VAYIGASH_GÉNESIS XLIV:18-XLVII:27
La narración de los eventos cruciales que ocurrieron entre los hijos de Yaacov es el tema fundamental de los últimos capítulos del libro Bereshit. De esta manera se dibuja el nacimiento de un nuevo pueblo, que surgirá de la descendencia del tercer patriarca. Hay varios personajes claves en esta narrativa, pero por el momento, sobresale la figura de Yosef, quien demostró cómo es posible sobreponerse a obstáculos que parecían imposibles de vencer.
De la condición esclava a la que fue sometido inicialmente en Egipto, Yosef escala ala más alta posición en la corte del faraón. Salen a relucir las características sobresalientes de su carácter, que el anciano Yaacov había reconocido desde su juventud, cuando le compró el Ketónet pasim, la túnica que lo distinguiría como líder de los hermanos. Sin embargo, al repasar los primeros años de la vida de Yosef, encontramos a un joven muy centrado en sí mismo, preocupado por su apariencia física.
Se podría argumentar incluso que las historias acerca del comportamiento negativo de sus hermanos tenían el propósito único de permitir que Yosef destacara por encima de los otros miembros de la familia. ¿Cómo se transforma este joven tan ensimismado en un líder, un estadista capaz de señalar el camino que la nación egipcia debe seguir para superar la crisis provocada por la hambruna?
Yaacov Haber sugiere que la personalidad de Yosef sufre una metamorfosis existencial en la prisión egipcia. Aunque había rechazado los avances amorosos de la esposa de Potifar, Yosef probablemente había dado algunos indicios para que la mujer se atreviera a seducirlo. Una vez en la cárcel, seguramente pasó por un período de auto análisis, de introspección en las profundidades de su alma: ¿porqué había producido tanto odio en el corazón de sus hermanos? ¿Por qué se encontraba ahora en una cárcel rodeado de criminales?
De acuerdo con Haber, Yosef concluye que el motivo de su desdicha es una falla en su personalidad. Piensa sólo en su bienestar personal y se despreocupa de los demás. Es desconsiderado con los demás, no reflexiona acerca de cuál podría ser la reacción de los hermanos después de escuchar el contenido de sus sueños. Sólo le importa su propia gloria.
Yosef pasa por una transformación profunda cuando se encuentra en la cárcel, sin esperanza alguna de escape. Por primera vez escucha a los demás. Atiende a los “sueños” de otros. Quienes sueñan esta vez son el copero y el panadero del faraón. En lugar de dar rienda suelta a su imaginación como antaño, Yosef se convierte en el intérprete de los sueños de otros, hecho que lo conduce a interpretar el sueño del faraón, porque el copero recuerda que un joven hebreo había interpretado correctamente un sueño suyo mientras estaba en la cárcel.
Cuando descifra el sueño del faraón como un aviso divino acerca de siete años de abundancia que serán seguidos por siete años de escasez, Yosef demuestra su preocupación por la suerte de los habitantes de la región. Le sugiere al faraón un plan de almacenamiento para los excedentes alimentarios de los años de las “vacas gordas”, que pueden servir al pueblo durante el largo período de hambruna.
Al reunirse finalmente con Binyamín, su hermano de padre y madre, lo abraza mientras ambos lloran. ¿Por qué lloraron? De acuerdo con el Midrash, Binyamín lloró por la destrucción del Templo de Shiló, que siglos más tarde sería ubicado en las tierras de Yosef, mientras que Yosef llora por la doble destrucción del Beit HaMikdash, que se ubicaría en Yerushaláyim, ciudad que estará incluida en la porción que recibirá Binyamín en la división de la tierra.
Las lágrimas no brotaron por su destino personal, sino por la suerte del hermano. No se debe olvidar que el segundo Beit HaMikdash fue destruido debido a Sinat Jinam, el odio gratuito que se produce cuando la persona sólo piensa en sí misma y deja de preocuparse por el bienestar del prójimo.
El día que Yosef notó que el copero del faraón tenía una apariencia distinta, que revelaba una gran preocupación, y le preguntó: ¿qué te pasa?, ese día en que percibió la angustia de otra persona, comenzó la transformación de Yosef, hecho que dio inicio a una nueva etapa en su vida que le permitió asumir el liderazgo de una nación, ya que el faraón dejó en sus manos el destino del pueblo egipcio.