KI TISÁ_ÉXODO XXX:11-XXXIV:35
Uno de los episodios centrales de estos capítulos es la elaboración del Éguel Hazahav, el becerro de oro que debía sustituir a Moshé cuando se asumió su fallecimiento. Este hecho produjo la ira de Dios, quien ordenó a Moshé que descendiera del monte Sinaí para apreciar personalmente lo ocurrido. Después de destruir el ídolo y castigar a los culpables, Moshé implora el perdón Divino, ofreciendo su propia vida, si fuese necesario, como condición para mitigar el desengaño de Dios debido al comportamiento desleal del pueblo hebreo. Recibido el perdón Divino, Moshé asciende nuevamente al Sinaí, esculpe los Diez Mandamientos sobre dos tablas de piedra, a diferencia de las primeras tablas, que fueron elaboradas y grabadas por Dios.
El Midrash relata dos versiones diferentes acerca de la reacción de los hebreos. De acuerdo con la primera versión, el pueblo exclamó la célebre frase Naasé venishmá, “cumpliremos y entenderemos”, con la cual señalaron su disposición de acatar la palabra de Dios que, después de la acción cumplida, comprenderían con mayor profundidad. Una segunda versión relata que Dios levantó el monte Sinaí y lo colocó sobre las cabezas de los hebreos y exclamó: “O aceptan Mi Ley o dejo caer la montaña encima de ustedes”. Frente a esta situación, los hebreos no tuvieron otra opción que aceptar la palabra de Dios.
Aparentemente, el pueblo estuvo dispuesto a aceptar laTorá shebijetav, la Torá Escrita desde el primer momento, tal como lo atestigua la expresión Naasé venishmá. La renuencia de los hebreos, simbolizada por el monte Sinaí encima de sus cabezas, se refirió a la Torá shebealpé, la Torá Oral que añade un sinnúmero de restricciones adicionales a las contenidas en el texto escrito. En efecto, los primeros siglos después de la conquista de la Tierra Prometida y el período del primer Beit HaMikdash dan testimonio de las desviaciones del pueblo hebreo de los principios de la Torá Oral.
¿Por qué fue destruida esta Casa de Dios? De acuerdo con el Talmud, la destrucción se produjo debido a la presencia de cultos ajenos al monoteísmo, incluso dentro del recinto sagrado. La falta del compromiso con la Torá Oral permitió que se impusieran influencias idólatras en el seno del pueblo.
La importancia de los eventos que condujeron a la celebración de Purim, que de acuerdo con el calendario hebreo coincide usualmente con la época del año cuando se leen estos capítulos de la Torá, incluye, en primer lugar, la salvación del pueblo de los designios de Hamán. Sin embargo, debe destacarse la decisión del colectivo reflejada en la expresión “Kiyemú vekibelú” de Meguilat Ester, la disposición de renovar el pacto entre el pueblo y Dios, la firme aceptación del pueblo hebreo de las disposiciones de la Torá Oral.
Los sucesos de Purim preceden la reconstrucción del segundo Beit HaMikdash que se distinguió por la profundización del ideal monoteísta en el seno del pueblo. ¿Por qué fue destruido el segundo Beit HaMikdash? Esta vez, el problema no se centró en la relación entre el hombre y Dios, la idolatría había sido exitosamente desterrada. La relación del hombre con su prójimo fue el motivo de la tragedia nacional. La envidia y la codicia, la enemistad gratuita entre los hombres causó la destrucción del Beit HaMikdash, evento que fue el preludio al exilio de milenios de la Tierra Prometida. Aparentemente era más fácil cumplir con los preceptos Bein Adam laMakom, el afianzamiento de la responsabilidad ante el Creador. El respeto mutuo, la lealtad y la solidaridad con el prójimo, Bein Adam laJaveró, resultaron ser el reto mayor.
Desde cierto punto de vista, el propósito de la creación del ser humano fue introducir el ingrediente de santidad en el mundo, hecho que apunta hacia una relación más cercana con el Creador. Pero al mismo tiempo, está la opinión de que la intención de las Mitsvot es la creación de sentimientos de nobleza y lealtad en la relación con otros seres humanos.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 4 MITSVOT POSITIVAS Y 5 PROHIBICIONES
- Éxodo 30:13 Dar anualmente la mitad de un shékel (moneda)
- Éxodo 30:19-20 Lavarse las manos y los pies cuando sirviendo en el Templo
- Éxodo 30:25 Elaborar aceite para unción
108 Éxodo 30:32 La persona que no está autorizada no debe derramar sobre sí aceite de unción
109 Éxodo 30:32 No elaborar aceite de unción que no ha sido autorizado de acuerdo con la fórmula
- Éxodo 30:37 No elaborar incienso que no ha sido autorizado de acuerdo con la fórmula
- Éxodo 34: 12,15 Ni comer ni beber de la ofrenda para un ídolo
- Éxodo 34:21 Permitir que la tierra descanse en el año de Shemitá (séptimo año)
- Éxodo 34:25 No comer carne y leche que han sido cocinados juntos