AJAREI MOT_LEVÍTICO XVI:1-XVIII:30 y KEDOSHIM_LEVÍTICO XIX:1-XX:27
Una de las funciones principales de Yom Kipur es servir como un medio para la obtención de Tahará, la pureza espiritual. El perdón de los pecados que produce Yom Kipur permite que la persona adquiera pureza, desde el prisma religioso. Hacia el final de estos capítulos, la Torá exhorta Kemaasé Erets Mitsráyim asher yeshavtem ba, lo taasú, “no repitan las acciones que son propias de Egipto”, con lo cual advierte que los hebreos no deben portarse de acuerdo con la conducta egipcia, especialmente en lo que respecta a las relaciones sexuales.
El texto continúa con una serie de prohibiciones sobre el incesto, que se define como las relaciones sexuales consanguíneas entre un hombre y su madre, hermana, nieta o tía. También se incluye como incestuosa la relación entre el hombre y la esposa de su padre, esposa de su hijo, cuñada. Adicionalmente están prohibidas las relaciones sexuales con una mujer y su hija, una mujer y su nieta, una mujer y su hermana. Todas estas relaciones se denominan Guilui arayot, “mostrar o destapar la desnudez”. Aparentemente, estas prácticas eran comunes en Egipto y más aún en Canaán, mientras que una idea central en la Torá es la negación de la validez moral de los hábitos de estos pueblos.
Esta conducta tiene antecedentes desde la época de Nóaj, cuando su hijo Jam observa la desnudez del padre y, según algunos exégetas, tiene relaciones homosexuales con el padre cuando éste estaba ebrio. De acuerdo con el texto bíblico, tanto Mitsráyim como Canaán eran descendientes de Jam.
Siglos después, la Torá testimonia que Sarai, esposa de Avraham es secuestrada en la corte del faraón. Sobresale el episodio de la seducción de Yosef por la esposa de Potifar, relatos que subrayan la prominencia de los actos sexuales en la vida de los monarcas y potentados de estas civilizaciones.
Conducta similar se observa en las ciudades de Sedom y Amorá, lugar donde Lot se había residenciado. Este hecho sale a relucir después de que las ciudades fuesen destruidas y de que las hijas de Lot tuvieran relaciones sexuales con el padre, aunque algunos exégetas razonan que las hijas creían que el mundo entero había sido destruido y sólo a través de una unión sexual con el padre se podría dar continuidad a la Humanidad.
En los primeros días del éxodo de Egipto, los hebreos giran hacia al lugar denominado Báal Pe’or por la deidad de esa ciudad y cuyo culto giraba alrededor de los actos sexuales y las prostitutas “sagradas”. De acuerdo con algunos intérpretes del texto bíblico, cuando los hebreos “recuerdan” el pescado que comieron en Mitsráyim, la referencia en realidad tiene que ver con la prolífica procreación de los peces y con el libertinaje sexual existente en Egipto, a diferencia de los Diez Mandamientos, que ponen límites al apetito sexual.
Por lo antedicho, los patriarcas insistieron en que sus hijos buscaran esposas en el seno de sus familiares, quienes, aunque no eran monoteístas, tampoco estaban inmersos en el aspecto sexual de la idolatría.
Está claro que la instrucción acerca de la práctica del Brit Milá está íntimamente ligada con un mensaje acerca de la actividad sexual. Incluso el Korbán Pésaj está relacionado con esta Mitsvá, porque el incircunciso no podía participaren la ofrenda y en la celebración del Séder de Pésaj.
La libertad obtenida a través del éxodo estaba condicionada, o más bien tenía el propósito de posibilitar un comportamiento regido por la Torá, a diferencia de los hábitos sexuales relacionados con la idolatría. Por ello, en la tarde del día más sagrado del calendario hebreo, la tarde de Yom Kipur, la lectura de la Torá versa sobre las relaciones incestuosas prohibidas.
Mientras que la idolatría hacía una ecuación entre el acto sexual y la fertilidad de la tierra (al menos esa era la práctica del culto a Báal Pe’or), el judaísmo propone que la abundancia de las lluvias y la producción agrícola son una consecuencia del comportamiento moral del individuo.
