al acto de la separación entre la luz y la oscuridad. Mientras que los primeros Libros de la Torá se refieren a la luz, empezando con Bemidbar se inicia el período de la “oscuridad”; o sea que, los que eventualmente conquistarán la Tierra Prometida pertenecen al grupo de la “oscuridad”. El Netsiv argumenta que el período de “luz” se refiere a la luz Divina que condujo a los hebreos durante la primera etapa de su historia. Dios se hizo presente en la vida de los patriarcas, “los acompañó” simbólicamente durante el sufrimiento en Egipto, los protegió en el desierto. Lanzó 10 plagas contra los egipcios para permitir que los hebreos escaparan del yugo de la esclavitud. Les reveló los Diez Mandamientos, que posibilitarían la convivencia y conducirían a la solidaridad humana. 

Fue un largo período de “luz”, cuya fuente era el Creador. Nuestros capítulos inician un período diferente. La “luz” proveniente de Dios ya no sería aparente, tal como lo fue en la etapa anterior. Tendrían que aprender que hay otra “luz”, la energía que proviene del esfuerzo propio. Habían recibido el instructivo representado por la Mitsvá, el legado de un comportamiento apegado a la Palabra de Dios contenida en la Torá. Con esta Torá en la mano, ¿serían acaso capaces de generar una “luz” interna y propia en adelante? 

El informe de los exploradores y la siguiente rebelión liderada por Kóraj, son episodios que reflejan la ansiedad, la intranquilidad de tener que tomar decisiones propias, sin una “nube” celestial que indique cada paso a seguir. El sendero que seguirá el pueblo hebreo será incierto, pero aleccionador. Cada reto será instructivo y cada desafío permitirá dar un paso adelante hacia la madurez nacional, dignamente representada en nuestros días por Medinat Israel, el Estado de Israel.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 1 PROHIBICIÓN

385. Números 15:20 Separar Jalá de toda masa y entregarla al Kohén

386. Números 15:38 Colocar Tsitsit (flecos) en una vestimenta que se viste

387. Números 15:39 No desviarse hacia los pensamientos del corazón o lo que los ojos ven