SHEMINÍ_LEVÍTICO IX:1-XI:47
A la conclusión de los siete días preparativos, Aharón y sus hijos procedieron con los sacrificios para la dedicación del Tabernáculo, el Mishkán en el octavo día. Incluso en este episodio, como figura central de la Torá, Moshé transmite las instrucciones acerca de los Korbanot a su hermano Aharón, el Kohén Gadol. Más aún exclama “Kerav el hamizbéaj vaasé”: “acércate al altar y actúa”, ante la inamovilidad de Aharón.
Aharón probablemente no se sintió seguro de sí mismo, tal vez por la tragedia que aconteció con sus hijos Nadav y Avihú en ese día, tal como leeremos en el noveno capítulo del Séfer Vayikrá. Fallecieron en el momento de la ofrenda, fueron consumidos por una llama celestial. Aharón pensó que Dios tampoco estaría dispuesto a aceptar su ofrenda porque no poseía los atributos éticos necesarios para acercarse al Creador en representación del pueblo hebreo. Las palabras de Moshé lo estimularon.S
La humildad era una de las características del Kohén quien desde la juventud recibía el entrenamiento para el servicio de Dios y de la comunidad. Además de oficiar en el Beit HaMikdash, el Kohén era el maestro que impartía los conocimientos de la tradición a las nuevas generaciones. Como no era poseedor de tierras, el Kohén subsistía gracias a las partes de los Korbanot que podía consumir y de la Terumá, el aporte que recibía de las cosechas.
El Kohén era el auténtico líder religioso, mientras que el rey era el líder laico y político de la sociedad. Y se debía mantener la separación de los poderes. Esta separación fue violada en la época de los Jashmonaim, quienes siendo Kohanim asumieron también el manto de la monarquía, de acuerdo con los acontecimientos que condujeron a la celebración de Januká.
De acuerdo con Rambán, el período de los Jashmonaim terminó en la desgracia debido a esa falta de división entre el poder administrativo y laico por un lado y el poder religioso. Hay quienes señalan que la ausencia de un volumen del Talmud sobre Januká, a diferencia de Purim que es explicado en el tratado de Meguilá, se debe a que los Jajamim mantuvieron reservas con referencia a la actuación de los Jashmonaim.
Al analizar el rol del liderazgo en la tradición judía nos remontamos a la época de los patriarcas. No hay duda de que después de la muerte del tercer patriarca Yaacov, el hijo que tenía la mejor preparación para asumir el manto del liderazgo era Yosef quien se había destacado como un gran estadista en la corte del faraón. ¿Acaso no había salvado a la humanidad de la época de una muerte segura por el período de hambruna? De no haber sido por sus dotes administrativos que consistieron en parte, en almacenar los excesos del período de abundancia para los siete años de “las vacas flacas”, los egipcios y los pueblos vecinos hubieron perecido.
¿Por qué exclamó Yaacov en el lecho de la muerte “Lo yasur shévet miYehudá”, “el cetro del mando no debe ser apartado de Yehudá”? ¿Por qué no escogió Yaacov a Yosef, en lugar de designar a su cuarto hijo, Yehudá, para ser el progenitor de los reyes del pueblo judío?
El gran erudito Harav Aharón Soloveichik z’l, hermano de mi difunto maestro, explicó que la razón por la cual Yosef no fue escogido era porque era perfecto en todas sus actuaciones. A diferencia de Yehudá quien tuvo una relación dudosa con la hija de Shúa y luego procreó mellizos con su nuera Tamar, Yosef, en cambio, no sucumbió a los avances sexuales de la esposa de Potifar. El líder de un pueblo no puede ser una persona de tales características morales que la sociedad no pueda identificarse con él o ella, para luego concluir que no podrá alcanzar ese grado de perfección. El líder deber ser perfectible, más no perfecto.
Es posible que un razonamiento similar impidiera que el Kohén ejerciera el liderazgo administrativo de la comunidad. El estricto entrenamiento del Kohén bíblico lo preparaba para una vida de desprendimiento de los bienes materiales y a una dedicación exclusiva al bienestar espiritual del pueblo, hechos que lo convertían en un ser casi celestial o angelical. Tanto el líder espiritual como el líder político sirven como modelos de comportamiento para la sociedad, por ello su escogencia es crítica para inculcar los valores espirituales y sociales necesarios para la salud moral y el bienestar material de las nuevas generaciones.
MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ
CONTIENE 6 MITSVOT POSITIVAS Y 11 PROHIBICIONES
- Levítico 10:6 Los Kohanim no deben entrar al Templo con pelo largo
- Levítico 10:6, 21:10 Los Kohanim no deben entrar al Templo con ropa rasgada
- Levítico 10:7 Los Kohanim no deben salir del Templo durante el Sagrado Servicio
- Levítico 10:9 Los Kohanim no deben entrar al Templo después de beber vino, ni deben pronunciar juicio cuando embriagados
- Levítico 11:2,3 Obligación de examinar las señales de los animales domésticos y salvajes (para determinar si son kasher)
- Levítico 11:4-7 No comer animales domésticos o salvajes que son no-kasher
- Levítico 11:9 Obligación de examinar las señales de los peces (para determinar si son kasher)
- Levítico 11:11 No comer peces que son no-kasher
- Levítico 11:13 No comer aves no-kasher
- Levítico 11:21 Obligación de examinar las señales de insectos (para determinar si son kasher)
- Levítico 11:29,30 Leyes que rigen la impureza ritual de los 8 animales que andan sobre tierra
- Levítico 11:34 Leyes acerca de la impureza ritual de alimentos
- Levítico 11:39 Leyes acerca de la impureza ritual de cadáveres de animales
- Levítico 11:41 No comer animales que se arrastran sobre tierra
- Levítico 11:42 No comer insectos diminutivos que acompañan granos y frutas
- Levítico 11:43 No comer criaturas pequeñas que habitan las aguas
- Levítico 11:44 No ingerir los insectos que se forman de la materia en descomposición