En efecto, ese es el mensaje que leemos en el Shemá cuando Dios advierte Vehayá im tishmeú el Mitsvotai, “y será, si ustedes observan mis instructivos”, entonces las lluvias caerán en su debido tiempo y tendrán una abundante cosecha. Aunque la prohibición acerca de las relaciones sexuales prohibidas es responsabilidad de cada individuo, de acuerdo con Rambán la Tierra Prometida no las tolera. Rambán sugiere que Rajel falleció en el camino cuando Yaacov regresó a la Tierra de Israel para que el patriarca no tuviera simultáneamente dos esposas mientras estaba residenciado en la tierra sagrada, no obstante que la Torá no había sido completamente revelada para ese momento.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 26 PROHIBICIONES
- Levítico 16:2 El Kohén no debe entrar al Templo en cualquier momento (solamente para el Servicio en el Templo) más aún no debe entrar quien no es Kohén
- Levítico 16:3 El Servicio del Templo en Yom Kipur
- Levítico 17:3,4 No degollar la ofrenda de manera ritual fuera del patio del Templo
- Levítico 17:13 Mitsvá de cubrir la sangre (después del rito de degollar)
- Levítico 18:6 No tener placer con personas que le son prohibidas al individuo
- Levítico 18:7 No tener relaciones con el padre de uno
- Levítico 18:7 No tener relaciones con la madre de uno
- Levítico 18:8 No tener relaciones con la esposa del padre, aunque no sea su madre
- Levítico 18:9 No tener relaciones con una hermana, sea su hermana de cualquier manera
- Levítico 18:10 No tener relaciones con la hija de un hijo
- Levítico 18:10 No tener relaciones con la hija de una hija
- Levítico 18:10 No tener relaciones con una hija
- Levítico 18:11 No tener relaciones con la hermana de un hijo, hija de la misma madre y de un esposo diferente
- Levítico 18:12 No tener relaciones con la hermana del padre de uno
- Levítico 18:13 No tener relaciones con la hermana de la madre de uno
- Levítico 18:14 No tener relaciones con el hermano del padre de uno
- Levítico 18:14 No tener relaciones con la esposa del hermano del padre de uno
- Levítico 18:15 No tener relaciones con la esposa de un hijo
- Levítico 18:16 No tener relaciones con la esposa de un hermano
- Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y su hija
- Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y la hija de su hijo
- Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y la hija de su hija
- Levítico 18:18 No tener relaciones con 2 hermanas, mientras ambas están con vida
- Levítico 18:19 No tener relaciones con una mujer durante la menstruación
- Levítico 18:21 No dedicar a ningún hijo o hija para la idolatría de Mólej
- Levítico 18:22 Un hombre no debe tener relaciones con otro hombre
- Levítico 18:23 Un hombre no debe tener relaciones con animales
- Levítico 18:23 Una mujer no debe tener relaciones con animales
KEDOSHIM_LEVÍTICO XIX:1-XX:27
LA KEDUSHÁ DEL PUEBLO HEBREO
Dios exige que el pueblo hebreo sea Kadosh, consagrado y santificado, tal como es Él. Está claro que ser como Dios es imposible, porque Él es único. ¿Qué quiere decir entonces Kadosh? Según Rashí, implica mantenerse aparte, ya que el pueblo hebreo no debe contagiarse de los males de la sociedad circundante. Tal como el primer patriarca se posicionó en el lado opuesto de la “orilla”, hecho al que alude el apelativo de Ivrí (porque Éver quiere decir “una ladera del río”), asimismo el pueblo hebreo debe mantenerse firme en suposición moral, incluso en desafío a la opinión mayoritaria.
Los primeros versículos del texto bíblico indican en qué consiste la condición de Kadosh: temor por los padres, cuidado del Shabat, apartarse de la idolatría, cumplimiento delas normas de los sacrificios, atención a las necesidades de los pobres apartando las esquinas de los campos para ellos, no robar, no mentir, no invocar el nombre de Dios en vano, pagar el sueldo a tiempo, no maldecir al sordo y no colocar un obstáculo ante un ciego, ser correcto en el juicio tanto con el pobre como con el rico, no permanecer indiferente ante el derrame de sangre del prójimo, no odiar a un hermano, amonestarlo cuando se equivoca, no vengarse, amar al prójimo como a uno mismo.
Es obvio que la persona que conduce su vida de acuerdo con las exigencias antes enumeradas será un individuo excepcional. Será Kadosh, porque habrá superado cualquier inclinación por el mal, será solidario con sus congéneres. Desde un prisma teológico, cabe plantear la interrogante si Kadosh es una condición que Dios impuso sobre el pueblo hebreo. Eso quiere decir que Dios escogió al pueblo hebreo por encima de las otras naciones y, por lo tanto, es una condición permanente, independiente del comportamiento de este pueblo que, sin embargo, puede recibir el castigo por el yerro y la recompensa por la buena acción. Pero siempre permanece Kadosh, consagrado por Dios.
Una segunda opción sería que la condición de Kadosh es el resultado de la conducta ejemplar del pueblo hebreo. El pueblo es Kadosh, o tal vez adquiere Kedushá, cuando cumple con los imperativos anteriormente enumerados y pierde esa condición cuando se aleja de las normas exigidas. O sea que la condición de Kadosh es temporal, una función del comportamiento humano. Un adjetivo y no un sustantivo.
Visto de otra manera, el apelativo de Kadosh lo otorga Dios o es una condición que el pueblo obtuvo por su comportamiento ético. Si Dios otorga este calificativo, quiere decir que el pueblo hebreo le pertenece y, por ello, le encomendó observar las Mitsvot. De acuerdo con el Méshej Jojmá (Rabí Meir Simjá de Dvinsk), el pueblo hebreo recibió la Kedushá en el monte Sinaí.
