La noción de refugio, es muy actual ahora en Israel, cada hogar, cada lugar público tiene que tener un espacio donde la gente puede huir, en caso de un ataque de misiles, porque estamos en guerra, en Mendinat Israel, pero la noción de refugio se remonta a la Biblia: habían Arei Miklat, ciudades de refugio, seis ciudades, tres de un lado del Jordán, tres al otro lado del Jordán.

Así lo ordena la Torá. ¿Para que servían esas ciudades de refugio en aquel entonces?. Si una persona, cometía un asesinato sin intención, como por ejemplo, tiene un hacha en la mano y va acortar leña y de repente el cabezal de hierro salta y mata a una persona, no habia la intención de matarlo, sin duda alguna, pero por otro lado, no se puede decir que es totalmente inocente, porque cuando una persona tiene un hacha en la mano, tiene que estar seguro de que todo está bien, porque puede ser también un arma letal. mañanas, tienes que estar seguro de que todo está funcionando como es debido, porque tienes un arma letal en tus manos y puede causar mucho daño a terceros. Por lo tanto aquellas ciudades de refugio, servían para que ese “agresora” huya, ¿Por qué tenía que huir? porque cada familia tenía lo que se llamaba Goel Hadam, el vengador de la sangre, sangre se había derramado en su familia, entonces él podía vengarse y matar a la persona que cometió el crimen, pero una vez en la ciudad de refugio, era un santuario para esas personas.

¿Quiénes habitaban esas ciudades de refugio? Eran ciudades de los levitas, de la tribu de Leví. ¿Cuál era la función de la tribu de Leví? tenían su trabajo en el Beit HaMikdash (El gran templo) y eran los maestros del pueblo judío, ellos no había recibido tierras propias, sino unas ciudades que les fueron otorgadas para que puedan desenvolverse, resulta entonces que esas ciudades de refugio, que de cierta manera eran una cárcel para aquellos que habían cometido el crimen, sin intención, no era una escuela de malhechores. si no todo lo contrario, él iba a aprender de los Levihín, una vida totalmente diferente, de entrega hacia el prójimo.

No era una escuela entonces para malhechores, sino más bien para rejuvenecer sus virtudes, para rehacer su vida y crecer emocionalmente.

Si tú por ejemplo estas enfermo, estas en la cama, que vas a hacer en ese tiempo de ocio, vas a quejarte de dolores, o vas a leer, aprender, estudiar, porque uno debe aprovechar cada momento de su vida. Cualquier dificultad que se le presenta, a lo mejor es una oportunidad para hacer algo bueno, así decíamos en Venezuela, “No hay mal que por bien no venga”, aprovecha cualquier oportunidad para ser una persona mejor.