El Midrash, en cambio, sugiere que la Kedushá de Dios es totalmente independiente de la Kedushá del pueblo hebreo. Dios es siempre Kadosh, mientras que la Kedushá del pueblo hebreo es una función de su apego a las Mitsvot. Shabat es un día Kadosh y cuando el hebreo observa las leyes de este día adquiere más Kedushá. O sea que la Kedushá no es el resultado de un encuentro trascendental entre el pueblo y Dios en el Sinaí, sino que es un proceso que evoluciona constantemente de acuerdo con la práctica de la ley enunciada en el Sinaí.
Mi maestro Joseph B. Soloveitchik se inclina por esta segunda posición y afirma que el pueblo hebreo produce, engendra la Kedushá a través de su comportamiento. Raphael Yarhi cita a Malbim, quien diferenció entre Am Segulá, un pueblo elegido y Goi Kadosh, la nación consagrada. De acuerdo con Malbim, Dios escogió al pueblo hebreo y lo convirtió en Am Segulá, pero el pueblo se elevó así mismo para ser Goi Kadosh. Y a través de esta Kedushá, el pueblo santifica a Dios, de tal manera que la Kedushá de Dios es una función de la Kedushá del pueblo.
Eso quiere decir Kidush HaShem, la santificación del Nombre de Dios. Un acto de Kedushá del individuo produce el Kidush HaShem, la santificación de Dios. De esta manera se acentúa la relación entre la persona y Dios. Dios tiene influencia sobre la persona, pero la persona también deja huella sobre Dios, “intensifica” la Kedushá de Dios a través de sus actos terrenales.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 13 MITSVOT POSITIVAS Y 38 PROHIBICIONES
- Levítico 19:3 Temer al padre y a la madre
- Levítico 19:4 No volverse hacia idolatría en pensamiento, ni verbalizando, incluso presenciando
- Levítico 19:4 No fabricar un ídolo para uso personal o para otros
- Levítico 19:6,8 No comer carne restante de ofrenda después del tiempo prescrito para ello
- Levítico 19:10 Dejar parte del campo sembrado para el pobre
- Levítico 19:9 No cosechar hasta el límite del campo
- Levítico 19:10 Dejar espigas para el pobre
- Levítico 19:9 No recoger espigas caídas durante la cosecha
- Levítico 19:10 Dejar un límite del viñedo para el pobre
- Levítico 19:10 No cosechar los límites del viñedo
- Levítico 19:10 Dejar sobre la tierra las uvas caídas en el viñedo para el pobre
- Levítico 19:10 No recoger las uvas caídas del viñedo
- Levítico 19:11 No robar
- Levítico 19:11 No negar la posesión de un objeto perteneciente a otra persona
- Levítico 19:11 No jurar en falso acerca de un objeto de valor
- Levítico 19:12 No jurar en falso
- Levítico 19:13 No retener propiedad ajena
- Levítico 19:13 No cometer el robo
- Levítico 19:13 No postergar el pago de un obrero asalariado
- Levítico 19:14 No maldecir un judío, ni hombre, ni mujer
- Levítico 19:14 No conduzcas al yerro a un individuo dándole consejo equívoco
- Levítico 19:15 No pervertir la justicia, en un juicio civil
- Levítico 19:15 No dar honores especiales en el juicio a un individuo eminente
- Levítico 19:15 El juez debe emitir un juicio correcto
- Levítico 19:16 No difamar (chismear)
- Levítico 19:16 No permanecer indiferente ante la sangre de otro
- Levítico 19:17 No odiar a otro judío
- Levítico 19:17 Reprochar al judío que no se conduce de manera apropiada
- Levítico 19:17 No colocarás a otro judío en una situación incómoda
- Levítico 19:18 No te vengarás
- Levítico 19:18 No guardarás rencor
- Levítico 19:18 Amar a otro judío
- Levítico 19:19 No aparees animales de diferentes especies
- Levítico 19:19 No sembrar juntas semillas de diferentes especies en la Tierra de Israel, igualmente con árboles de diferentes especies
- Levítico 19:23 No comer el fruto del árbol los primeros 3 años
- Levítico 19:23, 24 Leyes acerca del fruto del árbol en el cuarto año
- Levítico 19:26 No comer ni beber como un glotón
- Levítico 19:26 No practicar la adivinación
- Levítico 19:26 No conjurarás (magia)
- Levítico 19:27 No quitarás el pelo de las patillas de la cara
- Levítico 19:27 No destruirás los extremos de tu barba
- Levítico 19:28 No harás un tatú sobre tu carne (piel)
- Levítico 19:30 Respetar el Templo
- Levítico 19:31 No actuar como un espiritista (especie de magia)
- Levítico 19:31 No practicar yidón (especie de magia)
- Levítico 19:32 Honrar a los estudiosos de la Torá
- Levítico 19:35 No engañar con medidas
- Levítico 19:36 Crear balanzas exactas, pesas y medidas
- Levítico 20:9 No maldecir ni al padre ni a la madre de uno
- Levítico 20:14 Incinerar a la persona que ha sido sentenciada morir por fuego
- Levítico 20:23 No seguir el comportamiento de los idólatras